Con el tiempo el trío "de amigos" parecía ser inseparable, tanto en la reuniones de la Touman como en el día a día pasaban el tiempo libre compartiendo la comida, pasando a jugar con el gato de Chifuyu, e incluso se metieron en más de algún problema por tratar de ayudar mascotas que, Baji consideraba, no eran aptas para cuidar una. Kazutora por lo general se mantenía alejado de los animales, parecía que estos no le querían y el tigre tampoco tenía intención de llevarse con ellos, por lo cual en más de alguna oportunidad terminó con el rostro lleno de rasguños a causa de Peke J y el afán de Baji de que le hiciera cariño, lo que desencadenaba pelea entre los amigos de la infancia, donde ni siquiera el rubio conseguía calmar las aguas.
Uno de esos días la discusión entre ambos escaló al punto de golpes, siendo el desencadenante algo tan estúpido como el que Baji no parecía entender como resolver la pregunta 10 de su tarea y Kazutora, que había terminado sus pendientes más rápido que los otros dos, no quería darle las respuestas a su amigo abogando de que si se dedicaba a darle todas las respuestas no aprendería nada, y era un punto razonable, aun así los golpes iban continuaban mientras Chifuyu se puso en pie casi de un salto tratando de separarlos.
– Baji- san, Kazutora- san. Ya basta. –
Pidió con dificultad mientras sujetaba por la espalda al azabache que no tuvo reparo alguno en darle un codazo al rubio para alejarlo, en lo que al perder el equilibrio se sujeto en la parte delantera del pantalón del tigre, consiguiendo que la tela se deslizara por sus piernas hasta caer a los tobillos, con Matsuno metido entre las piernas, fue una forma poco convencional de detener la pelea, porque el azabache comenzó a reírse de la situación mientras el par comenzaba a ponerse completamente rojo, de una "patada" empujó al más bajo el chico del tatuaje para tratar de subirse los pantalones y cubrir "su vergonzosa ropa interior".
– No es gracioso hijo de puta. –
Exclamó casi mordiéndose la lengua el de los reflejos rubios, mientras que el rubio se arrodillaba ocultando su rostro entre las piernas, desde hacía un tiempo a la fecha había a empezado a tener accidentes de "ese tipo" con el amigo de Baji, al inicio parecían situaciones cómicas para los tres, pero cada vez le era más difícil siquiera sostener la mirada con los ojos color miel del otro sin sentir que la sangre le hervía en la cara. Admiraba a ambos, se habían metido en problemas juntos y muchas veces habían ocultado a Kazutora de su padre, ya sea en la casa del azabache o en la casa de Chifuyu con alguna excusa de estudiar, aún si estaban en institutos diferentes, con esto el más alto comenzaba a pasar más tiempo metido en su cuarto, leyendo sus mangas sin su permiso.
– Oi, Chifuyu, ¿estas bien? . –
El más alto de cabello largo se acercó a tocar el hombro del más bajo, consiguiendo un jadeo al sentir el toque junto a un chillido agudo de sorpresa, le había sacado de sus pensamientos. – Ba-Baji-san, si, si estoy bien. – Le dedicó una sonrisa que le fue devuelta por el más alto, mientras que Kazutora le veía de reojo visiblemente molesto.
– Mierda. –
Exclamó de la nada el moreno de ojos café mientras miraba su celular.
– Tengo que irme, mamá me pidió pasar a buscar su no se que a la tienda. –
Se apresuró a meter sus apuntes a la mochila mientras se despedía con un movimiento de mano, dejando completamente solo a esos dos, luego de semejante situación incómoda, y sin motivo aparente por permanecer en el lugar, el tigre se acercó a tomar sus cosas para realizar la misma acción que su mejor amigo y abandonar el departamento de Chifuyu. Era evidente que Kazutora solamente se juntaba con el rubio por la amistad que este poseía con Baji, pero cada vez que quedaban solos, ni siquiera eran capaces de conversar por demasiado tiempo, el ambiente se volvía incomodo y la tensión en las expresiones del más alto le hacían entender al rubio que no le agradaba, aún si este había intentado por mucho tiempo ser su amigo, así como compartía siempre con el azabache quería ser cercano al tigre, pero este parecía reacio a tener una relación más allá que la forjada a causa de la pandilla.
– Bueno, también me voy. –
Rompió el silencio el chico de los reflejos amarillos mientras pasaba el bolso por sobre su hombro y se dirigía a la puerta de la habitación.
– Espera. –
Soltó Chifuyu sin estar seguro de sus propias palabras o siquiera porque había detenido al mayor sosteniéndole de la muñeca, Kazutora frunció el entrecejo antes de tirar de su propia extremidad con fuerza, sin poder quedarse demasiado tiempo mirando los ojos del rubio, que parecían tristes.
– ¿Y bien? . –
Exigió, pero Matsuno no sabía que decir para mantener al más alto a su lado, bajó la mirada y juntando el mayor coraje que podía volvió a plantar su mirada, esos ojos de un esmeralda profundo que miraban con firmeza al tigre, quien parecía ponerse nervioso.
– Tú... . – Comenzó antes de reacomodar sus ideas. – Yo no te agrado, ¿verdad? Kazutora-san. –
Quería salir de la duda, pero la oportunidad nunca se había presentado, o al menos había intentado obviar ese sentimiento, guardarlo por el bien de mantenerse los tres unidos, pero era difícil ignorar la forma en que el más alto le miraba, con cierto desprecio oculto con esa sonrisa torcida y falsa. Nuevamente silencio, Kazutora parecía debatirse en que debería responder ante esa acusación o intentar huir de la situación y fingir que nada de aquello había ocurrido, hasta que al final una risa sin gracia rompió el silencio, el tigre estaba riendo, o al menos eso parecía hacer, porque su rostro no mostraba ningún atavismo de estar feliz o que realmente aquello le pareciera divertido.
– A ti te gusta Kei, ¿no? . –
Esa pregunta consiguió que a Chifuyu se le removiera el piso, sus piernas parecían temblar y por alguna razón sus mejillas se sonrojaron.
– Eso sospeche. –
Escupió con desprecio Kazutora antes de girarse por sobre sus talones y correr a la salida, sin darle oportunidad al menor de siquiera explicarse. El más alto no entendía porque el corazón le dolía, podía deberse a que había corrido sin siquiera mirar atrás, dirigiéndose a su propio departamento donde sabía que nadie lo estaría esperando, le agradaba Chifuyu, aún si no lo admitiría en voz alta, por lo cual se le hacía molesto verle como un cachorro siguiendo su dueño, no podía quitarle sus amistades a Baji, por lo cual prefería mantener a todos alejados, después de todo no existía la amistad como tal, y eso le dolía, se sentía devastado cada vez que el rubio era amable con él porque sentía que solo lo hacía por ser amigo de Keisuke, no porque realmente le agradaba, podía notar que el más bajo admiraba al azabache y sus acciones rozaban mucho más allá de solo verlo como su idolo, se sentía sólo y desplazado, aun si estaban compartiendo a menudo los tres juntos.
Escribo rápido lo primero y luego me desinflo (?)
Vamo a crear malos entendidos jue jue jue
Aquí va que, Kazutora piensa que Chifuyu está enamorado de Baji, y entonces ahora Chifuyu va a pensar que Kazutora esta enamorado de Baji y Baji, no se da ni por enterao de porque sus "grandes amigos" están peleados.
No creo que este fic sea demasiado largo pero ya veremos
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Reescribir la historia {Fuyutora}
FanficLuego de hablarlo mucho muy con una amiga, encontramos que realmente la mayoría de los fics de esta pareja, además de ser triste (?), Baji está siempre muerto y Kazutora siente que es un reemplazo del otro para Chifuyu, así que decidí hacer esto, es...