2; había un río seco y lleno de guijarros

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Nakahara Chuuya era un reconocido poeta en estos tiempos, además de ser una persona realmente atractivo y sociable comúnmente, todos podrían llegar a ser amigo de tal hombre, ya que en verdad era amigable con los demás, claro, si eres una persona que pueda cumplir con aquel requisito que tiene Chuuya para que pueda ser amigable contigo.

Aquel requisito es el respeto, así de sencillo es, aquel valor es importante para Chuuya a la hora de hacer amistades o interactuar con cualquier tipo de persona y lo que más le desagrada son las personas que no tienen ese valor tan sencillo.

Así que si tú no muestras al menos respeto básico hacia el poeta, este tampoco lo mostrará hacia ti.

En este caso, lo que sucedió tiempo atrás con el cura notó que se estaba burlando de él descaradamente, ¡de paso burlándose de su estatura! Esto hizo sacar el lado que nunca nadie vio de Chuuya, excepto ese cura burlón que disfrutaba ver como el poeta daba saltitos en busca de su sombrero.

Esa fue la primera y de seguro la última vez que el pelirrojo perdiera cualquier tipo de respeto básico hacia alguien solo por qué un desconocido se burlara de él, fue un descuido, ahora tenía que asegurarse de que eso no volviera a pasar.

Y así con esos pensamientos en mente continuó su camino hacia al pueblo que se dirigía, viendo como se hundía cada vez más en el bosque, como un pozo sin fondo, observaba los árboles que se mecían por el suave viento de la madrugada... sí... ¡La madrugada!

¿Cómo no se dio cuenta antes que ya estaba amaneciendo? ¡Eso quiere decir que lleva más de 3 horas caminando por este bosque! Estaba perdido y ahora se lamenta no haberle pedido ayuda a ese cura de antes, ¿qué se supone que hará ahora?

¿Gritar para que alguien lo escuche? O ¿seguir caminando con la esperanza de que encontrará el camino esta vez?

Estoy jodido...

Fue lo que dijo luego de apoyar su espalda a un árbol y caer sentado al suelo viendo al cielo con una sonrisa en sus labios.

Bueno, esta vista no está nada mal...

— Claro que no, es hermosa ¿no lo crees?

Esa voz, pudo haber jurado que la escucho antes y así fue, porque el dueño de esa voz era del mismo cura de antes, ¿qué hacía él aún por acá?

Miró como llegaba a su lado y se sentaba de igual forma mirando al cielo, observó su rostro por un momento y lo dejó intrigado, era sombrío, no mostraba algún tipo de expresión, sus ojos parecían que estuvieran sumergidos en emociones espeluznantes.

Eso solo hizo que despertara la curiosidad dentro de Chuuya, pero no se atrevería a preguntar por qué ese cura se encuentra de esa manera, mucho menos a una persona que acababa de conocer en poco tiempo, prefiere guardarse su curiosidad y mejor preguntar dónde queda el pueblo que tanto está buscando.

Oye, ¿conoces algún pueblo cerca de aquí?

Déjame pensar... ¿Un pueblo dices?

Se había girado hacía a él con una sonrisa inocente en su rostro sin tener idea de lo que el pelirrojo acaba de decir, esto hizo suspirar al poeta y verlo con una ceja alzada.

Si, solo hay un pueblo que puede haber por acá según mi información, ¿realmente no sabes nada a pesar de que eres un cura que pasea por acá?

Bueno no es como si pudiera guiar a cualquier persona hacia al pueblo, por lo que veo no eres de por acá y podrías ser algún tipo loco que quiera hacer una masacre por todo el lugar.

Chuuya no podía creer lo que estaba escuchando, ¿ser él un asesino loco? Dios, solo es un poeta que esta de camino, además no tiene la apariencia de ser algún asesino serial o algo así ¿en serio ese cura creía que lo era?

Si fuera un "tipo loco" como tú dices, créeme que te hubiera hecho algo ya tonto.

¿Oh? Pero antes me amenazaste con golpearme ¿no fue así?

¡Solo estaba enojado! ¿Bien?

Este se había sonrojado por el recuerdo de aquel entonces, eso fue porque realmente estaba enojado y no pensó sus palabras, sin embargo, lo haría por lo que acababa de decir el castaño a su lado.

— ¿cómo tanto enojo puede caber en un cuerpo tan pequeño?

— ¡Te lo advertí!

Fue así como el poeta se abalanzó hacia al otro haciéndolo caer, Chuuya le iba a dar un golpe, pero fue esquivado fácilmente mientras que el cura aprovechó para hacer un movimiento rápido haciendo que el pelirrojo cayera debajo de él, lo miró con una sonrisa en sus labios viendo como la persona debajo de él forcejeaba por salir de esa posición tan incómoda.

— ¿Qué? ¿Ahora no vas a golpearme porque estás en esta posición?

— ¡Cállate! ¿Quién te crees que eres? ¡Solo discúlpate por insultar mi estatura y dime dónde queda el pueblo!

Dazai iba a decir algo, pero fue interrumpido por la voz de su aprendiz quien miraba estático la escena, giró a ver como su rostro se teñía en un sonrojo mientras evitaba mirarlos nerviosamente, Chuuya qué vio como alguien había llegado no pudo evitar sonrojarse también por la situación en la que andaba, sin duda haría pagar a ese cura.

— Mejor regreso... sigan ustedes... perdón las molestias...

— ¡No, espera!

El poeta exclamó desesperado al ver como el otro se alejaba, quería preguntarle dónde quedaba el pueblo que está buscando, pero una mano acabó por callar la voz del pelirrojo, este giró a ver con molestia al cura que lo miraba con una sonrisa y su dedo índice indicando que guardara silencio.

¿Qué rayos quiere este cura de él? Ya fue suficiente con que se burlara de él, que alguien malinterpretara su posición y ahora ¿lo calla? Esto es el colmo, él solo quería irse de ahí.

Así que con fuerza mordió la mano que lo silenciaba y con prisa aprovechó para irse de ahí, estar con ese cura pervertido no era la mejor opción, ahora mismo tiene que ir por el chico que acabó de irse, trató de correr con más fuerza en busca del chico mirando por todas partes a donde se había metido y sin tener algún resultado siguió corriendo en su búsqueda y hubiera seguido así si no fuera chocado con algo.

— ¡Mierda!

— ¡Ay, perdón! ¿Está bien? ¿No se hizo daño?

Con suerte había chocado con el chico que andaba buscando, con una sonrisa lo agarró de los hombros y feliz le dijo:

Vas a guiarme al pueblo de acá cerca, ¿bien niño?

Atsushi no sabía que decir así que solo asintió con la cabeza confundido por lo que acabó de pasar, primero que nada ¿Ese sujeto no era la persona que antes su maestro estaba devorando? ¿Cómo fue que de un momento a otro lo tuviera aquí al frente de él? Y también ¿Guiarlo al pueblo? Tenía muchas preguntas, pero no pudo hacerlas por qué su mano fue jalada por el pelirrojo que le decía que se diera prisa en guiarlo.

Luego podría preguntarle, primero lo ayudaría, ya que luce realmente desesperado.












Más tarde publicaré el capítulo 3, espero que tengan un buen día hoy ❤️

Devuélveme El Otoño [Soukoku/Shin Soukoku, BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora