Issei: El heredero Sparda

Capítulo 23 Ciudad Fortuna - Final

-¡¿PERO ESTO QUE EEEEEEEESSSSSSS?!-

El peliblanco dio un salto hacia atrás.

Poniendo distancia entre aquella extraña criatura y su persona.

Pese a que estaba encadenada tenía ciertos metros de cadena que le permitieron acercarse hasta el peliblanco.

Permitiéndole al chico apreciar con mayor detalle a la criatura.

Parecía ser una especie de dragón.

Sacando a [Rebelión] el peliblanco se preparó para atacar.

-¡Esperen!- exclamó una voz a espaldas del chico.

Volteando levemente el peliblanco se topó con Alphamon y Omnimon, pero había algo raro… los mencionados venían acompañados de lo que parecía ser otro digimon.

Portaba una extraña armadura dorada que cubrían algunas partes de su cuerpo, cuya piel era de color azul.

-Alphamon ¿Quién es él… y por qué me detuviste?-

-Él es Magnamon, su presencia fue la que sentimos en aquel bosque así que fuimos en su búsqueda, pero tras hallarlo nos encontramos con que estaba engrilletado con unas cadenas muy especiales, ya que restringían el poder del capturado, pero resultaban fáciles de romper para aquellos que se encontraban en libertad-

-Entiendo, pero… ¿Por qué me detuviste?-

-Para que no cometieses un error- explicó Alphamon -Quien tienes frente a ti es uno de nuestros viejos camaradas. Su nombre es Imperialdramon-

-¿Imperialdramon?- preguntó el peliblanco mirando al ahora identificado como Imperialdramon mientras Omnimon cortaba las cadenas que le mantenían preso con extrema facilidad.

-Gracias por haberme liberado- habló el enorme "dragón" pasando a mirar al peliblanco -Lamento haberte sorprendido, pero al verte entrar pensé que eras uno de los seguidores de aquellos que me encerraron aquí hace ya tanto tiempo-

-Adivinaré… la orden de los huevos…- masculló el peliblanco -¿Cómo es posible que un grupito liderados por un ancianito causen tantos problemas? Espera… ¿cómo fue exactamente que ustedes acabaron siendo capturados?- mirando a Magnamon e Imperialdramon -según he podido apreciar… tanto Alphamon como Omnimon son muy fuertes… y si son compañeros suyos deben ser también muy fuertes… o al menos cientos o miles de veces más fuertes que las personas de esta isla-

-Eso fue debido a las órdenes que se nos fueron entregadas- habló Imperialdramon mirando fijamente al peliblanco -Tras un extraño fenómeno que afecto al [Mundo Digital] en que vivíamos… algunos de nosotros terminamos aquí, por aquella época una gran batalla asolaba este mundo y debido a nuestras experiencias pasadas decidimos apoyar a los humanos que, de los bandos enfrentados, eran quienes llevaban las de perder y por mucho… pero fue entonces que conocimos a unas personas muy especiales… muy parecidas a ti-

-¿A mí?- señalándose a sí mismo.

-Si no mal recuerdo… sus nombres eran… Sparda y Wilbert-

-¿Mi padre?- preguntó el peliblanco sorprendido.

-Así es, pese a que por su raza pertenecían al bando de los demonios… estaban peleando por proteger a los humanos con todas sus fuerzas pese a que nadie les estaba obligando. Por eso fue que decidimos ponernos bajo sus órdenes, además de que vimos su gran capacidad estratégica y militar-

-Pero fue muchos años después de esos eventos que terminamos capturados… por la misma gente que se nos había encomendado proteger-

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