El pastelito del Vaquero - KAISOO

CAPITULO 6

Jongin estaba haciendo todo lo posible para no asustar a Kyungsoo. Eso era lo último que quería. Pero necesitaba saber la verdad sobre lo que podría suceder si tenían relaciones sexuales. Ya podía sentir el vínculo creciendo entre ellos. Era algo que nunca había experimentado antes.

Kyungsoo abrió amplio y chupó la polla de Jongin como un maldito profesional. Jongin estaba teniendo un momento difícil para permanecer con la espalda recta. Sus rodillas se sentían débiles. Siempre había tenido un lado kinky en él, y Kyungsoo parecía el tipo de persona que podría satisfacer todas sus fantasías.

Pero también quería asegurarse de que Kyungsoo tenía todas sus fantasías atendidas. Siendo esta su primera vez juntos, no lo ataría, aunque el impulso era fuerte.

En su lugar, levantó a Kyungsoo fuera de sus rodillas y lo colocó sobre la cama, en sus manos y rodillas, antes de sacar el tapón de su culo. Jongin lubricó su polla y apretó la cabeza contra el agujero húmedo de Kyungsoo.

― ¿Entiendes lo que te dije?

―Por supuesto que no ―Kyungsoo admitió―. Los hombres no pueden quedarse embarazados.

― ¿Estás dispuesto a apostar por eso?

Kyungsoo vaciló.

Jongin sintió que iba a derretirse. Estaba tan malditamente caliente que estaba dispuesto a masturbarse. Pero sabía que no sería satisfactorio. No cuando él tenía un culo sobresaliendo frente a él.

Kyungsoo echó la cabeza hacia atrás y movió su culo, tentando a Jongin en formas que no sería capaz de resistir durante mucho más tiempo.

―Sólo fóllame.

―Te lo advertí.

―Lo hiciste, ahora fóllame. ―Kyungsoo apretó su culo hacia atrás y Jongin no estaba dispuesto a negarlo. La cabeza de su polla pasó más allá del anillo de músculo y Jongin no se detuvo hasta que estuvo enterrado profundamente hasta las pelotas dentro del culo apretado de Kyungsoo.

―Dios, sí ―Kyungsoo gimió.

Jongin agarró las caderas y comenzó a empujar dentro y fuera del culo de Kyungsoo. Su oso gruñó en señal de aprobación. Jongin gemía de placer. Nunca tuvo sexo que se sintiera tan maravilloso, tan espectacular. Era como ser acariciado desde adentro hacia afuera.

Pura magia. Así era como esto se sentía. Jongin cerró los ojos, dejando que la sensación del cuerpo de Kyungsoo asumiera el control. Sus músculos se tensaron, su cuerpo se estremeció, pero Jongin deseaba que ese momento nunca terminara.

Kyungsoo arqueó la espalda mientras su culo sobresalía más alto. Jongin pasó los dedos por la espalda baja del hombre, sorprendido porque sentía como si hubiera conocido al humano durante toda su vida.

Cuanto más profundo conducía su polla, más cerca su oso llegaba a la superficie. Sus colmillos se alargaron y sintió ganas de morderlo. Era una locura. Jongin nunca había mordido a nadie en su vida, al menos no durante el sexo. Peleando era otro asunto. Pero no podía detenerse.

Inclinándose sobre Kyungsoo, hundió sus dientes profundamente en el hombro del humano, sintiendo sus ojos cambiar a los de su oso, su piel apretarse, su mente girando con tantas malditas emociones.

― ¡Jongin! ―Kyungsoo gritó cuando su agujero se cerró sobre la polla de Jongin. Metió la mano bajo el hombre, acariciando la polla de Kyungsoo mientras semilla de Kyungsoo se derramó sobre su mano.

Pero Jongin no se detuvo. No podía detenerse. Mantuvo sus dientes sujetando el hombro de Kyungsoo mientras se impulsó contra el hombre. Era como si estuviera poseído. Cerró los ojos mientras liberaba sus colmillos. Su cuerpo explotó y rugió con su liberación. Su semilla hizo erupción dentro de Kyungsoo hasta que se sintió deshuesado.