Entre Dos Brujas. (Harry Potter)

Seguid

Mil disculpas por la enorme ausencia..

Espero que les guste este triste intento de historia.

Cómo siempre los personajes no me pertenecen, yo solo los ocupo sin fines de lucro.

Capitulo IX. Seguid.

Dos llamadas de emergencia.

De todas las situaciones que pudo preveer, aquella simplemente no había estado sobre el radar en absoluto.

Azkaban había sido atacado, y aunque el escape del círculo íntimo del recién resucitado señor oscuro era por demás preocupante, los pocos guardias humanos que había en la fortaleza solo habían sido heridos, ninguno de gravedad, los detalles aún flotaban en el aire, y las ramificaciones del tal acto aún tendrían que verse, sin embargo, el que no fuera un escape masivo, era el lado bueno, si es que hubiera alguno.

La segunda llamada era por mucho la que más había hecho que su corazón ya viejo se llenará de pavor crudo. El callejón Diagon había sido atacado e incomunicado, alrededor de el se habían regido barreras antiaparición, y la red Flu del caldero chorreante y algunas tiendas más habían sido cerradas, tal como habían hecho en el peor momento de la guerra, desde fuera habían hecho todo lo posible para entrar a ayudar lo más pronto posible, pero el mejor que la mayoría sabía lo que la magia era capaz de hacer en algunos minutos.

Afortunadamente, o por lo menos el se obligó a considerarlo de esa manera, el informe oficial que madame Bones le había dado le decía que las bajas eran solo de los mortifagos, claro que hubo un par lesiones en civiles, pero nada que un par de minutos en San Mungo no pudiera solucionar, todo gracias a un grupo de personas que se habían levantado en defensa del callejón, lo complicado del asunto era que según testimonios de aquellos que presenciaron el duelo entre los dos grupos, la magia utilizada por "una bruja de cabellos color fuego y ojos verdes tal como la maldición asesina" no era algo que se viera todos los días.

El sabía que el ministerio podía hacer poco para ocultar los hechos cuando había tantas personas presenciando lo sucedido, ya podía ver a los reporteros de la red inalámbrica y del Diario El Profeta rondando alrededor en busca de la mayor información posible, y también era consiente que una vez se supiera que Harry era de hecho la bruja de la que se hablaba les especulaciones sobre los dos hechos dejarían poco a la imaginación sobre quién era aquel que estaba detrás de ellos.

- Supongo que ya han canalizado a los pocos heridos a San Mungo. - Le dijo a Madame Bones que había permanecido a su lado desde que había entrado a su oficina en Hogwarts.

- A la mayoría. - Le dijo, mientras erguia una sala de privacidad a su alrededor con un movimiento de varita. - Harry sigue en el callejón.

- ¿Alguien la ha visto? - le pregunto, esperando que toda la situación pudiera aún ser controlable.

- Un par de aurores pero no creo que la reconozcan, ninguno había estado en la fuerza al mismo tiempo que James y Lily, Alastor ha estado con ella todo esté tiempo y tengo a Kingsley y a Tonks custodiando de ojos curiosos. - Le dijo, haciendo que su mente que había estado creando planes para ello descansará unos segundos. - Aunque quisiera hablar contigo más ha fondo.

Volteó su mirada hacia ella, haciéndole la pregunta tacita.

- La magia que utilizo estuvo a poco de ser lo suficientemente oscura como para llevarla presa. - Los ojos grises de la jefa de la oficina de aurores, irradiaban la suficiente autoridad como para incluso alguien como el se sintiera en la necesidad de hablar. - Y estoy segura que no lo aprendió en la escuela.

Su mano cepillo su barba con calma, quedaba implícito que la única razón para que tuvieran esa conversación era que ella misma había interferido para que no pisará el ministerio como culpable de la muerte de los mortifagos, y seria archivado como uso excesivo de fuerza en defensa propia, un derecho que como jefa de una casa noble no tenía ninguna repercusión, pero que pudiera cambiar con la misma facilidad si le dejaba en la oscuridad. - Madame Bones... - Comenzó sabiendo que lo que diría podía llegar a ser sumamente peligroso, no sólo para ellos, sino para la gente que los rodeaba. - Fui tu maestro durante siete años, te he visto enfrentarte a numerosos obstáculos en tu carrera, se que tienes los mejores intereses en el corazón, pero espero comprendas que si llego a compartir lo poco que se en este momento, todo cambiara, para bien o para mal aún no lo sé.