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Kiara se sintió aliviada cuando entró en el camino de entrada No sabía que Max pudiera ser tan callado Incluso en sus sueños él gemía y decía cosas ininteligibles Por las últimas dos horas nada Ni una palabra Tenía miedo de haber estropeado todo entre ellos Se deslizó fuera del auto y siguió a Max en la casa

—Max por favor habla conmigo—Se detuvo tan rápido que casi tropezó con él

—Ni siquiera puedo pensar cerca de ti Necesito unos minutos para ordenar mis pensamientos ¿Te importa?—Dando un paso atrás como si hubiera sido golpeada tropezó en la sala de estar y se acurrucó en una silla Inclinando su cabeza miró a la mesa en el comedor Estaba cubierta de cajas papel de seda y objetos

—Mira esto —dijo Diana entrando en la sala de estar con un cuenco de cristal


—Lindo —dijo Kiara sabiendo que era lo que su hermana quería oír «Vete» rezó

—Es un regalo de boda para mí

—¿No es un poco pronto recibir regalos cuando la boda está prevista para dentro de un mes?—Diana sonrió como el gato de Cheshire


—Es un regalo para mí y Max Dado que estoy casada con el idiota debería obtener todos los regalos


—Bien por ti

—Lo es ¿verdad?—Kiara no estaba de humor para su hermana No estaba interesada en nada en este momento más que en sentarse y sentir lástima de sí misma

—¿Quieres ver qué más me llegó?


—No—Diana hizo pucheros


—Por supuesto que sí

—¿Qué piensa Hank de que abras regalos de tu boda con otro hombre?—Diana agitó la mano

—Él lo superará una vez que vea esta gran cosa—Kiara no estaba tan segura pero conociendo a Hank él se rendiría ante los caprichos de Diana de nuevo Una puerta de auto se cerró de golpe en la calzada Kiara no estaba ni siquiera medianamente interesada en quién estaba en la puerta —Oh Hank está en casa —dijo Diana efusivamente Bajando el cuenco a la mesa de café corrió hacia la puerta— Hank estoy tan contenta de que hayas vuelto —Trató de correr a sus brazos pero él la detuvo con sus manos en sus hombros Kiara levantó la vista la curiosidad sacando lo mejor de ella


—¿Se han ido? —preguntó frío como una piedra


—¿Qué? ¿Quién? —respondió alegremente Diana

—Los regalos No recibiremos presentes para el señor y la señora Verstappen No somos nosotros Vas a ser la señora de Hank Fairfield Si recibimos regalos entonces los abriremos juntos

—Hank —Suspiró Diana— Estos son míos


—¿Eres la señora de Max Verstappen?—Kiara se inclinó hacia delante en su silla fascinada y con ganas de escuchar la respuesta a la pregunta de Hank


—Sabes que legalmente lo soy así que ¿por qué no habría de obtener algún beneficio?—Hank alzó las manos en el aire y dio un paso hacia atrás


—Esto es increíble Toda la mierda que he soportado en esta casa contigo y tus travesuras infantiles ¡Incluso fui absorbido por ti cuando te casaste con otro hombre! —Ahora él estaba gritando y Kiara vio a Max bajar unos escalones en la escalera

Crash - Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora