Devuélveme El Otoño [Soukoku/Shin Soukoku, BSD]

10; sobre un guijarro despidiendo una sombra

Atsushi estaba en la cocina ayudando a su amiga que se encontraba mezclando algo en un recipiente, mientras que ella estaba haciendo eso, el otro andaba decorando un pastel con glaseado, sin embargo, algo salió mal en el proceso de decoración que causó que suspirara con cansancio.

— No puedo decorar más, cada vez que lo hago... al final termino arruinando todo...

Dijo eso colocando ambas manos en su rostro con frustración, pero fue detenido por la chica quien lo detuvo antes de que comenzará a jalar su cabello, Kyouka sabía bien como descargaba su frustración el albino, ya sea a través de jalar su cabello, comer o llorar.

Pero la primera se frecuentaba más.

— Te dije que no puedes jalar más tu cabello o quedarás calvo.

— ¡Pero mira ese desastre! Por mi culpa te atraso más...

— No me importa si me atrasas, además solamente derramaste un poco de glaseado en dónde no debías, eso se puede arreglar.

Kyouka miró de reojo el pastel y con una seña quiso decir que Atsushi se fuera para ella poder arreglarlo, el otro dejo la cocina para irse a la sala de estar y tumbarse en un sofá observando el techo con una expresión cansada.

Pensaba que dejaría de causar problemas si solo pudiera ser más útil, ya que no sabe decorar, hornear o mezclar ingredientes básicos en un recipiente por qué de alguna forma terminan mal.

Le gustaría ser útil tanto para su amiga como para los demás, siempre que se ofrece ayudar solamente termina empeorando las cosas. Aunque cuando ayudó al poeta sintió que al fin había hecho algo bien, en ese momento tuvo una sensación de tranquilidad al notar que no había fallado en ayudar a alguien.

Ojalá y así fuera con Akutagawa...

— Oye, ¡ya reacciona!

Atsushi se levantó rápidamente del sofá volteando a la dirección de dónde vino la voz, observando que un azabache estaba entrando por una ventana, eso causó que el albino diera unos pasos hacia atrás viendo con miedo a Akutagawa que de manera imprevista se acercaba a él.

¿Cómo rayos entró fácilmente por la ventana?

Solamente imaginaba que estaba aquí para al fin saber si hizo lo qué le ordenó, aunque al final su maestro le dijo que el mismo lo arreglaría, pero  nunca pensó que llegaría a invadirlo de esta manera.

Recordó las palabras de su maestro y con un tono de voz nervioso habló.

— Akutagawa... Verás, si estás aquí por lo que me dijiste que hiciera... Estoy en eso...

— ¿Qué quieres decir con eso? Llevo rato hablándote y no me decías nada, creí que te desmayaste o algo así.

— ¿Desmayarme? Solamente estaba sumergido en mis pensamientos... ¡Perdón si te cause problemas con eso!

El albino rápidamente hizo una reverencia en forma de disculpa, aunque quedó estático luego de notar algo, ¿Akutagawa estaba preocupado por él?

¿No estaba aquí por lo que le ordenó?

— Estoy aquí claramente por lo que te ordené, Jinko.

Su pensamiento se había roto luego de escucharlo, era obvio que jamás se preocuparía por el albino.

— Como ya oíste Akutagawa, estoy en eso.

— ¿Crees que me voy a tragar eso? Dime la verdad, ¿Fuiste a ver a Dazai-san y le convenciste?

— ¡Si fui! Pero obviamente no puedo convencerlo de la noche a la mañana, ¡lleva tiempo!

Atsushi no estaba mintiendo del todo, el si fue y le dijo lo que estaba intentando Akutagawa a su maestro, pero obviamente no lo convenció, solamente no quiso intervenir con la decisión de su maestro.