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Después de la llamada cada uno se enfocó en su entrenamiento, Tadashi estaba concentrado en mejorar su saque, hace días que había comenzado a entrenar con Shimada- san, pero no era suficiente si quería usarlos en partidos oficiales. 

Por otro lado el rubio practicaba sus bloqueos junto a Suna, su sempai al cual respetaba un poco más que a los otros dos idiotas, al menos podían reírse juntos de las desgracias y estupideces de los Miya.

Ambos se estaban asegurando de cumplir la tercera de sus promesas, solo que al rubio le estaba costando un poco mas de trabajo que a su mejor amigo, pero había encontrado la motivación suficiente para esforzarse, Yamaguchi lo valía e iba a cumplir aquella promesa que habían hecho antes de separarse. 

No voy a decepcionarlo. 

-Tsukishima- kun, al parecer tu también puedes esforzarte ¿Acaso esa llamada tuvo algo que ver con eso?

-Atsumu, ponte a entrenar y deja de molestar a Tsukishima. 

Aran regaño al rubio teñido y este decidió hacerle caso antes de que fuera Kita quien lo regañara. 

-Se que no debo meterme en lo que no me importa... 

-Que bueno que lo sabes. 

-... Pero tengo que admitir que Tsumu tuvo una idea lógica por primera vez en 16 años.  

-Que chismosos son, si tiene que ver o no, es algo que no les incumbe. 

-Creo que ahí tiene su respuesta -- Suna se acerco al peli-gris, ahora tenían ganas de conocer a esa persona con la que habla antes de cada entrenamiento, y definitivamente la conocerían. 

Su entrenamiento termino y los gemelos, junto con Suna, esperaron a que Tsukishima saliera de los vestuarios. Solo esperaron unos minutos y lo vieron salir, le estaba sonriendo a su celular, por un momento pensaron que podía haber sido una alucinación. 

-Así que también sabe sonreír, jamás creí vivir para ver eso, esa persona debe ser muy especial para el. 

-Yamaguchi. 

-¿Que? 

-Su amigo se llama Yamaguchi. -- aclaro Osamu. 

-¿Y tu como sabes eso? 

-Hable con el cuando te llevaste a Tsukishima para entrenar. 

-¿Y por que no lo dijiste antes? 

-No crei que fuera tan imporatnte. 

-Pues si lo es idiota...

-Tsukishima esta contestando una llamada.

-Nuestro momento ha llegado.

Atsumu corrió hasta ponerse al lado de Tsukishima.

-Dame un minuto Yamaguchi, acaba de llegar un cotorro teñido.

-No, por mi no te preocupes Tsukishima- kun,  sólo quiero hablar con Yamahuchi- kun.

-No, si eso era todo me retiro.

Tsukishima no avanzó ni un metro cuando Atsumu ya lo tenía en el piso, tomo el celular del rubio natural y salió corriendo antes de que el otro reaccionará.

Se detuvo y acomodo su cabello mientras le daba a la opción de video llamada, la cual fue atendida casi al instante. Lo primero que vio fue una cabellera algo peculiar, un color bastante... Llamativo.

-¿Yamaguchi- kun?

-¿Tsukishima?

-¡HINATA, DEVUELVEME MI MALDITO CELULAR AHORA! -- Algunos gritos se escuchaban de fondo mientras el peli-naranja se asustaba -- KAGEYAMA SUELTAME YA.

Hinata mostró a el peli-verde siendo sostenido por un chico alto y peli-negro que lo tomaba por la cintura evitando que se lanzará al más bajo.

-¿Que mierda?

-Tsukki, diles que me suelten.

Yamaguchi dejo de moverse y miro a su amigo a través de la pantalla con un puchero y sollozos falsos.

-Por hacer llorar a Yamaguchi tienen un pase directo al infierno -- aseguró su amigo mirando a los extraños que acompañaban a Tadashi.

-¿Ya ven? Tsukki de va a encargar de llevarlos ahí, se sabe el camino de memoria.

-Yamaguchi.

Los cinco chismosos, Atsumu, Osamu, Suna, Hinata y Kageyama, se fueron por lo que dijo el peli-verde, y aún más por el reclamo del rubio, parecían niños pequeños.

-Perdón Tsukki -- Yamaguchi de unió a la risa de los demás -- Kags, ya puedes soltarme, te juro que no matare a Hinata.

-¿Seguro? La última vez que dijiste eso casi me matas a mi.

-Esa vez tenía una muy buena razón para hacerlo.

-Guchi... Sólo te pedí una papa. 

-Exactamente, cuando estoy comiendo hasta yo me desconozco.

-Yo lo confirmo, ni yo recuerdo cuantas veces casi me quedo sin mano por robarle comida.

-Dios, si esa carita de ángel es sólo para aparentar.

-Lo mismo digo yo.

-Si tienen alguna queja y/o reclamo pueden pasar y metersela donde les quepa.

-Lo entrene bien. -- Tsukishima sonrió orgulloso mientras secaba una lágrima falsa.

-Si como sea -- el rubio lo miro ofendido, otra vez -- Yo lo que quiero saber... Es quienes son ustedes. -- Yamaguchi señaló a los desconocidos.

-Yo soy Miya Atsumu, él es mi hermano Osamu y el que tiene cara de drogo es Suna.

-Me puedo presentar sólo, idiota.

-¿Osamu- san? ¿Con quien hablé esta mañana?

-Sip, ese mismo.

-¿En que momento hablaron ustedes dos? -- Tsukishima fruncio el entrecejo mirando fijamente a su compañero de equipo.

-No seas celoso, Tsukishima- kun.

Como siempre Atsumu va a meter cizaña. Osamu rodo los ojos.

-Fue cuando Tsumu te llevo a entrenar.

-¿Por que estaría celoso? -- Tsukishima se puso a la defensiva ignorando a Osamu por completo. 

-¿Que Yamaguchi- kun no es tu novio?

-¿Que?

Los amigos hablaron a la vez soprendiendo a los demás, incluso Hinata y Kageyama pensaron que eran pareja, podían notar la sonrisa que tenía Yamaguchi cada que veía su celular, y siempre que ellos se acercaban a saludar el contestaba lo mismo.

-Estoy hablando con Tsukki.

Eso les había hecho sospechar que era su pareja, pero al parecer estaban equivocados.

-¿Entonces no son pareja?

-Claro que no.

-Él sólo es mi mejor amigo.

Después de aclarar la situación los gemelos y Suna se quedaron platicando con los amigos de Yamaguchi, algunas veces ellos participaban en la conversación, aunque eran interacciones mínimas.

Cuando colgaron Tsukishima había llegado a una conclusión: si habían más personas como los Miya regadas por el mundo y no las aguantaba.

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