Capítulo 2: 'Nuevo hermano/hermana'

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JULIE:

-Arriba cariño, hoy es un día muy importante para los dos- me despertó mi padre desde la cocina. Si no me levantaba, iba a venir con jarrones llenos de agua congelada, asi que no me arriesgaré.

-Buenos días- me saludó mi padre mientras servía un plato de tortitas con sirope de miel en la mesa.

-Buenos días- me quedé mirándole fijamente. No estaba cómo siempre.- ¿A qué se debe tanta felicidad?

-Pues porque soy feliz.

-¿Qué tal con tú amiga de anoche?- le pregunté mientras disfrutaba de mi desayuno.

-Genial, me lo pase muy bien.- hizo una pausa- Llegué a las 3AM.

-¿¡QUÉ!?- me indigné- A mí nunca me dejas hasta más de las 12AM.

-Lo sé, lo sé, pero eso fue un caso especial.- sonrió como un adolescente enamorado. Desgraciadamente, terminé mi hermoso desayuno.

-Vístete, quiero presentarte a alguien- desapareció de la cocina. Este no era mi padre, pero me gustaba. Me puse unos simples vaqueros negros, y mi camisa blanca de botones. Me maquille, cosa que nunca hago y arreglé mi cabello. Bajé y mi padre estaba vestido con sus mejores galas.

-Estas preciosa hija- me alagó mi padre.

-Tú igual-dije sonriente- la sonrisa te favorece- él corrió a abrazarme. El tema de que mi padre estuviera así me estaba empezando a asustar. Mi padre es de esos que nada más que leen periódicos, hacen figuritas... esos aburridos.

Llegamos a una casa bastante grande, de al menos tres plantas.

-Verás hija, te voy a presentar a mi nueva novia...- no quería que siguiera, todas sus novias anteriores terminaron dejándolo por razones que nadie entendía.

-Papá, nunca me han gustado tus novias, siempre terminan dejándote- le regañé. En ese momento, parecía una madre dándole a su hijo una charla sobre los novios.

-Pero sé que ella es diferente, créeme- me cogió mis manos- No es cómo las antes.

-Eso espero- me convenció. Se veía un brillo en sus ojos que nunca antes había visto.

-Bien, pues ella es de mi edad, y tiene un hijo de tu edad- me explico. Que bien, un hermanastro. Hurra. Nos dirigímos a la puerta y llamamos. Nos abrio una alta y hermosa mujer. Era rubia de ojos verdes. Llevaba puesto un vestido blanco hasta los pies. Era la única novia guapa que ha tenido mi padre. Nos invitó a pasar con una sonrisa de oreja a oreja.

-Sentaros, iré a por bebidas- se acercó a las escaleras y gritó el nombre de "Patrick". Um... bonito nombre. Aquel chico bajo las escaleras.

-Dime mamá- preguntó asomandosé a la cocina.

PATRICK:

-Ven, te presetaré a alguien- ella me acompaño hasta el salón.- Él es mi novio y ella es su hija.

Mis pupilas se dilataron al ver a la hija del novio de mi madre. Era hermosa. Tenía el pelo castaño y muy largo, con ojos color avellana. No podía creer que ella fuera mi hermanastra.

-H-Hola a los dos- le ofrecí mi mano a mi padrastro.

-Hola, encantado de conocerte- me dijo él apretando mi mano.- Ella es mi hija Julie.

-Hola- me dijo ella cabizbaja. La dediqué una de mis sonrisas. Me senté a su lado.

-Bueno, creo que los dejaremos solos para que se conozcan mejor- dijo mi madre haciendo señales al padre de Julie. Nos dejaron solos.

-¿Qu-Qué te parece si conversamos en mi cuarto?- la ofrecí- Allí se está mucho mejor.

-Me parece bien- me sonrió. Subimos hasta mi cuarto. Digamos que no era muy grande. Se basaba en un escritorio, una cama y mi guitarra. Era un chico simple.

-Cuéntame de tí- dije animándola a hablar. Se veía muy tímida.

-Pues.... Tengo 17 años, y he sufrido con todas las novias de mi padre- rió tímidamente.- sé que no es mucho, pero mi vida no es interesante.

-¿Enserio? Me extraña que detrás de esta chica tan hermosa no haya una vida interesante- ella se sonrojo y se veía más linda.

-Digo la verdad, no pasan muchas cosas en mi vida- se encongió de hombros- Cuéntame de tí.

-Tengo 20 años y soy compositor- no dije más de mi vida.

-Vamos... Tú si que tienes más cosas que contar- dijo en tono serio. Solté una carcajada.

-Lo juro, no tengo más que contar-

-Uhm....- miró para otro lado. Sus ojos eran más bonitos de perfil. Sus largar pestañas junto a sus ojos color avellana, conjuntaban a la perfección. Alguien llamó a la puerta. Era mi madre.

-Patrick, Julie, pueden bajar un momento al salón- preguntó amablemente. Nosotros asentímos y nos dirígimos al salón.

Nos sentamos juntos enfrente de mi madre y del padre de Julie.

-¿Qué os parece que vivamos todos juntos aquí?- ofreció mi madre ilusionada. A mí no me importaba vivir con ellos, es más queria.

-Por mi, vale- sonreí mirandolos a todos. Julie se veía confusa.

-Papá, ¿podemos hablar a solas?- dijo Julie seria. Mi madre me hizo señales de que nos fueramos a la cocina.

-No, no, vosotros quedaros aquí. No es justo que os tengaís que mover de vuestra casa - Los dos se fueron a la cocina.

Al rato, volvieron sonrientes. Julie me miró y me miró más feliz que antes.

-Nos quedamos- dijo el padre de Julie. Ese hombre me empezaba a caer bien. Mi madre y yo aplaudimos.

-Anda hijo, vé a enseñarle a Julie su cuarto- me dijo mi madre. Me levanté y la guié hasta él.

-Pues este es tú cuarto, al lado está el mio- abrí la puerta- Si quieres algo, sólo tienes que llamas a mi puerta y estaré disponible para tí.- ella me abrazó.

-Gracias Patrick- envolví mis brazos en su cuerpo. Se sentía genial junto a ella. Nos separamos.

-Creo que entraré al cuarto, tengo tarea que hacer- dijo ella cerrando la puerta. Me fuí para mi cuarto y cerré la puerta. Cogí mi guitarra y empecé a componer una nueva canción. Julie me había inspirado.

Después de 1 hora tocándo la guitarra e intentando que alguna frase bonita saliera de mi cabeza, alguien llamó a mi puerta. Era Julie. Supondo que me escuchó tocar la guitarra.

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