Wanyin y Xichen

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Banda sonora: I feel you. Depeche Mode. Cover de Placebo.

11. Gusu. Casi de madrugada.

Sandu Shengshou se guía por esas dos luces azules. En realidad, no puede ver nada más. Camina tambaleándose. Está agotado. Ha logrado llegar y ahora, las fuerzas le fallan.

La ira le está abandonando. Ya no es necesaria. Pronto dejará de ser Sandu Shengshou para dejar salir a Jiang Wanyin.

Lan Xichen está sentado y le extiende la mano.

- A-Yin. A-Yin. Ya estás aquí.

Jiang Wanyin ha vuelto. Su cuerpo ha dejado de emitir esos relámpagos violeta y sólo queda Zidian, enrollado en su brazo.

Llega hasta el líder Lan y cae de rodillas. Entierra la cabeza en su pecho y jadea exhausto. No puede evitar que las lágrimas caigan. No puede hablar. Sólo tiembla.

Su postura es de rendición total, de quién se abandona al otro. Jadeante, restriega la frente en el pecho de Lan Xichen y aspira desesperadamente su olor para calmarse. Ha colocado las manos en sus hombros, asiendo* con todas sus fuerzas las túnicas blancas.

Ahora, hunde la nariz en su cuello. Solloza pero puede respirar. Se acomoda al abrazo de Lan Xichen.

-A-Yin, ya estás aquí. Estás a salvo.

Se separa un poco y junta su frente a la del líder Lan. Toca aquella nariz con su nariz y cambia el agarre de los hombros a la nuca.

Lan Xichen replica el gesto. Luego, pasa sus manos de la nuca a las mejillas y decide darle un beso profundo. Se separa un poco para que ambos puedan respirar.

El líder Jiang, con el cuerpo en llamas, ve al líder Lan con ansia infinita.

-Saca la lengua, Xichen.

Lan Xichen obedece tranquilamente. Jiang Wanyin se incorpora y le muerde la lengua hasta sacarle sangre. Se separa dejando finos hilos rojos y transparentes, que unen sus lenguas.

Le da otro beso, esta vez aún más profundo y apasionado, pero decide no morderle.

-Arrodillate.

El líder Lan lo hace, cambiando de postura rápidamente. Jiang Wanyin entonces le tira del pelo y hace que abra la boca, echando la cabeza para atrás. Le besa y le muerde. Casi no pueden respirar.

El líder Jiang se agacha y empuja a Lan Xichen para que se tire al piso. Se pone encima de él y le besa en el cuello, mientras con una mano le tapa los ojos. Jadean y sollozan. Están fuera de sí.

Le mantiene los ojos cerrados, mientras se entretiene en su boca y gime a ratos en su oído. Está volviendo loco a Lan Xichen, que se retuerce de placer debajo.

Súbitamente, Jiang Wanyin pone la cabeza sobre el pecho del otro y le agarra de las túnicas con fuerza. Jadea y ruge, bufa y se lamenta. Está hundido en el cuello del Lan y le muerde.

Empieza a tocarle y abrirle las ropas. Zidian, aún activado, les da descargas a ambos. Jian Wanyin le tira del cabello y le hace gemir.

-Eres mío.

-Lo sé. Sólo tuyo.

Lan Xichen ya lleva las túnicas abiertas y varias marcas de dientes y de Zidian en el pecho y el abdomen.

Escucha atento y sabe que hay otra tormenta fuera, la unión de la suya propia y la que trajo Jiang Wanyin con él. Nadie podría escucharles, ni que quisiera.

Jian Wanyin baja a la entrepierna y abre el pantalón. Se hunde ahí y respira profundamente. Restriega la cara y con un solo movimiento se mete toda esa dureza en la boca.

-Wanyin.- Y ya no sabe más. Se lo está comiendo y Lan Xichen se ha perdido en la boca del líder Jiang. - Wanyin. - Gime y suplica.

-Eres mío. - Le ve desde abajo con ojos enloquecidos, centelleando en púrpura.

