CAPITULO 10

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Jongin se interpuso entre su pareja y el sheriff. Lo mataría antes de permitirle estar cerca de Kyungsoo.

Pero  Luhan  se  quedó  allí,  mirando  entre  Jongin  y  Kyungsoo.  El hombre no dijo una palabra mientras observaba todo. El médico siguió trabajando y Jongin estaba molesto  de  que su  momento  especial estaba siendo arruinado por la presencia del sheriff.

Cambió  de  nuevo  en  su  forma  humana  antes  de  gritarle  a  Sehun.

―Sácalo de aquí. ―Su tono era duro, sin dejar espacio para la discusión. Para su sorpresa, el sheriff asintió antes de caminar al pasillo.

―Felicitaciones ―dijo el médico. Tienes un niñito sano.

Jongin rápidamente se olvidó de Luhan cuando se volvió y puso los ojos sobre a su hijo por primera vez. El vínculo fue instantáneo y se enamoró mientras el médico limpiaba y arropaba al cachorro recién nacido. Jongin se movió de nuevo a la cama y deslizó su brazo por debajo de Kyungsoo, que estaba mirando a su bebé con una cara de pura felicidad.

Estaba aterrorizado cuando el médico le entregó el paquete. Estaba asustado de que se le pudiera caer el pequeño cachorro. Pero cuando él miró a esos ojos verde brillante, supo que nunca dejaría al bebé fuera de sus brazos.

―Déjame verlo ―Kyungsoo dijo mientras levantaba sus brazos. Jongin besó la frente de su hijo antes de entregarle al bebé.

El médico terminó con lo que tenía que hacer y luego se excusó. La mamá de Jongin tenía lágrimas de alegría en sus ojos mientras ella les dijo que regresaría para sostener a su nieto y luego salió de la habitación.

Jongin sabía que ellos le estaban dando a él y Kyungsoo un tiempo a solas y les agradeció por ello.

―Deberías ir ver lo que quería el sheriff ―Kyungsoo dijo mientras abrazaba al cachorro más cerca―. Él acaba de conseguir una gran revelación.

―Él puede esperar. ―Una manada de lobos salvajes no lo podrían alejar de su pareja y su hijo en este momento. Cuando la puerta se abrió, Jongin estaba listo para quitar la cabeza de alguien. Pero su oso se calmó rápidamente cuando Taeoh se asomó dentro.

―Ven aquí ―dijo Kyungsoo. Taeoh corrió hacia la cama y luchó para subir. Jongin se agachó y ayudó, poniendo a Taeoh justo al lado de Kyungsoo y su nuevo hermanito.

―Este  es  ―Kyungsoo  frunció  el  ceño  y  miró  fijamente  a  Jongin―. Nunca escogimos un nombre.

―Me gusta Raeon ―dijo Jongin―. ¿Y tú? ―él frotó la parte posterior de sus nudillos por la mejilla suave del cachorro mientras se sentía sorprendido de que él y Kyungsoo había creado algo tan jodidamente perfecto.

―Raeon ―Kyungsoo repitió mientras miraba a la cara de su hijo―. Me gusta

―Éste es tu hermano ―Jongin le dijo a Taeoh.

El niño se acercó más, poniéndose sobre sus rodillas mientras miraba al cachorro arropado cerca de Kyungsoo. ―Hemano.

Jongin se rió entre dientes. ―Suficientemente cerca.

Pasaron una hora juntos antes de que Kyungsoo bostezara. Jongin sabía que  su  pareja  necesitaba  un  poco  de  descanso.  Su  madre  entró  en  la habitación con una mirada en su cara que decía que había esperado lo suficiente. Ella y Jongin tomaron a los niños cuando Kyungsoo se quedó dormido.

―Yo me quedaré con ellos en la guardería mientras lidias con Luhan

―dijo antes de vagar en la habitación contigua que Jongin y sus amigos habían armado unas semanas atrás.

El pastelito del Vaquero - KAISOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora