2.- El primero tiene 25.

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Narrador.

La fiesta había terminado y los rayos del sol molestaban a tus ojos, estabas en tú cuarto, la noche anterior no te sentiste bien y decidiste volver a tú departamento.

Te moviste un poco para evitar la luz y volviste a acomodarte, te acurrucaste y abrazaste la almohada.

-__tn!!!- gruñiste al escuchar tú nombre y no había más opción que responder.

-Pasa!-.

Anna abrió la puerta y corrió a tú cama emocionada.

-Qué te pasó?- preguntaste rascándote la cabeza.

-Adivina!!- exclamó emocionada y tú sólo sonreiste para encogerte de hombros dando a conocer que no sabías -Bueno, te diré...me iré a vivir con Miguel!! Me propuso matrimonio!!!- comenzó a saltar en la cama.

-No inventes!- la abrazaste -que felicidad! Te felicito!-.

-Gracias! Ahora mismo voy a hacer mis maletas, tú deberías comer algo- habló saliendo de tú habitación.

Tú sonreiste y te quedaste mirando una de tus pantuflas para luego darte ánimos de levantarte.

Fuiste a la cocina y te preparaste un tazón de leche con cereal; fuiste a la pequeña sala y te sentaste en el sillón de cuero color rojo.

-Te vas apenas términes?- preguntaste para después comer.

-Sip! Ah...- escuchaste desde la habitación de Anna.

-¿Qué pasa?- preguntaste curiosa.

-¿Qué arás? ¿Pagaras tú sola?- al escuchar eso tú sólo sonreiste.

-No te preocupes por mi, soy fuerte, lo sabes desde que nos conocimos- ella sólo asintió aún preocupada pero con una sonrisa.

Te levantaste y la abrazaste, Anna era como una hermana y eso nadie lo cambiaría, te separaste de ella y le sonreiste.

-Estaré bien, ahora, sólo ve por el hombre de tus sueños- dijiste como sí fueses su madre.

-Es irónico- rió -tú me das consejos que ni tú sigues-.

-Así de irónica es la vida-.

Se despidieron y tú volviste a tú antigua posición, miraste la hora y viste que no era tan temprano como creías; 16:53

Te levantaste para ir y darte un baño, todo era peor que antes, tú vida iba a ser más que rutina...iba a ser como dormir. Suspiraste cansada de todo aquello que te atormentaba y terminaste de ducharte pero, al momento de cubrirte con la toalla un sonido te hizo saltar.
Aquel sonido o mejor dicho estruendo venía de la sala, parecía una...taza quebradose, la taza que antes habías ocupado. Tú pulso se aceleró; te cubriste el torso y fuiste a la sala con escoba en mano.

-Quien quiera que seas! Sal de ahí o sufrirás las consecuencias!- decías con miedo.

-No! No! Tranquila, saldré, sólo manten la calma- aquella voz te pareció conocida pero intentaste ignorar tú interés en ella.

Soltaste la escoba al ver aquella delgada silueta, te parecía imposible, quizá te golpeaste al querer salir del baño y esto era una alucinacion.

Te acércaste más a el para tocarlo y ver sí era real; el sonrio al sentir tus manos lo que te descoloco pues su sonrisa era única y sí, era el, definitivamente era el: Michael Jackson a sus 25 años. Su piel morena, su cabello negro, sus ojos marrón oscuro...

-No puede ser...- balbuseaste sin pestañar.

-Tus manos estan frías- dijo aún sonriendo y tú alejaste la mano.

-Lo siento, pero, es que...jamás creí conocerte-.

-Ni yo pensé despertar aquí...¿cómo es que llegué aquí?- el seguía calmado y en eso su expresión cambió, este se sonrojo y miró a otro lado.

-¿O-ocurre algo?- no entendías el motivo de su cambió hasta que el te señaló con su dedo índice tú cuerpo -Ah!!! Eh...i-iré a cambiarme, cuando vuelva hablamos!- dijiste corriendo hasta tú cuarto.

Te apoyaste en la puerta y miraste detenidamente cada rincón, las paredes tenían muchos posters del chico en la sala...¿Cómo es que el deseo se hizo realidad?

Te secaste y vestiste con un short de mesclilla y una blusa blanca. Fuiste directo a la sala y viste a Michael mirando a su alrededor.

-Ya estoy aquí- el volteó y sonrio -ahora, me gustaría preguntarte algo-.

-Dime-.

-Tú...cómo llegaste aquí?- preguntaste negando el hecho de que posiblemente el deseo se había cumplido.

-No lo se, recuerdo que estaba ensayando para uno de mis conciertos y luego tomé una siesta...al despertar estaba aquí-.

-No puede ser- te sentaste en el sillón.

-Qué, qué?- se sentó a tú lado.

-Qué año es?- el miró el techo para pensar.

-1982- contesto cómo sí nada.

-Hay no! Rayos!!- tapaste tú cara con ambas manos.

-Qué ocurre?- pregunto preocupado.

-Este no es 1982... Es 2015!!- el te miró con los ojos cómo platos.

-No puede ser!- se levanto rápido y miraste el piso con nerviosismo.

-Yo... Podría explicarte el como llegaste aquí... Pero, quizá no sea gran idea- dijiste apretando tus manos aún frías.

-No te preocupes, cuéntame- se volvió a sentar un poco más calmado.

-Mh... Anoche- lo miraste- una amiga me sugirió pedir un deseo a una estrella fugaz... Y yo, como broma, pedí que volvieras- se extraño al escuchar esto último.

-Volver?- tragaste grueso -volver de donde? A que te refieres?-.

-Yo...creo que no es buen momento para hablar de eso- lo miraste, el seguía confundido y decidiste guardar en silencio.

Después de un rato el volteó a mirarte.

-Me di cuenta de que ya hablamos, estoy en tú casa...pero, no se tú nombre- lo miraste y a pesar de que seguía confundido te estaba regalando una radiante sonrisa.

-Soy __tn, __tn __ta- sonreiste y le diste un apreton de manos.

Fin capitulo 2.

3+1= amor [Michael Jackson y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora