Señor de la guerra,
que las leyes escribe
hijo de la Tierra,
que defiendes lo amado.
Alabado en todos lados,
desde Troya hasta México,
que tiemble la tierra ante tu cólera.
Hijo nacido en un matrimonio
que aparentaba felicidad,
sediento de aquello que brilla
como los rubíes.
¡Xiuhcoatl ven a mis manos!
No pondrás una mano sobre
aquella que la vida me otorgó.
El día de hoy tu cabeza tomaré
y a la luna vas a representar.
El terror y el pánico lo acompañan
cada guerra, está escrito en la ley.
Yo soy el fuego, la pasión y la sangre.
Yo soy esa ese espíritu guerrero,
heredado por el primer sol.
Que resuenen las campanas,
hoy no hay retribución,
no hay ley que los ampare
hay lágrimas de sangre por doquier.
Señor de la guerra
aquel que escribe sobre papiro
sus leyes y sus mandatos,
no hay nadie digno que lo
contradiga.
Mi señor de la guerra,
Ares, Marte hasta Witsilopochtli,
quién osara desafiar su mandato.
Venga a hacerle frente.
Que resuenen los gritos, el temor
y el pánico, el sometimiento y
la oscuridad.
El sol negro se asomó.
Andy.
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LUCES DE COLORES
RandomCada luz en esta vida brilla con intensidad propia. Nuestras almas tienen una esencia propia con una narrativa singular.
