𝐕𝐄𝐍𝐓𝐔𝐍𝐎. UNO DUE TRE

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veintiuna

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veintiuna. Uno, dos, tres

Pandora muerde sus uñas desesperada por obtener alguna respuesta rápida del doctor, quien se encuentra en la habitación frente a ella. Nunca ha descuidado a Seong-jin, jamás han pasado este tipo de accidentes de magnitud tan alta, sabe que algo pasa y eso es lo que más le aterra. Han pasado 3 horas y no tiene noticias de su pequeño. Vincenzo llega a su lado con una taza de chocolate caliente y una de café para él. La conoce tan bien que sabe que aquella bebida llena de cafeína no es bueno para su organismo. Se sienta a su lado pasando su brazo por sus hombros, dándole apoyo.

— ¿Familiares de Myeong Seong-jin? — la pareja se levanta de inmediato observando con atención al médico — su hijo tiene golpes en el rostro y algunos en el abdomen, desafortunadamente tuvimos que hacerle una operación de urgencia ya que una de sus piernas sufrió una fractura.

— ¿Pero estará bien?

— Con el tratamiento y las medicinas que le daremos aquí en el hospital, lo estará. Le mandaremos muletas y por si acaso una silla de ruedas. Necesitará vigilancia, todavía es un niño, fue gravemente lastimado, hay que ser más precavidos.

— ¿Cuánto tiempo deberá quedarse?

— Su recuperación tardará un par de semanas, pero en unos días se le podrá dar de alta si todo sale bien para que siga en casa y le haremos controles semanales.

— ¿Está dormido por la operación?

— Así es. Más tarde pueden pasar a verlo, por el momento debe descansar mucho.

— Gracias.

Se inclinan dejando ir por una vez al señor. El italiano frunce su ceño.

— ¿A dónde va? — pregunta Pandora al verlo caminando por el pasillo.

— A darles su merecido.

𝐌𝐀𝐅𝐈𝐀 ━━ VincenzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora