𝐌 | ❝Una muerte sin dolor es una bendición❞
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𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Pandora quiere matar a
Vincenzo Cassano para vengar
a su esposo.
ó
𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 Vincenzo Cassano cuida
a una madre y su hijo ausentes
...
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capítulo 4. el zorro que perseguía su cola
— ¡Mamá, hay un hombre con un traje elegante en la puerta!
Pandora saltó de su tocador al escuchar a su hijo y desvió su vista al reloj. 7:50 pm. Llegó antes de tiempo, pensó que no lo haría. Lleva 2 horas arreglándose, se tuvo que poner un vestido azul eléctrico y un par de tacones, en los eventos escolares trata de ser casual y no llamar tanto la atención, lo cual le encanta ( es la mamá más guapa y joven que hay en el colegio, obviamente). Baja las escaleras hallando al italiano y a su hijo, este último tiene una cara de pocos amigos.
— ¿Esto fue planeado por el universo? me siento rara— murmura mirando el traje del hombre del mismo color que su vestimenta. — en fin, Seong-jin, él es Vincenzo Cassano. Él nos ayudará esta noche con el problema que tenemos.
— Me da mala espina.
— No tienes nada de qué preocuparte. Deberías estar feliz. Él es un amigo — le da una sonrisa tranquila tratando de no tomar el arma en su bolso y matarlo. — le explicaré todo en el coche, ya debemos irnos.
Salen del apartamento, llegando al estacionamiento, donde se encuentra la camioneta del italiano. Le abre la puerta a la rubia, lo cual le toma por sorpresa.
— Okey, vamos a decirle todo lo que necesita saber para que este plan salga bien — empieza a hablar la mujer mientras el hombre conduce — su nombre es Myeong Park-jon, trabaja como contador en la empresa Babel. Se fue al extranjero hace 3 años y apenas volvió ayer en la tarde.
— Me gustan los video juegos, pintar y el rock — añade Seong-jin — a mamá le gustan las caricias y los besos, papá la abrazaba mucho.
— ¡Seong-jin! — le regaña apenada por la presencia del "desconocido"— como sea, eso no es necesario. Solamente tiene que presentarse como mi esposo, del resto nos encargaremos nosotros. No hable con desconocidos a menos que yo esté para controlar la situación. Ah, y Seong-jin, no te quiero ver peleando con tus compañeros y tampoco profundizando el tema de tu padre ¿me entendiste?
