Capitulo 2: El MATÓN Burlón.

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Narra Rodrigo.

Pasamos la tarde completa en casa de Dante, su mamá lloro básicamente todo el día mientras veía una película de comedia, ninguno dijo nada hasta que se tranquilizarla.

Dante se portaba distante y distraído mientras veía su celular varias veces.

Cuando su mamá se fue a su habitación después de las ocho, dante por fin Confeso.

- algo no anda bien con Minkus - confesó sin miraros perdido en su teléfono- pensé que tal vez había superado su pasado, pero ayer que fue a verme a la escuela, note que en su abrigo tenía una tarjeta, era de un prestamista. - confesó mordiendo su uña del dedo gordo - me preocupa que vuelva a los juegos.

Erik se levantó del sofa y nos miró frente a él.

- Creo que es bastante grande, aunque cabe la posibilidad de que te sea infiel - eso no ayuda nada cabron, negué levantándome al ver la cara de susto de Dante.

- No creo que sea eso, pero deberías hablar con el, Minkus es un tipo reservado, si no lo acorralas no te dirá nada - dije para luego filminar a un Erik inexpresivo.

- vayamos a vigilar - demandó este un poco molesto, Se me olvidaba que era un mandon.

Sin dejarnos contestar nos dejó en la sala saliendo de la casa, Me apresure a ir detrás de él, sin embargo erik no se movio de su lugar.

Dante sin esperar a que Erik saliera de la casa se subió a su coche, y rápidamente me subí yo también, apenas lo encendió y arrancó el coche.

- Dante no deberías alterarte tanto, ya lo conoces desde hace mucho tiempo, el no haría algo como eso..

- Pero, Me da un poco de miedo, soy un niño a su lado - dijo casi en un murmuró, preferí no alterarlo mas, la voz de minkus lo haría sentir mejor.

Cuando Dante aviso que vigilariamos a minkus después de que saliera de su trabajo, supuse que sería algo típico de un novio que sospechaba de un engaño.

No de que probablemente podríamos morir a manos de unos delincuentes.

Cuando minkus salió, se subió a un coche negro, el cual seguimos hasta llegar a un edificio abandonado.

Nos encontrábamos a una distancia prudente, pero aún así asustaba el echo de que fue recibido por dos hombres enormes trajeados que lo hicieron entrar en el edificio, después de que entraron, bajamos del coche.

- vayamos a ver, podrían hacerle daño - suplico Dante casi en un murmuró.

Tenía mucho miedo, las piernas me temblaban, y posiblemente llevaban armas con ellos.

Yo apenas sabía la historia de Minkus, pero realmente no pensé que fuera algo así de peligroso.

Pero no podía dejarlos sólos, camine detrás de Dante quien apresuró su paso al verme detrás de él entrando al edificio, había un montón de cajas de madera y cuerdas tiradas en el suelo.

- Minkus, que agradable visita - una voz aguda saludaba a minkus, nos agachamos entre la basura de madera y pude visualizar a minkus y a un hombre rubio bien vestido.

- Que tal Arturo, tiempo sin verte - saludo este con ironía.

- Si, desde que desapareciste - Dijo este tal artur con un poco de molestia en su voz.

- a si, lo recuerdo - dijo Minkus con gracia - Cuando me abandonaron medio golpeado ¿no?.

- ¿abandonarte? Si no mal recuerdo no llegaste al lugar acordado, jamás supe mas de ti, supuse que habías muerto - respondió Artur mirandolo de reojo.

- Pues estoy vivo, puedes limpiar tu consciencia un poco, si eso te sirve - la ironía en la voz de minkus daba miedo, se veía peligroso, algo que jamás había visto.

Mire a Dante, el cual tenía una mirada entre asustada y sorprendida, supongo que jamás vio esa etapa en Minkus.

- Quedamos a mano entonces - dijo artur con una sonrisa - yo  me lleve el dinero y tu no moriste.

Minkus apretó sus puños y le tiro un puñetazo al tipo haciéndolo retroceder, mientras los otros dos sujetos lo sujetaba rápidamente.

- ahora si estamos a mano - Siseo divertido minkus.

- Bueno - dijo artur limpiando su labio del cual brotaba sangre - Me parece bien, en cuanto regreses al trabajo saldaremos cuentas.

- Te equivocas no pretendo volver a trabajar para ti - Sentenció Minkus soltandoce de su Agarré.

- Sabes que odio mancharme las manos, necesito a alguien con tu calibre para trabajos pesados, te ofreceré tres veces más - insistió mientras uno de los subordinados le daba un pañuelo.

Mi consentracion en ellos se perdió cuando sentí algo rozar mi mano.

Trague saliva y baje la vista encontrándome con el cuerpo de una pequeña serpiente.

- Dante - dije en un suspiro dejando escapar mi miedo.

- qu- Dante no pudo terminar la oración porque se levantó soltando un grito del susto, asustando me a mi también y empujando a Dante para alejarnos de la serpiente.

Ambos caímos al suelo, pero la caída duró poco porque alguien me levantó como sacó de patatas.

Dándome cuenta de que eran los subordinados, los cuales nos acercaron a Minkus y Arturo.

- vaya, pero si hay infiltrados, debemos matarlos. - dijo artur con una media sonrisa causándole miedo, nos tiraron al suelo y minkus nos miró con sorpresa levantando a Dante del suelo y sacudiendo la suciedad.

Claro a mi que me lleve el diablo, me levante con dificultad y mire preocupado la escena poniéndome detrás de minkus quien abrazaba a un Dante asustado.

- veo que los conoces minkus - Dijo algo intrigado Arturo mirándome de arriba a abajo y luego a Dante algo curioso por la cercanía de ambos.

- Si, es mi futuro esposo y su amigo. - ¿ósea tu amigo no soy? Joeputa.

- vaya, el gran minkus sentando cabeza - canturreo soltando una risa burlona. - por eso deberías aceptar el empleo, Se ve que al chico le gusta el material caro - dijo tomando el celular de Dante el cual se había caído al suelo.

- No es no - Sentenció minkus arrebatandoble el celular - Debo irme, espero no verte de nuevo.

- No te prometo nada - Dijo este, sin embargo minkus lo ignoro comenzando a caminar dejándome expuesto frente a él.
Nuestros ojos se cruzaron.

- Adiós, espero verte pronto en la "universidad Fenton" - dijo con una sonrisa  mirando el logo de mi sudadera.

Me dio escalofríos, comencé a correr para alcanzar a minkus.

Esto no estaba nada bien.

OBEDIENTE. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora