Capítulo 3:
Yasmina:
Ya cerca de las 2pm, mientras jugábamos los tres juntos al C. O. D, tocaron el timbre, ninguno se desperezo lo suficiente como para ir a abrir, pero el ruido de este fue insistente.
-. Dejenlo, de seguro vienen a cobrar o algo.- dijo Ignacio.
-. ¡Nachito, mi amor!- se escucho el grito de una chillona voz.
-. Demonios...- murmuro Ignacio poniéndose en pie.
-. ¿Ocurre algo?- le pregunte viendo que se proponía a bajar, él simplemente me guiño y bajo a abrir.
Ignacio.
En cuanto escuche la voz de Nicole, tome aire y me incorpore para bajar. A punto de bajar, Yasmina me pregunto que ocurría, de seguro se le olvido lo de anoche, en fin, simplemente le sonreí y guiñe el ojo para luego bajar.
Al llegar a la puerta, tome todo el aire que pude y gire la perilla. Hay estaba, Nicole con esa sonrisa enfermiza que dedica a todos los chicos.
-. Gracias a Dios, abres. Creí que me dejarías aquí en la interperie.- Nicole entro sin pedir permiso y se sentó en el diván.
-. ¿De qué hay que hablar?- me pregunto sonriendo.
-. Sobre, esto... Nosotros...- ella ladeó la cabeza -. Esto no funciona.- solté frustrado, es como hablarle a una niña hueca-. Espera un momento.
Subí las escaleras a toda prisa y jale a Sarah del brazo.
-. Termina con Nicole por mi. Tus amigas son así de huecas, de seguro sabes hablar para que entienda.- Sarah asintió y bajo. Yo la seguí.
-. Nicole. Linda.- Nicole le sonrió -. Ignacio. Tú. No.- esto es como escuchar a un idiota.
-. No... Él... Yo... Nos amamos...- Nicole me miro con los ojos llorozos.
-. No.- la corto Sarah -. Vete.- sorprendentemente, Nicole se fue.
-. Eso... Fue... Tipas raras.- reímos-. Te debo una.
-. Vale.- Sarah se encogió de hombros y subió.
Yasmina.
-. Nicole y yo, ya no somos pareja.- me comentó Ignacio mientras lavaba la loza.
-. Que lástima. Es decir, no la conocí, pero de seguro hacían bella pareja.- le respondí sarcasticamente.
-. Venga... Tú eres la niña de mis ojos.- susurro mientras se acercaba peligrosamente a mi oído.
-. Vale, vale., déjame lavar. - le dije mientras me giraba hacía él con la intención de mirarlo, pero él fue más rápido y me beso la comisura de los labios.
-. Te quiero...- susurro sonriente en el borde de mi boca.
-. Yo también te quiero.- le respondí.
Ignacio.
-. Entonces, ¿Se lo pido?- le pregunte a Steve mientras hablábamos por teléfono.
-. Sí, aunque... ¿No se verían raros?, es decir, es menor que tú. - río por el otro lado de la línea.
-. No me digas.- le contesté con ironía.
-. Dile, la forma más romántica del mundo... "Pequeña, soy tú príncipe azul, y he venido a por tú mano".
-. ¿Y por qué cojones haría eso?, ¿De qué me sirve su mano?, ¿Quiéres que use su mano como "Manuela"- le pregunte entre risas.
-. ¡No! ¡Imbécil!, te lo digo así como en los cuentos de princesas y esas niñerías.-
-. ¡Ah! Vale, pero... Ella no tiene aspecto de haber leído eso alguna vez...- pude escuchar como golpeaba su frente con su palma.
-. ¡Entonces dile alguna porquería que sirva!
-. Ya, Chao... Tengo la idea de que te estoy cabreando.
-. Chao.- ¡Joder! Que amigo más expresivo.
Decidí salir de mi gran incógnita sobre si decirle que seamos pareja, novios o que comencemos a salir... ¡Uff! Ni siquiera sé que me responderá.
Yasmina.
-. No me pedirá que sea su pareja, basta ya con eso ridiculez. - le respondí a Sarah.
-. Que sí, que sí lo hará... El idiota te ama, ¡Te ama!- grito molesta en mi oído.
-. ¡Joder! Ya, para. Bueno, sí, sí.- alce los brazos.
...