-Tu padre y tu hermana te lo robaron todo.
Lo que no saben es qué el amor de él te pertenece.
-Es hora de regresar a recuperar lo que por derecho te corresponde..
Alany es una niña excelente con los mejores deseos de vivir, pero por el egoísmo de su...
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Alany.
Mi madre murió hace unos días, lo que ha puesto a mi abuelo un poco mal de salud. Por tanto trato de no darle disgustos, cosa imposible en esta casa. A pesar de amar a mi familia como lo hago ellos parecen ni quererme cerca.
Estoy en mi habitación vistiéndome para ir a la escuela, este vendrá siendo mi último año, además que Jason pasará por mí, cada día lo amo más, es al amor de mi vida.
Estoy dando los último retoques a mi atuendo que consiste en una camisa mangas largas, una falda de cuadros rojas cuatro dedos por encima de la rodilla, si ya lo sé está muy larga, pero voy a la escuela a estudiar no a que se me vea la cola, eso se lo dejo a mi hermana. En fin tomo mi chaqueta negra con el emblema de la escuela privada, la verdad no sé para qué armar tanto lío, entre escuelas públicas y privadas, habiendo tantos idiotas en las escuelas pagadas, yo soy de la opinión que el que quiera estudiar debería poder tener una buena oportunidad pero bueno con mis ideas no se va a hacer un país así qué... Salgo de mis cavilaciones cuándo tocan a mí puerta y volteo a esta viendo a uno de los amores de mí vida.
—Mi princesa. —entra mi abuelo a la habitación con una sonrisa de oreja a oreja que no tardó en devolver.
—¿Dónde está el abuelo más guapo del mundo?. —preguntó mientras me guindo a él dándole un abrazo.
—Solo a tí se te ocurren esas cosas mi niña. —niega con la cabeza mi abuelo divertido, y yo sonrió a más no poder.
Mi abuelo es tan tierno conmigo, a diferencia de mi padre qué desde la muerte de mi madre trata mejor a mi hermana.
—¡Venga hermosa a desayunar!. —me dice mientras hace un gesto con la cabeza para qué lo siga, yo solo resoplo con fuerza.
Al llegar al comedor ahí está mi padre con la fastidiosa de mi gemela, que toda la vida se la ha dedicado a tratarme a la patada, ni siquiera se, ¿qué hice mal? Se supone por ser gemelas según las personas deberíamos tener una conexión, yo creo que la nuestra se cayó... así tipo el Internet que cuando no hay señal pues no hay conexión,río mentalmente por mi mal chiste. Necesito prepararme para lo que viene en tres, dos y uno.
—Buenos días. —saluda mi abuelo cortante al llegar a la mesa, así es los desayunos en casa los puedes cortar con un cuchillo, eso es en caso de que quieras llegar con el desayuno atorado.
—Buenos días suegro. —responde hipócritamente mi padre, Dios porque es tan fastidioso, esa sonrisa es más falsa que la de anuncio a pasta dental.
—Niña hasta que bajas, pensé que estaría toda la mañana esperando por ti. —alega en mi dirección visiblemente molesto, como siempre no podía faltar su mala vibra para mi temprano en la mañana, a veces me pregunto si seré adoptada. Pero luego miro a mi gemela y se me pasa.
