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Cuando llego al pueblo, Wanda estaba pálida, débil y había perdido el brillo de sus ojos.

Ella reviso el pueblo y mientras estaba distraída le pareció ver
un rostro conocido. Al acercarse pudo notar que era Balsimir.

Aunque estaba en pésimas condiciones intento acercarse.

Cuando se acerco Balsimir la vio, pero no la reconoció hasta luego de haber hablado con ella.

-Y ¿quién eres?

-Yo soy Wanda una niña común y corriente, que perdió a su hermana por estar buscando a un hombre que es considerado un ladrón- dijo esas palabras con irritación y odio ya que sentía que ese hombre había sido el
culpable de la muerte de su hermana.

-Oh… Bueno espero que encuentres al ladrón…

Al decir estas palabras Balsimir, noto que Wanda irradiaba un odio que sería incapaz una niña de su edad.

-Oh… ¿soy yo verdad?- dijo Balsimir con expresión de tristeza.

-Si señor es usted, así que le pido que se entregue.

-No lo hare y menos si me lo pides sin que te cuente porque hui.

-No intente engañarme que ya lo único que me queda por hacer es conseguir el dinero para ayudar a mi familia.

-Ya que para ti es tan importante, me entregare, pero primero déjame contarte que es lo que robe y porque lo hice.

-Bueno, ya que insistes.

-Yo soy el verdadero rey, y robe una gema con la cual mi hermano, el traidor, le pago al consejero para que me envenenara, el veneno no logro matarme, pero mi hermano se quedo con el trono, e hizo creer a todo el mundo de que yo había muerto.

-Pero, ¿qué es lo que tanto problema se hace si su hermano esta reinando de lo más bien? Ósea puede aparecer un día mientras que todos duermen agarra la corona y les dice: buenos días habitantes, mi hermano y yo decidimos hacer la prueba de quien gobernaba mejor, gracias a esta prueba hemos acordado que yo me quedare con el trono, y mi hermano se irá de viaje al extranjero. Luego lo saca en un carruaje y lo envenena antes de partir, podrá fingir que murió de un infarto.

Una niña, dos misonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora