Setsuna Taisho una joven de 20 años perteneciente a la familia más poderosa de Japón es casada con Hisui Nakamura un chico de 25 años hijo del abogado y abogada más solicitados en todo Japón
ya que tienen demasiadas deudas y problemas entre familia...
–¡Kagura maldita sea acelera! ¡Sesshomaru ya nos está pisando los talones! –ordenó la peliplata mirando por el retrovisor de el auto
–¡¿Que mierda quieres que haga!? ¡Está porquería no da más!–contestó la pelinegra girando bruscamente
–¡Pues entonces pierdelos! ¡Y la maldita policía tan solo es un problema más!–la pelinegra confirmo las palabras de la mujer al ver también a la policía detrás de ellas
–tendremos que utilizarlas de nuevo... Mientras tanto trataré de perderlos–murmuró la ojirojo tomando una mejor posición y empezar a conducir bruscamente
–sabes que, mejor encárgate de conducir... Yo me encargaré de los Taisho–avisó la ojiesmeralda tomando su arma y asomar la cabeza por la ventana ° ° ° ° ° –¡¿Cómo demonios pueden ir tan rápido?! ¡Hisui toma el volante! ¡Shippo tu cuida de Setsuna!–ordenó el ojidorado con claro enojo en el rostro
Antes de que diera otra orden el ruido de las balas dando a la camioneta alarmaron a los dos peliplatas
–Zero sabe que el auto está blindado, lo que ella quiere es darle a las llantas... ¿Alguna idea?–cuestionó el ojiamarillo a su medio hermano
–¡Yami! –llamo el mayor buscando a la nombrada
–¡si necesitas algo pídeselo a Diana! ¡estoy algo ocupada ahora!–contestó la pelinegra quien trataba de darle a Zero
–Diana necesito que trates de descarrilar el vehículo en el que están Zero y Kagura... Se que Rin y Towa estarán bien–la ojimarrón asintió para luego calcular la mejor posición para disparar
–Hisui, ya puedes ir con Setsuna–dijo el ojidorado tomando nuevamente el asiento de conductor
–tranquila preciosa... Todo saldrá bien–murmuro Hisui tomado suavemente la mano de Setsuna para tratar de calmarla
–tengo miedo... Tengo miedo de que algo le pase a mi madre o a mi hermana–el chico la abrazo cálidamente para seguidamente depositar un pequeño beso en la frente de la ojivioleta
–te prometo que las salvaremos, nada malo pasará, ya lo verás–dijo separándose un poco de ella, mientras que Sesshomaru tan solo los observaba con una imperceptible sonrisa que borró inmediatamente para centrarse en la camioneta que tenían a varios metros enfrente
–¡Maldición se me acabaron las balas!–exclamo Diana al oír el sonido hueco del arma
–a este ritmo no las alcanzaremos, además la policía no es de mucha ayuda–dijo Inuyasha con el ceño fruncido
–no hay otra forma... Tendremos que descarrilarlas de la forma más peligrosa... Hisui ya sabes que hacer–el chico rápidamente cubrió a Setsuna con su cuerpo sin aplastarla, mientras que Sesshomaru aumento la velocidad lo más que pudo al igual que giraba el volante violentamente chocando contra la camioneta contraria
Hisui protegió lo más que pudo a Setsuna con su cuerpo por lo que había recibido leves rasguños y demás heridas, después del estruendoso ruido que se provocó al chocar todo había quedado en silencio, los vehículos habían quedado destruidos pero sin dañar gravemente a los que estaban en ellos
–que esperan, bajen de una vez–todos obedecieron a la orden de Sesshomaru por lo que bajaron del auto encontrándose cara a cara con Zero y Kagura quienes tenían el rostro cubierto de sangre
–pero que acción de tan mal gusto... –murmuró la peliplata mirando fijamente al ojidorado
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