-Sí, soy tuyo. Haz lo que quieras conmigo.

Entonces, procede a seguirle devorando con ansiedad. Se mete toda la longitud en la boca, hasta tocar su garganta y allí le deja succionando con potencia.

Se lo saca, para ayudarse con las manos. En los ojos, las lágrimas que delatan lo que acaba de hacer con la boca.

Lan Xichen apenas puede ver el gesto, porque Jiang Wanyin ha decidido dar masajes con las manos y usar la lengua para dar golpes en la punta.

Está comiendo a conciencia, mientras el otro se retuerce de placer y gime con fuerzas. No hay piedad con su cuerpo, que ya tiene marcas de chupetones, mordeduras y agarrones por todos lados.

De pronto, el líder Jiang para. Como poseído por una convicción se suelta las ropas y las abre. Se baja los pantalones y como puede se coloca sobre el otro a horcajadas.

-Eres mío. - Repite enloquecido.

-De nadie más.

Y se mete a Lan Xichen tan profundamente como puede. No se ha preparado, por lo que todo está demasiado cerrado, pero aún así lograr meter una buena parte. Todo le duele y le arde, pero puede más la desesperación de reclamar ese cuerpo para sí.

Temblando, se incorpora sobre Lan Xichen, que yace tirado y perdido. Sus ojos no ven nada, su cuerpo sólo siente lo que le está haciendo el Jiang.

Poco a poco, éste empieza a moverse, ayudándose con una mano para continuar con la tarea de introducirse al líder Lan por completo. Gime de dolor; el otro, de placer.

Cuando por fin lo logra, se da cuenta que Zidian se ha tomado la libertad de atar a Lan Xichen por las muñecas y le tiene con las manos extendidas hacia arriba. Ambos trozos del látigo forman un nudo violeta, que centellea.

Empieza a moverse con mucha cadencia. Parece un gato ronroneando mientras se restriega en la pierna de su amo.

Se hace hacia atrás y usa la fuerza de sus caderas para seguir los movimientos. Está resoplando de placer, mientras el pobre de Lan Xichen no puede ni emitir sonidos de lo perdido que está.

Sin embargo, Jiang Wanyin quiere ir más profundo, quiere poseer más a fondo. Entonces, decide cambiar de posición. Se incorpora y levanta sus rodillas, quedando ahora en cuclillas sobre el Lan.

Este cambio hace que el otro gima descontrolado.

-Wanyin, Wanyin. Está muy adentro.

Sin contestarle, el Jiang empieza a botar sobre él. En esa postura, Lan Xichen siente que está muy profundo y además muy apretado. Es tan caliente y húmedo que sólo puede jadear y gemir, fuera de sí.

Jiang Wanyin sigue en su movimiento frenético. Esas piernas fuertes, ayudan a continuar sin bajar la velocidad. Se escucha el ruido del choque de ambos y toda la humedad que se ha generado.

Lan Xichen no siente más que el interior de Jiang Wanyin. Esa vibración le está estremeciendo y hace que se retuerza sin control. Tirado en el suelo, con las manos atadas, sólo puede morderse el antebrazo para controlar con algo de dolor esa vértigo que siente. Está perdido con los ojos cerrados.

-Wanyin, no aguanto más. - Como si de una invitación se tratara, el otro incrementa la velocidad y no para hasta que escucha y siente a Lan Xichen derramarse dentro de él.

Lan Xichen grita y se arquea indefenso. El cuerpo le tiembla sin control. Abre los ojos y descubre a Jiang Wanyin sobre él, con la cabeza colgada hacia adelante, jadeando, sudado; y con el pelo suelto, cayéndole en el pecho. En sus ojos, una satisfacción extraña, la de alguien que se siente vencedor en el campo de batalla. De pronto, levanta la cabeza y mira a Lan Xichen.

-No hemos terminado. - Le dedica una sonrisa malévola, de soslayo.

Nota:

*Asiendo: de asir, agarrar.

Anochecer y amanecer. Parte 3. Xicheng - ChengxiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora