-Oh, bueno perdón si la pregunta estuvo fuera de lugar, pero quisiéramos saber si ah visto a un hombre de largos cabellos, facciones marcadas y ojos
celestes.-No niñas, lo lamento no eh visto ni conozco a nadie con tales características.
-Bueno muchas gracias por la información. Pero quisiera hacerle otra pregunta.
-Adelante, pregunte lo que quiera, tratare de responder con toda la
sinceridad que me sea posible.-¿Es usted Benjamín el noble?
-No… pero si lo fuera ¿Cómo lo hubieran descubierto?
-A decir verdad fue solo una pregunta señor, pero si quiere saber cómo llegue a sacar tales conclusiones, fue por su forma de vestir y también por su diente
de oro. Un mendigo no se quedaría con su diente de oro lo usaría para conseguir comida, salvo que el mendigo sea muy orgulloso y…-¿Y?
En ese momento Saly se puso roja como un tomate al darse cuenta de todo lo que le estaba diciendo al mendigo. Luego de calmarse, siguió hablando pero cada vez se ponía más roja.-En conclusión señor usted no es orgulloso. Así que eso me hace creer que usted es Benjamín el noble.
-Eres una niñita muy inteligente, ¿cómo te llamas?
Para esa pregunta no se escucho respuesta. El mendigo les sonrió y les dijo:-Si niñas, soy Benjamín el noble
Al oír eso las niñas quedaron fascinadas con el hombre.-Señor es usted muy amable por habernos contado, no se lo diremos a nadie
-Así me gusta, bueno chicas, que les vaya bien en su viaje.
-¡¡Gracias!!- dijeron ambas al unísono.
Luego de ese sorpresivo encuentro, las niñas partieron tras la pista del
hombre.
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Una niña, dos misones
Adventure𝑌 𝑒𝑙𝑙𝑎𝑠 𝑑𝑜𝑠 𝑡𝑒𝑛𝑖𝑎𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑟𝑒𝑐ℎ𝑜 𝑎 𝑎𝑐𝑎𝑏𝑎𝑟 𝑏𝑖𝑒𝑛. 𝑌 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑗𝑎𝑏𝑎𝑛 𝑡𝑎𝑛 𝑏𝑖𝑒𝑛, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑑𝑒 𝑑𝑖𝑠𝑡𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑟𝑜𝑚𝑝𝑒𝑐𝑎𝑏𝑒𝑧𝑎𝑠. 𝐹𝑢𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑙. "𝐺𝑎𝑠𝑡𝑜𝑛 𝑡...