Huellas

Preguntas

Esa mañana apenas y había logrado apartar a lord Cavill de sus pensamientos, la curiosidad sobre aquel hombre tan extraño no la dejaba en paz, Emily la saco de sus pensamientos anunciando que había terminado sus tareas, tomo el bordado inspeccionándolo se veía bastante decente así que decidió que por hoy era suficiente, premiando a la niña con un paseo por el jardín.

-Madre solía amar las rosas, por eso mandaron a plantar tantas a usted también le gustan señorita Collins? Pregunto la niña mirándola atentamente.

-Nadie podría resistirse me temo que son muy bellas lady Cavill. Respondió la muchacha mirando aquellas flores.- Su madre murió hace mucho? Pregunto sin poderse contener.

-No la recuerdo señorita Collins, si no fuera por esos retratos del salón no sabría decir como lucia, murió hace diez años según me conto padre. Fue todo lo que comento la niña con la pena en su rostro.

-Bueno querida seguramente ella no dejara que la olvides, debe cuidarte desde el cielo, por eso debes ser una niña buena siempre. La reconforto. -Lord Cavill se ha mostrado muy orgulloso cuando le comente sobre tus progresos. 

La tarde había pasado y cuando repararon en que hora de tomar el te volvieron hacia la casa entre risas, Henry escucho aquellos susurros y no pudo evitar sonreír se alegraba de que al menos la pequeña fuera feliz, pudo divisar a lo lejos a la muchacha y no pudo evitar preguntarse la razón por la que aquella huerfanita habría elegido ser institutriz y lo joven que se veía, a pesar de su edad y lo frágil que era cuando la conoció.

Cuando lo vieron ambas recobraron la compostura, el se limito a disimular una sonrisa y fingirse tan serio como de costumbre, invito a la joven a tomar el te y hasta permitió que Emily probara algunos pastelitos.

La tarde paso y la noche se hizo presente al retirarse echo una ultima mirada a ese par de cómplices y no pudo evitar sentirse complacido de recompensar a su hija al menos con una buena compañía que no podría ser la suya.

Parecía que no era el único  noctambulo en aquella casa o eso le se dijo al ver a la muchacha Collins despierta y observando el retrato de su esposa fallecida, el salón era su lugar favorito y no sabia como sentirse al respecto aquello era una falta contra su intimidad se pregunto.

-Muy bella,  no le parece? Interrogo logrando que ella se asustara y lo mirara avergonzada. 

-Muy hermosa, es una ninfa? Pregunto recobrándose del susto.

-Era mi ninfa. Contesto el sonriendo. -Mi querida y fallecida esposa me temo madame, que lo único que queda es su recuerdo.