En mil pedazos - James Potter [CANCELADA]

「 capitulo 12 」

❝ capitulo 12 - el apoyo de un amigo ❞

Laila-

Estar acostada en mi cama de nuevo se sentía bien, era bueno estar de vuelta en Hogwarts. Había llegado hace como una media hora, los chicos no paraban de contarme las bromas que hicieron esta navidad, no paraban de hacer preguntas de cómo me fue allá y de lo mucho que me habían extrañado.

Yo también los había extrañado, pero en ese momento necesitaba relajarme un poco, así que decidí darme una ducha y luego bajar a la sala común para ir con mis amigos al Gran Comedor.

Daiana me miro desde su cama con una mueca antes de pararse y acostarse a mi lado.

—¿Estas bien?

—¿Que? ¿Yo? Sí, estoy perfecta.

—Vamos Laila, te conozco y se que no es así.

—Solo... no se, algo abrumada por estar devuelta con todos ustedes y el bombardeo de preguntas.— voltee a mi lado y le dedique una sonrisa algo forzada a mi amiga.

—Esta bien, cualquier cosa que tengas que decirme aquí estoy, cuando sea.— me tomo la mano mirándome con una pequeña sonrisa. Daiana me conocía, por lo que sabia que aunque insistiera yo no le diría nada hasta que este lista.— Vamos a comer, los chicos nos esperan.

Nos paramos de mi cama y bajamos a la sala común donde se encontraban los chicos y... Lily.

—¡Laila! Al fin, siempre tardas mucho.— dijo James sentándose ya que previamente se encontraba acostado en uno de los sillones.— Vámonos.

Todos se pararon, incluso Lily y Remus noto mi mirada algo incomoda.

—¿Lily puede venir? También tiene hambre.— me dijo Remus y todos me miraron suplicantes de que la dejara venir, no se que les pasaba, yo no elegíacamente este tipo de cosas.

—Si, claro. No es como que yo decido quién puede venir y quien no, ¿cierto?— dije y todos asintieron felices antes de salir de la sala común.

Todos iban hablando y riendo entre ellos mientras yo me mantenía un poco alejada, me sentía fuera de lugar. Tenia sentido y no los culpaba, ellos hablaban de las cosas que pasaron en navidad y yo claramente no tenia ni idea de lo que hablaban.

Llegamos al Gran Comedor y todos nos sentamos juntos, ya habían varias personas ahí comiendo, así que cada quien se sirvió su comida mientras seguían hablando y riendo. Remus pareció notar mi incomodidad de nuevo, así que corto las risas y conversaciones y me miro, haciendo que todos lo hicieran.