Una Bala

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Chūya lo había escuchado en las películas mexicanas que acostumbraba a ver desde que llegó al país. No conocía mucho qué cosas debían hacerse en qué fechas del año. Confundía La Revolución Mexicana con la Independencia de México, así que, en la parte de arriba de la camioneta, por una puerta sacó medio cuerpo, mostrando su traje revolucionario, su sombrero y su falso bigote de Francisco Villa.

"¡¡VIVA MÉXICO CABRONES!! ¡¡VIVA LATINOAMÉRICA!!".

Él se escuchaba con total normalidad, pero quienes lo percibieron, escucharon un "ビバメキシコカブロネス、ビバ ラテンアメリカ" de su parte. Rieron.

"O-Oye, Chūya-san, todos se están riendo... ¿No te habrás equivocado en algo?".

Decía Ryūnosuke un poco apenado. Conducía la camioneta de Chūya, sentado del lado izquierdo. Aún no se acostumbraba a conducir del lado izquierdo, pues en Japón, es del lado derecho. Lo mismo con el lado preferente, en México es ir a la derecha y no a la izquierda. Poco a poco todos se adaptarían.

Chūya bajó un poco al interior de la camioneta y dió un trago de tequila. Ya estaba un poco ebrio y sólo quería divertirse. ¿Por qué no? Todos lo hacían.

"Claro que no, Akutagawa. ¡Yo soy quien mejor entiende el mexicano! ¡Mírame! En un rato iré a conquistar mujeres hermosas".

Dijo, seguido de un hipo ligero.
Akutagawa suspiró con cansancio.

"Chūya-san, nosotros dos estamos saliendo... ¿No lo recuerdas?".

Estaba más apenado que Chūya. El pelirrojo revolucionario rió. Él miraba a dos Akutagawas con los efectos del alcohol.

"Los felicito. Ustedes hacen bonita pareja".

No había remedio. El tequila no era la mejor bebida para Chūya. Ryūnosuke iba a retirar el arma de fuego de «Marcos (Chūya)» para evitar alguna locura que se le podría ocurrir, pero Chūya subió a la superficie con arma en mano, muy feliz. La traía de lujo.

🏜️

Por su parte, en la camioneta de Dazai..
El castaño iba bastante tranquilo. Portaba su traje revolucionario y su sombrero, siendo uno de los más atractivos de la Narko Mafia. No acostumbraba a beber mucho, así que aún no lo hacía. Conducía su vehículo teniendo de única compañía a Atsushi, en la parte del copiloto, al lado del conductor.

"Dazai-san...".

Llamó tímido. Sonreía tierno y con un ligero rubor en sus mejillas. Volteaba un poco hacia su novio y apreciaba su belleza. Estaba muy orgulloso de Dazai, aunque todos le llamaran idiota. Para él era mucho más. La persona que salvó su vida luego de que él salvara la suya, la persona que lo alimentó aún sin tener su billetera, le dió un hogar, un trabajo. Su agradecimiento hacia él no era corresponderle a sus sentimientos, él correspondía porque en verdad lo amaba. Eran dos cosas distintas.

"Dime, Atsushi-kun".

Respondió sin voltear. Atsushi sonrió, mientras sacaba una carpeta con papeles, la cual miraba de forma traviesa.

"Esto... Estuve estudiando las frases de México que me diste el otro día. ¡Aprendí muchas! ¿Quieres escuchar?".

"Anda, dilo. Dime... ¿Cómo se decía Me gusta el Chazuke en español?".

Soy gay!".

Dazai rió a carcajadas, confundiendo al albino. ¿Había algo mal en su frase? Se suponía que estaba en lo correcto ¿O acaso tendría un error?

"¿Dazai-san?".

"Eso fue... ¡Tan inocente!".

Respondió entre risas. Ahora los dos estaban riendo, Atsushi sin razón, y Dazai porque lo sabía.

"Lo que tú dices... Eso significa que no eres heterosexual. Que no te gustan las mujeres, y que te gusto yo. Atsushi-kun".

"¿Sí...?".

Dazai detuvo la camioneta, estacionándose a la orilla de la carretera y entre los arbustos. Desabrochó su cinturón de seguridad, y se aproximó a Atsushi, poniéndolo nervioso por la manera en que empezaba a tomarlo.
El albino cubrió su rostro con su sombrero tricolor, aún sentía pena de tener un novio. Estaba sonrojado y su corazón latía a gran velocidad.

"Te amo mucho. Quiero una vida junto a tí y junto a la familia que formaremos. Porque ahora eres tú mi razón de vida, Atsushi-kun".

Se miraron a los ojos luego de que Dazai apartara ese molesto sombrero del rostro de Atsushi. Fue un corto intercambio de miradas, ya que el jefe de la ahora Narko Mafia, besó los labios de su pareja de manera amorosa y apasionada, siendo correspondido.

"También quiero eso contigo, Dazai-san... También te amo mucho".

🏜️

El desfile terminó para todos los demás, pero no para la Narko Mafia.

Mori y Tachihara trajeron fuegos artificiales que pudieron disfrutar al anochecer. Eran hermosos.

Escuchaban música variada, de banda para los románticos como Poe y Ranpo, que cenaban tacos de carne asada, apartados de los demás.

Kouyou y Kyouka disfrutaban de los fuegos artificiales, como en los tiempos de Hanabi en Japón. Sólo que a diferencia de porta Yukatas, vestían de adelitas revolucionarias, con largas trenzas y sus flores.

Lucy practicaba los disparos, en una tabla de madera y con el arma menos costosa de todas.

Akutagawa... Cuidaba de un ebrio y dormido Chūya por el alcohol.. fue un agotador día para él.

Dazai y Atsushi se alejaron de los demás, tomados de la mano, y con un arma en su otra mano. Dispararían al aire en un terreno vacío. Un terreno que pertenecía a una de las hectáreas de Dazai.

"¿Estás listo, Atsushi-kun?".

"Lo estoy".

Apretaron el gatillo, y comenzaron los disparos, sin saber que llamarían mucho la atención.
Alguien de otro grupo percibió los disparos y empezó a disparar hacia ellos, creyendo que se trataba de policías en busca de grupos criminales.

Alguien recibió una bala perdida en su abdomen.

"¡¡OYE!! ¡¡ESTO NO!!".








Perdonen que no haya Sido interesante hoy. Los demás los escribiré con menos sueño :")

ENANOS PODEROSOS [LA MAFIA EN LATAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora