𝐌 | ❝Una muerte sin dolor es una bendición❞
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𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Pandora quiere matar a
Vincenzo Cassano para vengar
a su esposo.
ó
𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Vincenzo Cassano cuida
a una madre y su hijo ausentes
...
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Capítulo 16. la bandera de la libertad
Vincenzo observa fijamente a Pandora durmiendo sin ninguna expresión. Por lo general es de los hombres que se van luego de cualquier aventura para examinar si realmente la otra persona está interesada, pero esta vez el juego de roles cambió y quedarse un rato más no le hará daño. Acaricia delicadamente el cabello de la rubia y se gira un segundo a revisar la hora. Nueve de la mañana.
— Pensé que estaría cansado. — murmura la mujer mirándolo. Él se acerca dándole un beso en la frente— lo veo muy tranquilo... ¿Por qué sigue aquí? es miércoles y debemos trabajar.
— Yo no tengo horario un laboral que debo cumplir, usted sí. — la abraza — sin embargo, hay una reunión con los inquilinos a las 11 ¿le gustaría venir?
— Puedo quedarme un rato antes del trabajo a las 2. — El italiano cierra sus ojos descansando. Pandora se sienta en el colchón sosteniendo la sábana en su pecho. — Señor Cassano...
— ¿Mm?
— Lo que pasó... ¿significa algo? — pregunta Pandora confundida, él desvía su vista hacia ella frunciendo su ceño y se coloca recto igual — Déjeme explicarle. He estado con muchos hombres y la mayoría sólo buscan esto ¿me entiende? el hecho de ser madre los espanta de inmediato.
Le da una sonrisa pero la borra un tanto triste. Vincenzo agarra su mano y le da un pequeño beso.
— La quiero mucho, señorita Myeong, al igual que la respeto demasiado. No debe importarle si no quiero Seong-jin como los demás porque no es así. Sinceramente... me preocupa más que ustedes me excluyan a mí de su familia.
— Usted tampoco se angustie, es buena persona y a todos nos agrada. Le agradezco muchísimo su sinceridad, señor Cassano — sonríe contenta.
— ¿No cree que se escucha muy formal? ¿"señor Cassano"? dígame sólo "Vincenzo" Después de todo ahora somos pareja.
— ¿"Pareja"? — alza sus cejas, él asiente. Se encoge de hombros tímida con un leve sonrojamiento en sus mejillas — eso se escucha tierno.
