Final

1.4K 230 45
                                    

El amanecer cubrió todo Gusu e iluminó el Hanshi. Lan Wangji y Jiang Cheng después de vestirse correctamente habían pasado la última hora discutiendo lo que debían decir a Lan Qiren. Ambos sabían que Lan Xichen era un peligro, él mismo amenazó a Lan Zhan y juró que se vengaría de él. Dijo que quemaría las sectas de Gusu y Yunmeng, raptaría a Jiang Cheng y torturaría a hermano, además de que lo obligaría a ver como tomaba a su A-Cheng hasta la saciedad.

Wangji no entendía cómo era posible que su amable hermano se hubiera convertido en el horrible monstruo detrás de ellos. Se dijo a si mismo que debió haberlo visto antes, los libros sobre temas prohibidos que lo había visto tomar de la biblioteca, sus cacerías nocturnas que se alargaban por días y las ocasiones en que lo vio rondar las habitaciones de Jiang Cheng.

-Wangji... ¿Me escuchaste?- preguntó Jiang Cheng, que se encontraba cubriéndose del fresco aire de Gusu con la túnica del segundo Jade.

-Mn...-murmuró negando con la cabeza y tratando de apartar la culpa de algo que era imposible para él haber previsto.

-Creo que lo mejor será contenerlo con el talismán. Me temo que si lo dejamos hablar podría convencer tu tío y al consejo de que todo es un error. Ellos podrían creerle y dejarlo en libertad. No podemos permitirlo.-dijo con voz débil.

El miedo estaba presente en todo su rostro y Wangji no pudo contradecir sus palabras. Ellos mostrarían como evidencia todo lo que se encontraba dentro de la habitación, pero también cabía la posibilidad de que Xichen mintiera y lograra salirse con la suya. Eso no podía pasar.

-Bien- estuvo de acuerdo. Con el talismán prohibieron a Xichen hablar y moverse, así que completamente decidido a hablar con su tío se levantó de su lugar para buscarlo, pero antes de que pudiera dar un paso, sintió la cálida mano de Wanyin tomar su muñeca.

-No me dejes- murmuró mirándolo con sus enormes ojos tristes.

-No lo haré. Vamos- dijo tomando su mano y ayudándolo a caminar.

No muy lejos encontraron a un discípulo y le pidieron que llamara únicamente a Lan Qiren. En cuanto llegó tomaron la palabra. Le contaron casi todo lo que había ocurrido, la actitud extraña de Xichen, su implicación en el uso de cultivación demoniaca y la eventual pelea que tuvieron. Agregaron la obsesión que desarrollo por Jiang Cheng y la parálisis en la que había caído después de agotar su energía espiritual.

Lan Qiren entró al Hanshi, después de cerciorarse que su sobrino efectivamente se encontraba bien pero era incapaz de moverse. Observó todos los objetos prohibidos en la habitación y aceptó todo lo que había escuchado como cierto.

Mandó a los chicos a una revisión y procedió a ocuparse de todo junto al consejo.

El veredicto que todos acordaron fue mantener el asunto en privado, después de todo Xichen ya no era un peligro para nadie y aunque quisieran no podían hacerlo responsable de sus actos en el estado en que se encontraba, lo mantendría con vigilancia por si su movilidad regresaba, pero no podían hacer algo más.

Lan Qiren se disculpó con Wanyin por las acciones de su sobrino e incluso quiso explicar la situación y disculparse con sus padres, sin embargo Jiang Cheng lo convenció de lo contrario y rechazó su propuesta de volver a Yunmeng.

A pesar de todo, aún seguía pendiente la cuestión del vínculo que lo mantenía unido a Lan Wangji. Y del cual, nadie excepto ellos dos sabía.

En el mes que pasó en la secta Lan, descubrió unas cuantas cosas. Por ejemplo que no podía pasar más de una semana sin querer dormir con el Lan, su energía comenzaba a descontrolarse y el dolor se apoderaba de su cuerpo. Además, notó que después de esos encuentros se sentía sumamente unido y cariñoso con Wangji. Al parecer todo lo que Xichen dijo era cierto y aunque buscaron no pudieron romper esa conexión, que ambos sabían cada día se volvería mas fuerte.

Dream or NightmareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora