3.- Rock

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JULIE:

-¿Qué pasa? - me preguntó Patrick algo confundido.

Mierda, Julie... ¡Piensa!

- Me equivoque de habitación. - respondí con una sonrisa (algo exagerada).

- Oh, puede ser que te pase un par de veces, hasta que logres acostumbrarte. - rió.

- Siento haber molestado. - dije, mientras comenzaba a alejarme.

- No importa - sonrió antes de cerrar la puerta.

Me quedé ahí unos segundos más. Quería saber si en verdad él estaba tocando.

Me apoyé en la pared y guardé silencio.

Nada.

Quizás esté volviéndome loca. No me extrañaría, hace dos días ¡jamás! habría pensado que tendría que mudarme con la nueva novia de papá. ¿Por qué me pasa esto a mí? ¡¿POR QUÉ?!

No saben las ganas que tuve de hacer un escándalo cuando me lo dijo. Pero me contuve. Se veía tan feliz...

Mi cabeza y corazón están divididos. Puede que eso esté haciéndome escuchar sonidos que en realidad no existen.

Sacudí mi cabeza, alejando todos esos pensamientos que comenzaban a molestarme, y caminé en dirección a mi nueva... habitación.

- Muy bien - bufé al recordar que mis cosas seguían en la antigua casa. De solo pensarlo se me revuelve el estómago.

Mmm... ¿Qué hago ahora?

Molestar una vez más a Patrick parece una opción bastante factible. Me dirigí a tocar su puerta una vez más.

- ¿Otra vez confundida? - preguntó al ver mi rostro.

- No, esta vez lo hice a propósito - dije - ¿Puedo pasar?

- ¿Tú?

Miré atrás de mi, para ver si había alguien más porque la pregunta que hizo... uf.

- Yo - reí - ¿Quién más?

- Nada... - murmuró sacudiendo la cabeza - Pasa - hizo un ademán con la cabeza invitándome a entrar.

Dentro, pude observar una linda guitarra que reposaba a los pies de su cama - ¡Lo sabía!

- ¿Qué cosa? - preguntó cerrando la puerta.

Mierda... ¿hablé en voz alta?

- Yo sabía que... ¡te gustaba Green Day! - grité apuntando un póster que tenía colgado en la pared. Fue una buena forma para cambiar el tema de conversación.

- ¿Cómo sabías eso? - rió - Bueno, a todo el mundo deberían gustarles... son los mejores.

- Estoy de acuerdo contigo.

No estaba dispuesta a soportar momentos incómodos el día de hoy, así que intenté hacer todo lo posible para evitarlos, ya saben, hablar sobre cosas al azar. Déjame decirte que soy excelente para decir tonterías, y logré sacarle varías carcajadas a Patrick.

Así nos pasamos toda la tarde, riéndonos y compartiendo gustos tanto musicales como de otras cosas. No parece ser tan mal chico.

Estábamos revisando la gran colección de discos que él tenía y guardaba como si fuera oro.

- Uf, me entro mucha hambre ¿sabes? - dijo de pronto.

- A mí también - confesé. La verdad tenía bastante hambre desde hace rato, pero como no es mi casa... digo, si lo es pero... agh, ustedes me entienden.

- ¿Te traigo algo para comer? O prefieres bajar conmigo a la cocina - preguntó poniéndose de pie.

- Creo que me vendría bien saber dónde está la cocina - reí.

- Buen punto - sonrió abriendo la puerta para dejarme pasar - Señoritas primero.

- Vaya, estoy en presencia de todo un caballero - dije con un falso asombro.

- No te acostumbres, no suelo ser así - rió empujándome levemente a la derecha.

- Pues conmigo lo serás siempre - sentencié.

- ¿A sí?

- Si, de lo contrario me veré en la obligación de golpearte.

- Chica ruda ¿eh? - suspiró cruzándose de brazos - Ya veremos cuanto te dura eso.

- ¿A qué te refieres?

Patrick estaba abriendo la boca para responderme, pero la voz de mi padre lo interrumpió.

- ¿Julie?

- ¿Qué ocurre papá?

- Iré a buscar nuestras cosas a la vieja casa... - auch, suena feo oír eso - ... ¿vienes conmigo?

Me tomé unos segundos antes de hablar. Por el rabillo del ojo, vi como Patrick se había transformado en una estatua junto a mí, esperando también la respuesta que daría.

- Cl-claro - dije finalmente.

- Bien - dijo mi padre, luego pareció haber notado la presencia de mi ahora-medio-hermano y agregó: - Patrick, ¿no quieres venir con nosotros?

PATRICK:

- Si, ¿por qué no? - respondí mirando a Julie - Podría resultar divertido.

- ¿Divertido? - preguntó ella levantando la vista hacía mí.

- Ok, entonces ya nos vamos - anunció mi ahora-nuevo-padrastro, seguramente para evitar un regaño de Julie.

Gracias señor Jones

Digo papá.

No, no, digo... ¿padrastro?

Ay.

Como sea, antes de salir, saqué una manzana para llevar en el camino y Julie me imitó. Aún no debe sentirse cómoda aquí, y no la culpo... digo, fue un cambio muy repentino, no debe estar pasándola nada de bien.

No subimos al auto de... agh, le diré señor Jones por ahora ¿si?.

Nos subimos al auto del señor Jones; yo en el asiento trasero y Julie de copiloto. Comenzamos a alejarnos de casa e inmediatamente encendieron la radio, lo cual me pareció muy bien ya que yo hago lo mismo.

- ¿Qué tipo de música te gusta, Pat? - preguntó el señor Jones - Puedo llamarte ''Pat'' ¿no es así?

- Ajá - musité entre dientes. La verdad odio ese apodo con mi vida.

- Creo que yo podría responder por los gustos musicales de Patrick - dijo Julie remarcando el ''Patrick'' - Estuvimos hablando de eso.

- ¡Ah! Me alegra mucho oír eso, chicos - sonrió él mirándome por el retrovisor - Es bueno que comiencen a hablar, después de todo...

- Ya lo sabemos papá - le interrumpió Julie - ¿Podemos volver al otro tema?

- Julie, cariño tienes que comprender...

- ¡No sigas! O me bajaré del auto - amenazó ella.

Ustedes entenderán como siento yo en estos momentos siendo testigo de una discusión padre e hija. Creo que el que acabará por tirarse del auto seré yo.

- Creí que lo habías tomado bien... ¿por qué no me dices cuando algo te molesta?

- ¡Nunca te importa lo que me pasa! - recriminó Julie levantando la voz - ¡Siempre piensas en ti y en lo que te conviene!

Auch, creo que eso fue un golpe bajo. Pude ver como el señor Jones tomaba con fuerza la palanca de cambios y la echaba para atrás bruscamente.

- Desde que tu madre se fue, toda mi vida gira en torno a ti - declaró él.

Un silencio, de esos que pesan, inundo el auto.

Creo que permanecieron así por unos cinco minutos, hasta que Julie rompió aquel detestable momento:

- Rock - dijo mirando por la ventana - A Patrick le gusta el rock.

Our SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora