Capítulo 23

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-Soy... Mm, me llamo Alex.- dijo aquel chico titubenando un poco.

-Hola Alex ¿Quieres quedarte un rato con nosotros?

El negó con la cabeza, parecía aún fuera de sí, como si se encontrará en otro plano y ambos éramos peligrosos para el.

Trevor intento agarrarlo cosa que lo asusto aún más y salió corriendo esquivando por completo el agarre de mi novio, haciendo que este tropezar y cayera al suelo.

Alex antes de desaparecer por la puerta se detuvo por cinco segundos mirándome y diciendo repetidas veces "Lo siento"

Toda la situación en si me parecía rara, aunque ya se escapaba de mis manos el poder ayudarle, siquiera sabía su nombre y aunque acudiera a la policía la escasa de información no serviría.

Ayude a Trevor a ponerse nuevamente de pie y estuvimos planeando salir detrás de algún ratito, cosa que no conseguimos.

Hanna tenía el permiso de quedarse dos días con él, llegaría el sábado por la mañana y ya para el lunes debía volver.

-¿Ya sabes que es lo que empacadas para el viaje?- pregunto tratando de cambiar de tema, aún le incomodaba hablar de la situación de su hermana.

-Lo básico, no tengo mucha ropa.

-¿Quieres ir a comprar?- negué con la cabeza.

Aún tenemos tiempo para eso, hoy quiero quedarme acá a esperar a mamá.

Pasamos las otras dos horas recogiendo un poco mi habitación y hablando de las posibles cosas que haríamos en aquel lugar en el que pasaríamos las vacaciones.

Se despidió luego, prometiendo que volvería para verme por la noche antes de irnos a dormir y fue hasta su casa.

Me sorprendió escuchar el toque de la puerta minutos después de que se fuera.

Mi madre nos sería, no llegaba hasta la madrugada.

De seguro Trevor había olvidado nuevamente sus audífonos o cualquier cosa, corrí hasta la puerta y la abrí.

Pero era Alex, más calmado y sereno se encontraba parado frente a la entrada.

-Lo siento.-. Dijo luego de que se diera cuenta de mi confusión.

-¿Quieres pasar o salir a caminar?

Él miró a los lados y cuentas jugueteaba nervioso con sus manos negó.

-Preferiria entrar.- soltó más como un susurro.

Me hice a un lado y este entró dudando de su decisione.

Ya dentro logro caminar hasta la sala y acomodarse en uno de los sillones del lugar, yo tomé asiento frente a él, aún cargaba aquellas oscuras ojeras y sus ojos parecían que habían llorado por largo rato.

Pero parecía que había tomado un baño y peinado, la fragancia de su jabón era agradable.

-¿Que sucede, estás bien?

-Si, solo me pase un poco de copas y terminé molestandote.

-Mientes.- solté con brusquedad.- sabes que te encontré drogado mientras dos tipos te golpeaban y abusaban de ti.

Mi falta de tacto se le clavó como una daga elada en su garganta y lo hizo temblar.

Su semblante cambio, aquella forzada sonrisa y ojos alegres cayeron y mostraron aquella tristeza a la que estaban acostumbrados.

Estuvo a punto de llorar, pero apretó sus manos y respiro profundo.

-No te juzgo, y a pesar de que no me conoces puedo ayudarte, se por lo que estás pasan...

Mi vecino es un Actor PornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora