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¿También lo había sentido él? Se preguntó. Por la mirada en sus ojos le hizo pensar que sí, pero antes de que pudiera estar seguro...

—Tenemos suficientes tomas para el calendario. —Hanemiya se alejó aclarando su garganta dos veces seguidas. Rascaba su nuca enloquecido, debía aprender a controlarse, porque esta vez no sabía que le sucedía con aquel rubio que le atraía tanto a su cuerpo.

—Oh... —Se decepcionó ante aquello, más allá de todo, Chifuyu comenzaba a tener confianza en su cuerpo—. Estaba siendo divertido...

Kazutora lo observó en silencio por un momento, sin saber por qué estaba por hacer lo siguiente.

—Si algo aprendí es que a veces es mejor que sobre a que no tener suficiente, ¿cierto?—Kazutora preguntó volviendo a tomar la cámara entre sus manos, dejando asomar una sonrisa en sus labios.

Chifuyu se mordió el labio inferior mientras asentía con su cabeza mientras sonreía, no todos los días un tipo ardiente le tomaba fotografías, ¿cierto?

—Está bien—dijo—Pero sólo si estás seguro de que no te molesta cumplirme este capricho.

La boca de Kazutora se torció—¿Si acaso me importa sacarle fotos a un chico tan hermoso como tú? Es un trabajo difícil, lo admito, pero alguien tiene que hacerlo.

Chifuyu, por primera vez en la noche, rió, sus mejillas se colorearon ante el cumplido.

Dios, Kazutora sabía exactamente qué decirle a un chico.

Él se agachó, apoyándose en una rodilla frente a él, que se encontraba aún recostado en el sofá.

—Me gustaría concentrarnos ahora en tu rostro y fracciones. Muéstrame tu mejor mirada sensual.

Y de ello, era lo que mejor sabía hacer, usar sus expresiones faciales. Él tenía el poder de verse varonil, pero sensual a la vez, con un toque de delicadeza, y eso, era lo que los enloquecía a todos sus seguidores y fans.

Kazutora inmediatamente empezó a tomar fotos. —Eso, no pares. Déjate llevar a tu gusto.

Chifuyu no dejaba de posar para él, y Kazutora, encantado, no paraba de fotografiar y dejar su boca halagar con picardía. Mas el otro se detuvo y no lo comprendió.

—¿Por qué te detienes?

—Sé que tienes más que dar, ¿y si te descubres del todo? Podrías dejar la bata en tu zona íntima para censurar.

Chifuyu tuvo algo de inseguridad en aquel momento, mas no supo de donde salió la fuerza de voluntad y lo hizo, no podría creer que lo estaba haciendo. Con los labios curvándose en una sonrisa traviesa, lentamente desató el cinturón y dejó que la bata cayera para darle a Kazutora y a su costosa cámara digital de alta tecnología una buena y larga mirada a su cuerpo semi desnudo, él tenía ropa interior, lo había engañado. Pero pudo escuchar su acelerada respiración y tuvo el presentimiento que le gustaba lo que veía.

El gemido de aprobación de Kazutora fue todo el estímulo que necesitó para seguir adelante. Kazutora se mordió el labio inferior con mucha fuerza. —Eso es. Muéstrame más, cielo. Te ves espectacular.

—Mantén esa pose —dijo mientras sacaba más y más fotos. —Perfecto.

Chifuyu cada vez se animaba a más y más, llegando a la pose en la que se sentó en el sofá, y abrió sus piernas completamente, mostrando aquel bulto que su bóxer ajustado se moldeaba exquisitamente en su miembro y trasero.

Kazutora enloqueció y algo bajo de él también.

—Oh sí, eso es, me gusta —dijo— Eres demasiado caliente; sigue haciéndole el amor a la cámara.

Esas palabras hicieron que su miembro despertara aún más entre sus piernas. Se preguntó si la idea de posar como modelo erótico era lo excitante o si era, en realidad, el hacer esto frente a un hombre tan ardiente como Kazutora.

Hanemiya se acercó aún más, su dedo haciendo clic en el botón de disparo con furia.

—¿Estás seguro que nunca antes habías hecho esto?

—Estoy seguro —Chifuyu dudó por un momento—¿Por qué lo preguntas?

—Porque sabes exactamente cómo excitar a la cámara.

Chifuyu se dio cuenta de que había olvidado las fotografías, y que en realidad toda la noche estuvo seduciendo aquel hombre que lo hacía desear que estuviera dentro de él.

Se preguntaba si estaba funcionando.

Decidiendo que había sólo una manera de descubrirlo, lentamente se colocó tal como un perro frente la cámara, abrió sus piernas y elevó su trasero, aquel que dios le regaló con éxito.

Kazutora por poco deja caer la cámara para mirarlo—Mierda...

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Siento que esto se está poniendo cada vez más bueno 😩

FuyXxx

Fotógrafo Ardiente ; KazuFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora