Relaciones Irrompibles.

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Todos nos quedamos en silencio, Jonathan con una manzana en su boca, mamá mirándonos cuidadosamente, Alan mirando el suelo y yo mirándolo a él fijamente.

-Yo... iré a ordenar mis cosas. -Dije y pase por su lado corriendo a mi habitación.

Escuche un golpe y quejas antes de subir las escaleras. Creo que nuestra relación no volverá a ser la misma, la confianza que teníamos se fue por el caño, no mencione porque éramos tan unidos, somos mellizos.

La puerta de la pieza de Noah estaba semi abierta por lo que me adentre en su habitación para verlo, es dos años menor que nosotros, se parecía mucho a Alan, solo en apariencia porque de actitud...

-¿No te han dicho que es de mala educación entrar sin permiso? –Dice sin dejar de mirar su laptop.

-¿Tienes ojos en la espalda?

-Te veo por la pantalla y haces mucho ruido cuando subes. –Gira en su silla para verme de frente, se levanta.- Bienvenida de vuelta Sam.

-Te extrañe. –Dije mientras extendía mis brazos y los envolvía en su cuello, soy un poco más grande que él.

-Yo igual, te ves más...–Dice separándose para verme.- Femenina ¿Qué te hicieron?

Le golpeo en el hombro y luego me recuesto en su cama.- Recuerda que ya no tengo 10 años como para ir corriendo por ahí con lodo en toda mi ropa.

-Eras muy masculina si no recuerdo bien, siempre le ganabas a los chicos cuando peleaban. –Dice recostándose a mi lado.

-Y tú ahora te ves como un completo antisocial.

-¿Por qué? –Enarca una ceja y apoya todo su peso en su brazo derecho.

-Tu habitación esta alumbrada solo por tu laptop, con suerte puedo ver el resto de tu habitación y si no me equivoco las paredes son oscuras, solo basta con echar un vistazo para saber que odias la luz, no solo eso, todo tu grita "Alejate o mueres"

-Un cambio no le viene mal a nadie.

-Y ya no tienes colecciones de tus insectos momificados, los amaba y recuerdo que yo te ayudaba a recolectarlos.

-A mamá le daba miedo entrar, tuve que deshacerme de ellos, o más bien guardarlos, jamás podría botarlos después de todo lo que nos tardó.

-¿Recuerdas cuando íbamos al parque y arrastrábamos a Alan a la fuerza porque le daba miedo?

-Me irritaba su llanto asique lo amarrábamos en un árbol y un calcetín en su boca, se quedaba dormido. –Dice mientras se ríe.

-Que bonitos tiempos... -Dije pensando en él, es todo una exageración por su parte estar enojado pero no le dije nada hasta que él lo decida.

-Ustedes estarán bien, recuerda que Lan es como una chica, de seguro debe estar en su habitación quemándose la cabeza y reteniéndose para no ir a la tuya. –Reí por su comentario, tiene razón pero es jodidamente irritante cuando está indeciso, a veces pienso que yo tuve que haber sido el hombre.

-Iré a desempacar, buenas noches. –Me levante perezosamente de su cama y fui a la puerta, me voltee.- Y ¿Noah?

-¿Qué?

-Gracias.

Deshice las maletas y cajas que traje y acomodé todo a mi gusto, entre al baño y me di una ducha lo suficientemente larga como para relajarme, luego me vestí con un pijama y prendí mi computador, revise mis redes sociales, mientras escuchaba música, cuando me dio hambre ya era de noche, baje las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible y saque una fruta.

No Me Importa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora