-¿Por qué estás tan molesto? ¿Fue por lo que le dije al Rey?
-Pues claro que sí, ¿como esperas qué este después de lo que le dijiste? -- Yamaguchi estaba realmente enfadado, como hace mucho tiempo no lo estaba.
-No dije nada que no fuera verdad.
-Es que esa no es la cuestión, entiende que no puedes ir por la vida insultando a la gente.
-Vamos Guchi, no es para tanto.
-No, Tsukishima, si es para tanto, ¿sabes lo que tu maldito comentario podría causar?
-No...-
-Exactamente, no lo sabes, así que, por favor, quiero que te disculpes con él.
-Oye... -- hablo el rubio después de unos segundos de silencio -- ¿Te gusta Kageyama?
-¿Qué?
-Es que lo defiendes mucho, por eso me lo preguntaba.
-Joder, si que eres estúpido, ¿verdad? -- ni siquiera lo dejo contestar cuando siguió hablando -- no me gusta Tobio, pero es mi amigo, y tú no has convivido lo suficiente con él para dar una opinión válida y aún así tus palabras parecieron afectarle, tocaste un punto sensible para él, ahora lo ¿entiendes? Tsukki, lo que estás haciendo no es diferente a lo que me hacían a mi en primaria.
Tsukishima ahora sabía que no sólo tocó un punto sensible para el ojiazul, sino también para su mejor amigo, puede que ahora sí fuera más seguro de si mismo, pero eso no quita las experiencias traumáticas que pasó en la infancia, sus pecas aún son temas de conversación entre ellos, y no precisamente para halagarlas, al menos no por parte de Yamaguchi. Nadie debía pasar por eso y ahí van él y su gran bocota a cagarla.
-Bien -- soltó un suspiro -- voy a disculparme con él, dame su número.
-Más te vale que sea una buena disculpa.
-Aja.
-Es enserio Tsukishima, y da gracias que no te hiciera venir de rodillas hasta Miyagi, joeputa.
-Ya no te juntes conmigo, por favor.
-Demasiado tarde, ya aprendí todo lo que tenía que aprender de ti, ahora, si me disculpas, tengo que entrenar, te llamo después y más te vale que para ese momento ya estén las cosas arregladas con Kags.
- Hablamos después, Guchi.
Tras esas palabras la llamada finalizó y el número del peli-negro no tardó en llegar.
Suspiro mientras su cabeza formulaba una buena disculpa que dejará a Yamaguchi conforme, en realidad no le importaba para nada lo que le dijera el peli-negro, si fuera por él no se disculparía, solo lo hacía por su amigo.
Registro el número del peli-negro, miro su foto durante unos segundos antes de decidirse a hablarle. Era ahora o nunca.
▬ Perdón por lo que dije antes.
Ok ▬
-¿Qué mierda?-¿Paso algo, Tsukishima?
-Nada, Kita- senpai, solo un idiota siendo un idiota.
-A mi no me metan, me he comportado desde que regresamos.
-No hablaba de usted, Atsumu- san.
-¿Entonces que pasa? -- preguntó Osamu.
-¿Tiene que ver con la lindura de Karasuno?
-Suna- san, deje de hacer esos comentarios sobre Yamaguchi.
-¿Cómo sabes que hablaba de él?
-No creo que estuviera hablando de la mandarina con patas.
-Pero él también es una lindura, tan pequeño y abrazable.
-Cupido lo ha flechado.
-Claro que no, no seas estúpido Osamu, solo me parece lindo, nada más.
-Ajá.
-A otro perro con ese hueso.
-Ya vayan a entrenar y dejen de perder el tiempo.
-Si, Kita- senpai.
Los tres mayores se dirigieron al gimnasio dejando a su capitán y al rubio atrás.
-¿Seguro que no sucede nada?
-Muy seguro -- respondió con una media sonrisa.
-Bien, entonces ve a entrenar con los demás.
-Si, capitán.
(...)
Después de colgar la llamada, Yamaguchi espero a Kageyama para comprobar que el idiota de su amigo había hecho lo que le pidió.
El pelinegro no tardó ni un minuto en llegar a la sala del club, tenía su celular en mano y se acercó por detrás para ver la pantalla de este.
-Al parecer si se disculpo ese rubio oxigenado.
-¿Tú se lo pediste?
-No exactamente, le hice reflexionar acerca de sus palabras y malas acciones, le hice ver lo joeputa que es y el solito, por voluntad propia, decidió disculparse, muy bien por él, se merece un dinosaurio de cumpleaños.
Kageyama se rió antes de darle una respuesta rápida al rubio. La verdad es que no le creía para nada a ninguno de los dos.
Tsukishima solo se disculpo porque Yamaguchi se lo pidió.
Y en realidad Kageyama no esperaba una disculpa de su parte, no había nada por qué disculparse, mentiras no había dicho, por más que le doliera admitirlo.
-Mira, te lo creería de cualquier otra persona, pero nunca del poste miope.
-Mi amado Shoyo, aunque no lo creas, Tsukki tiene su lado bueno, ¿verdad que sí, Kags? -- Yamaguchi lo miro con un puchero esperando su respuesta.
-Mejor vayamos a entrenar.
El peli-verde se alejo mirándolos con recelo, después se detuvo un momento para mirar al techo con gesto pensativo.
-Mejor ni lo defiendo, ya vámonos.
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Te detesto
FanfictionEl mejor amigo de la infancia de Yamaguchi, Tsukishima Kei, se mudaria a Hyogo por la separación de sus padres, aunque manteniendo la amistad a distancia. Ahora yendo a distintas escuelas y perteneciendo al club de voleibol, esperaban el momento de...