Cap1: Lazos Formados

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Illyasviel no sabía que pensar de su servant. Únicamente pudo dejar escapar un pesado suspiro, mientras permanecía acostada en su cama, recordando cuando Issei, como su servant se hacía llamar, le contó su leyenda. Un pervertido del montón que descubre la existencia del mundo sobrenatural y resulta que posee un dragón legendario en su interior, que después rompe un compromiso, derrota a un par de seres poderosos, y finalmente cae presa de la ira y destruye todo por lo que luchó al perder a una de sus amigas, aunque, recordando cómo él describía la relación de ambos, no le costó imaginar que esa amiga estaba enamorada de él.

Al menos, parecía que su servant era poderoso, si la fuerza que demostró durante su berrinche ante su aspecto era un indicador válido... Un berrinche por su aspecto. Illyasviel no pudo evitar enojarse nuevamente al recordar el origen de la decepción de su servant con ella. No fue su deseo de vengarse, ni que ella no fuese humana técnicamente. No, su servant se decepcionó e hizo un berrinche porque ella era baja... Y no tenía pechos.

Que le veía ese idiota a los sacos de grasa en el pecho femenino?! Ella no lo entendía. Y tampoco era su culpa no poder desarrollarse como un humano normal! Era un homúnculo! Y no había sido creada como su madre o como la mayoría de homúnculos de los Einzbern!

Un segundo suspiro fastidiado escapó de entre los labios de la pequeña de cabello blanquecino, quien se dejó caer en su cama dentro de su habitación, antes de envolver sus brazos alrededor de su almohada. Otra vez se encontraba con el mismo hilo de pensamiento. Era ya la cuarta vez que pasaba cuando intentaba recordar la leyenda de su servant. Simplemente no podía evitar recordar su berrinche al pensar en él, y tampoco podía evitar enojarse con él. Pero, al mismo tiempo, dependía de él para su venganza. Y para ganar. Pero, su venganza era más importante, ganar estaría bien si lo conseguía después.

Fuera de la habitación, Issei se encontraba sentado de piernas cruzadas, con su espalda recostada contra la pared. Había llegado hace un par de días junto a su master, y, después de que le contó su leyenda, y de que ella le dijese que lo había invocado con dos meses de antelación, no habían vuelto a cruzar palabra. El intentaba acompañarla, y hablar con ella, pero, o era ignorado, o le decía que hablarían cuando debiesen hacerlo.

Issei dejó escapar ya el tercer suspiro en el tiempo que llevaba fuera de dicha habitación después del almuerzo. Tres suspiros en menos de una hora, ocasionados por la misma chica. Todo un récord para él, aunque no eran suspiros originados por lo sexy que le parecía. Escuchó pasos acercarse por el pasillo, y sus ojos se movieron hacia una de las puntas del mismo. Pocos segundos después, vio que dos homúnculos pasaron caminando. Vestidas con ropas mayormente blancas y bastante holgadas, las cuales impedían contemplar su figura, aparte de usar... Issei no estaba seguro de cómo se llamaba lo que cubría sus cabezas, pero impedía ver su cabello.

Issei soltó un bufido molesto. A pesar de que sus cuerpos estaban cubiertos, el sabía perfectamente que debían ser hermosos. Se notaba fácilmente, sobre todo por el pecho de una de ambas homúnculos, el cuál era considerablemente grande, y no podía ser escondido por lo holgada que era su ropa. Consideró usar el Dress Break en ellas, pero inmediatamente descartó la idea, temiendo que su master le impidiese con un hechizo de comando usarlo en combate si encontraba mujeres que valiesen verdaderamente la pena.

Hechizos de comando. La guerra. Otros sirvientes. Issei alzó una mano hasta su nuca para rascar la misma mientras que desviaba la mirada de ambas homúnculos y la dirigía hacia el suelo. Si ganaba... Que debía pedir? Realmente no estaba seguro. Reencarnar? Era una opción, no podía cumplir su sueño de tener un harem estando muerto, pero... Reencarnar sólo el? Podría hacer uso del grial para revivir a sus amigos fallecidos? Aparte, estaba el deseo de su master... No le preguntó cuál era. De hecho, recordó nuevamente que no habían hablado nada desde que él le contó su leyenda.

El Emperador Dragón Carmesí y la Homúnculo de Cabello BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora