•[Capítulo 8: Dolor entre recuerdos]•

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Enséñame tú realidad.
Capítulo 10: Dolor entre recuerdos.

Eso pasa con la edad: Las historias del pasado cobran vida y se nos pegan en la piel. "El amante japones".
—Isabel Allende (2015)

Favor de leer esto con precaución, tiene contenido +18, queda bajo tu responsabilidad.

[...]

Es tan extraño sentir que no seríamos nada si no viviéramos de nuestros recuerdos, ellos nos hacen lo que somos ahora, pero vivir en el pasado es el error más grande. Nos ciega del presente, no observamos aquellas cosas que tenemos gracias a que seguimos aquí.

El pesar de nuestras acciones, hacen hincapié en las palabras, demostrando que no somos más que simples títeres de nuestros deseos, deseos de sentirnos queridos y amados.

Son aquellas cadenas que elegimos el peso que tendrán.  Las personas que eligen que sean el peso más grande, se ciegan a encontrarse en soledad, tristeza y desamparo.

—"Yo estoy encadenado a ti" —Pensó el pequeño tricolor sentado dejando que lo cubra el manto de la oscuridad de aquella mente oscura.

La penumbra es aquella de la que decidimos ser esclavos, de aquello que nos duele sin pedir ayuda

[El presente]

—¿Donde estará mi bello Alemania? —Susurró el amante del picante de ojos amarillos, mientras con la mirada buscaba al estoico Alemania. Y cuando por fin lo encontró, solo le guiño el ojo y con los mismos ojos mostró que lo siguiera, a lo cual, con una sonrisa coqueta, el Alemán contesto.

Una vez terminada la junta, todos los países se retirarian de manera pacífica, aunque con miradas de odio y deseo, mientras por otro lado el tricolor con emblema de águila tomó del brazo al alemán, y lo metió a un pequeño cubículo, el cual cerró con llave.

—Te extrañe tanto mi grandote —Jadeo con deseo, mientras arrinconaba sobre la mesa al estoico y bien formado de Alemania. El tricolor más pequeño se quito el saco y lo tiro al suelo.

—¿Acaso no quieres nada de esto o por qué no dices nada? —Preguntó molesto mientras se sostenía los botones de la camisa, dejando ver el cuerpo algo trabajado del mexicano.

La pregunta el ofendió un poco al alemán que solo miraba con deseo, ya que le emocionaba como se desvestía. A lo que él respondió algo ofendido —Oh Kleine, verstehst du nicht, wie sehr ich dich will? [Oh pequeño, ¿no entiendes lo mucho que te deseo]. —Exclamó mientras lo sujetaba de manera brusca de la mandíbula, para después fundirlo en un beso caliente.

Sus lenguas pasaban por todo sus labios, y al separarse se formó un hilo de saliva. El alemán volvió a tomar de manera brusca al pequeño mexicano y hizo que abriera la boca.

—Ich hoffe, Sie machen es besser als beim letzten Mal —[Espero que lo hagas mejor que la vez pasada] Exclamó el estoico del alemán, el cual escupió en la boca del mexicano e hizo que se colocará de rodillas.

Se escucho el sonido del cinturón saliendo del pantalón del más alto, al igual que el sonido del cierre.

Al bajarse el pantalón mostró su gran miembro el cual estaba goteando líquido preseminal, indicando lo excitado que estaba. El mexicano trago en seco y con ojos de lujuria lo metió en su boca, llegando hasta la garganta.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2022 ⏰

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