cap. II

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Nuestro matrimonio seguía en marcha. Peleamos bobas pero que se resuelven rápido, hablando o teniendo sexo.

Ya no metíamos a la platica lo del bebé, o más bien, ella no lo hacia. Eso hace un año.

Hace un año, Emi llegó a la vida de Kim y nosotras eramos sus madrinas así como lo prometimos. 
Poché seguía en la posición de no tener hijos.

Ese dia me encontrar en mi oficina, y como cada miércoles  mi padre subía para visitarme.

- ¿como estas, corazón? - me saluda papá con un abrazo. Tomá asiento a lado de mi sobre un pequeño sofá.

-estoy bien. Todo bien con el trabajo y los compromisos.

-me alegro- sonrió - ¿cuando regresa poché de viaje? Te va a regañar por comer comida rápida estas semanas en su ausencia.

Poché era editora y fotografía y ama de casa en sus tiempos libres. Me gustaba nombrarlo así. Ella había salido de vieja por trabajo hacia México para realizar fotos a modelos para una revista importante del país. Se viaje se a atrasado por un mes. Mes el cual de extraño a morir.

- estaré bien, pa. Es un secreto entre los dos.

- espero y este el dia de tu cumpleaños 28.

- espero y si. Ya me pesan los años. - ambos reímos. - es solo otro cumpleaños, papá.

- para mi no. Ni para tu mamá. Es el cumpleaños de nuestra princesa, y eso es importante.

- estoy envejeciendo y a este paso no tendré hijos. - le regalé un sonrisa triste.

- ¿sigue con lo mismo? - asiento - ay, poché. - dijo más para él- debes de comprenderla...

- trato, papá. Pero no puedo. Sigue siendo un no rotundo. Ella comparte todos mis sueños, menos uno- me pongo de pie, abro el mini bar y me quito la corbata. Sirvo un whisky. - a veces siento que no soy bueno o suficiente para ella. Que ella no los quiere tener conmigo.

- no pienses eso, poe favor, Dani. Todo a su tiempo.

-ya le di mucho.

- ¿lo has estado pensando?

-preguntas  algo de lo que tienes respuesta. - bebo otro trago. - si lo he considerado. La amo, pero... ¿que hay de mis sueños?

- hija -mi papá se acerca a paso lento pero decidido hacia mí. Me toma del hombro y me lo aprieta un poco. - sea cual sea tu decisión debes de pensarlo bien. Ha sido tu espero por casi siete años.

- nada de eso me importa ya. Hasta creo que Luciano tiene razón.

- luciano no sabe nada de la vida aun. Es joven, tonto, le falta vivir.

- da igual. - voy por el tercer vaso de whisky.

- tranquila, princesa. - aleja el vaso de mi- sea lo que tomes, sea cual sea tu decisión, piénsalo bien. No estoy de lugar de poché. Tampoco la odio, pero eres mi hija, yo estaré contigo.

Nos despedimos y sale de la oficina. Yo me quedo pensando en las palabras que me dijo papá, mis amigos, mi hermano Luciano y Mi esposa. Pero no se de cual cuerda jalar. Si poché no me esa esa felicidad, ¿debería buscarla en otro lado?

Amo a mi Poché desde la secundaria, la amé más es dia que se casó conmigo y se que le amaré más el dia que me da la noticia. Tenía que tomar las riendas de esto yo misma. Pero tampoco podía obligar a poché.

Ese mismo dia en la noche llegó del viaje. La espera como loca desde que me avisó así que junto con eso había tomado un decisión.

Nos encaminamos a la casa y tan pronto como entramos, la sujete con la pared para besarla y tocarla. Había bebido de más esa tarde pensado que hacer.

¡ MI AMOR!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora