Todos para uno y uno para todos ||Drakey||

Catorce

Nota: edite el capítulo anterior (momentos agridulces), pero algo pequeño. Las horas en las que los eventos suceden para entender el comienzo de este.

¡Disfrutar!

11h 37 minutos antes

7:03 am

"¡Papi!" Draken escucha la chillona y aguda voz de su hijo llamarlo mientras siente manos aún pequeñas y suaves golpeando con determinación sus mejillas para despertarlo.

"Mnh. Un minuto más Gumi" pide mientras la conciencia se arrastra de nuevo a su cerebro y siente la pesadez abandonar sus ojos.

"¡Pelo Papi!" se queja el niño mientras se sube a su regazo y se acurra en su pecho, momento que Draken aprovecha para acariciar sus dorados cabellos. "Mami está cocinando".

Draken despierta y de inmediato se levanta aún con su hijo en su pecho, ignorando el latigazo que su cerebro recibe por levantarse tan rápido.

"Buenos días bebé" besa su frente y marcha camino a la cocina con su hijo en brazos.

"Buenos días papi". El niño devuelve el saludo y besa su mejilla. El corazón de Draken se detiene en su pecho para bombear con más fuerza ante tan inocente acto.

Y si cree que eso fue demasiado se equivoca cuando ve a Mikey.

Mikey con harina en su cara, delantal de cocina con diseño de Dorayakis en su cuello y envuelto en su ceñida cintura mientras vierte lo que parece una mezcla para panqueques en el sartén.

"¡Mikey!" llama confundido por tenerlo despierto tan temprano y haciendo el desayuno.

El pequeño rubio salta de sorpresa en su lugar. La mezcla perdiendo su forma en el sartén ante tan brusco movimiento.

"Ken-chin ¿qué haces despierto?" Mikey intenta esconder todo lo que está cocinando, pero es inútil porque Draken ya lo ha visto todo.

En el mesón de la cocina reposan lo que son tres platos, cada uno con sus respectivos par de huevos y tocino además de la pila de panqueques que se amontonan desordenados y lo que parece ser juego de naranja recién exprimido por todas las cáscaras que se encuentran esparcidas alrededor de la jarra.

Draken sacude al niño en sus brazos como respuesta. Respuesta que no parece agradarle a Mikey debido al ceño fruncido que aparece en su cara.

"¡Gumi!" Mikey reta con la mirada a su hijo "te dije que todo estaba bien".

El niño niega con la cabeza y se esconde en el pecho de Draken mientras explica sus razones.

"Papi dijo que cuando Mami esté en la cocina y salga humo, lo busque".

"Pero sólo queme un panqueque Gumi. ¡Uno! y el detector de incendios ni siquiera se encendió".

Así Draken encontrará todo esto gracioso porque las mismas caras y muecas que Mikey está haciendo, Gumi lo sigue demasiado cerca, no quiere una discusión tan de mañana y en la cocina.

No donde Mikey se puede poner demasiado intenso o juguetón con su hijo.

"A todo esto ¿por qué estás cocinando?" pregunta mientras deja a Megumi en una de las tres sillas del comedor y va hacia la cafetera para servirse una taza de café.

"Yo..." ver a Mikey nervioso siempre es tan satisfactorio y lindo. Sus mejillas se sonrojan mientras intenta que las palabras salgan de su boca "quería sorprenderte. ¡Feliz San Valentín Ken-chin!".

La cara de Draken pasa de sorprendido, asustado en un milisegundos para terminar en una sonrisa. Todo grande y feliz mientras deja su taza aún lado para marchar al cuerpo nervioso que no apartado la mirada de la suya.