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Al día de la carrera se acercaba otra vez y Max sentía como si hubiera corrido hace un minuto Salió a la pista de carrera para tener una idea de la misma Había sido una buena semana Diana y Hank estaban envueltos en más planes de la boda algo acerca de arcos y flores Trató de evitarlos cuando se encontraban enfrascados en una conversación acerca de los esquemas de color y música Para su sorpresa Kiara había estado más dispuesta a hablar con él después de su cena Aunque no hubiera pasado nada una vez que habían llegado a casa el juguetón coqueto de Kiarare forzó el espíritu de Max Se había tomado su tiempo para sentarse con ella tocarla siempre que fuera conveniente y ella le dejó tomar su mano cuando fueron de compras juntos Iba tan bien se dijo y lo creía Kiara aceptó hacer acto de presencia en la carrera de hoy en realidad lo había prometido La Señora Halkins esposa de su patrocinador la iba a llevar más tarde así que estaba seguro de que se iba a presentar Kiara sabía lo importante que era para él mantener al patrocinador feliz Y esperaba que hacerlo feliz a él fuera parte de su decisión de venir hoy también Se aferró al volante tomando la curva cerrada


—Se siente bien —le dijo a su jefe de equipo— Creo que lo tenemos hoy—Odiaba admitir que estaba emocionado sobre todo porque Kiara estaría en la audiencia no porque su auto estaba funcionando bien Su equipo se aseguraría que el auto estuviera bien pero estaba enloquecido por ver a Kiara y que tuviera la mejor experiencia de carrera en su vida No había estado tan emocionado acerca de un visitante desde la primera vez que su madre había venido a verlo correr y despues de todo tenia una buena pocision sera facil superar al poleman Salió de la pista desabrochó su casco y flexionó sus manos enguantadas


—Christian ¿no ha llegado aún?

—Todavía no pero estoy seguro de que va a estar aquí Halkins y su esposa no están aquí tampoco y me aviso tu agente que se registro en el hotel asi que tiene que venir —le dijo Christian a través de los auriculares Max se detuvo en la señal número treinta y tres Quitó el volante de direcciones osciló por la ventana y finalmente estudió la multitud Christian se acercó a él y le dio unas palmaditas en la espalda


—Estamos listos hombre Corre como yo sé que puedes— Max respiró un par de veces para calmar sus nervios Nunca había estado tan ansioso antes de una carrera Cambió su peso de un lado a otro No todos los días su esposa falsa iba a verlo correr y por mucho que odiara admitirlo quería que ella pensara que él era increíble Quería demostrarle que era bueno en algo más que echar a perder todas sus vidas

—Me siento como si estuviera en la escuela secundaria a la espera de recoger a mi cita del baile de graduación—Christian se rió entre dientes


—De verdad estás enamorado ¿no es así? Nunca te vi así por una mujer—Los autos que pasaban a toda velocidad en la pista parecían borrones en un luminoso vapor de colores ¿Enamorado? ¿Lo estaba? ¿De Kiara? No es posible Él quería que ella supiera que no era un completo desperdicio


—Solo estoy emocionado de tener un nuevo fanático viéndome y que sea mi nueva esposa bueno eso es simplemente un beneficio Yo no iría tan lejos como para decir que estoy enamorado—Christian le dirigió una mirada inquisitiva

—Solo estaba diciéndolo porque por lo general cuando te casas con alguien los amas —Él agitó sus manos en el aire pareciendo como si estuviera apartando el humo— De cualquier manera pon tu cabeza en la carrera Tendrás que ponerte en posición en quince minutos—Max aferró su brazo alrededor de Christian a toda prisa Él debería haber estado enfocándose en lo que importaba no pensando en llamar a Kiara para averiguar dónde estaba Deberían haber estado aquí para ahora Incluso conseguir pasar a través del tráfico y la seguridad no habrían tardado tanto Tomó el teléfono hizo una pausa y lo puso de nuevo hacia abajo No se sabía el número del celular de Kiara Maldiciendo volvió junto a los mecanicos


Crash - Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora