— Pero lo hubieras visto, Rosé, era todo un dios griego, te hubieras enamorado al instante como yo, se paró justo frente a mí caminando tan galante, así, mira, mira —, la joven tailandesa se reincorporó de su asiento yendo a una distancia considerable para mostrar como a sus ojos ella vio entrar al desconocido.
Su amiga solo se reía por las gesticulaciones y acciones que la contraria hacía, más que verse como un príncipe azul, solo estaba haciendo poses graciosas. Negó con la cabeza prosiguiendo con su acción de comer su ensalada.
— Ay Lisa, ver tanta comedia romántica ya te carcomio el cerebro, puras supersticiones tuyas, mejor apúrate a comer que ya vamos a entrar a clases.
La joven la miró ofendida y se acercó a ella colocándose de frente a ella, cruzando los brazos sobre su torso y haciendo un tierno puchero en su rostro.
— ¡No estoy exagerando, te estoy diciendo la verdad! El hombre parece irreal, sacado de novela, si lo vuelvo a ver le tomaré una fotografía y te lo voy a mostrar, me vas a comprar una cajita feliz como compensación por dudar de mi palabra.
Roseanne sabía que no podía discutir con lo terca que podía ser su amiga en ocasiones, por lo que sólo suspiro resignada.
— Esta bien, si lo vuelves a ver te compraré tu cajita feliz, pero si milagrosamente te lo topas —, las palabras de su amiga le hicieron recordar a Lalisa el terrible error que cometió de no dirigirle la palabra, sus hombros volvieron a caer desanimada. — No sé cómo dices que siendo tan perfecto no le hablaste, era tu oportunidad para conseguir novio, un hombre de ese tipo nunca se te debe escapar de las manos y lo sabes Lisa.
— Entiende mi posición, sabes que no soy una persona muy extrovertida, además su simple presencia me ponía nerviosa, y eso que nunca se fijo en mí, no quiero saber que habría sido de mi pobre existencia si me miraba a los ojos —, Lalisa volvió a tomar asiento en su lugar prosiguiendo a seguir comiendo su delicioso pastel.
— Además, un hombre como esos nunca están solteros, alguien siempre los gana primero, debe tener una relación o algo.Dolía aceptarlo, pero era real, los buenos partidos siempre alguien se los tenía que ganar, nadie era tan tonto como ella, como envidiaba a la novia de ese sujeto si tenía una, tenía la vida prácticamente ganada.
Roseanne le dio la razón en silencio y solo se encogió de hombros, aceptando la cruda verdad.— Bueno eso es verdad, en estos tiempos ya es muy difícil encontrar un hombre que sea el paquete completo, y si lo encontras alguien ya te lo ganó, pero no perdías nada con intentarlo.
— ¿Para qué?, ¿para qué posiblemente me rechazara o me ignorara? No quería hacer el ridículo.
— Tu sola te estás contradiciendo, dices que querías hablarle y que quieres hacerlo si lo vuelves a ver, pero ahora dices que no porque posiblemente esté en una relación o te podía mandar por un caño, ¿quién te entiende, Lalisa? —, la joven se rió en cuanto observó la expresión de la mencionada, era muy fácil de adivinar sus emociones, tenía un rostro demasiado fácil de descifrar.
Lalisa no quiso admitir que Rosé tenía razón, por lo que fingió no escucharla y seguir comiendo.
— Date prisa que llegaremos tarde.
Ignoró las sonrisas y miradas burlonas por parte de la australiana y se concentró en sus alimentos.
[...]
Las clases en su universidad habían terminado por fin, Lalisa salió prácticamente corriendo del edificio para ir directamente a la estación del tren que ella siempre tomaba, ni siquiera se tomó la molestia de despedirse de Roseanne o del resto de sus amigos, su prioridad ahora era esperar volver a encontrarse con el lindo desconocido, era posiblemente la única oportunidad que tendría y no podía desaprovecharla.
Bajó al subterráneo a paso acelerado, tratando de no chocar con nadie debido a que esta hora la estación comenzaba a llenarse de gente.
Miraba a todos lados, incluso esta ocasión no se sentó y prefirió estar deambulando por el corredor y observar detenidamente a todas las personas, teniendo la ligera esperanza de volver a encontrarlo aquí también.Pero para la desgracia de la tailandesa, nunca apareció, ni un indicio. Tuvo que salir de sus pensamientos cuando su transporte fue anunciado que ya estaba por llegar, resignada se vio obligada a ingresar al vagón, puesto que ya no tardaba en oscurecer y no quería que se hiciera tarde para llegar a su casa.
En todo momento, no apartó la vista de la entrada, inclusive sentándose muy cerca de la puerta para que no se le escapara ninguna persona que ingresara por esta, inclusive observaba a través de la ventanilla por si de pura casualidad lo veía pasar por las calles.
Pero tristemente, el desconocido no se apareció galantemente como en la mañana.En todo el trayecto a su casa este nunca se subió o lo vio bajar, Lalisa estaba muy desilusionada, quería admirarle al menos una vez más, esa sería una muy bonita manera de finalizar con el agotador día, observarlo se volvería su nuevo analgésico.
Más claramente eso sería algo que no sucedería, tal y como lo pensó en la mañana, fue una persona pasajera de esas que no vuelves a encontrarte ni una sola vez, le costaba aceptarlo, pero así era su realidad.
La vida no es como una novela que mágicamente te encuentras con un guapo sujeto en la calle y maravillosamente es el amor de tu vida, ¿o sí?Derrotada, llegó a la estación donde ella tenía que bajar, descendió del vagón caminando arrastrando los pies y con el rostro cabizbajo, no tenía ánimos de nada, solamente quería llegar a su casa y dormir profundamente.
Pero sus esperanzas no seguían perdidas, su definitiva oportunidad sería mañana, quizá y trabajaba muy tarde y no tomaba este tren, pero en la mañana tenía que irse temprano y a ello coincidieron, si, definitivamente eso debía ser.
Mañana lo volvería a ver, estaba muy segura de eso.
Continuará...
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٬٬ Aʟʟ Oɴ Bᴏᴀʀᴅ ﹕JɪɴLɪᴄᴇ𝄒
FanfictionEl amor, en ocasiones puede presentarse de maneras muy extrañas. Aveces en los lugares en donde menos te lo esperas o imaginas. Al menos eso es lo que Lalisa le sucedió esa mañana. 𖧵ֹֺֽ໋໋݊ Géneros: Heterosexual, romance, drama, fluff. 𖧵ֹֺֽ໋໋݊ To...