6- vagando en el bosque

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capitulo 6:vagando en el bosque 

elizabeth

despues de nuestro encuentro con el profesor de nariz ganchuda no pude evitar notar las similitudes entre el y natalia, su pelo es igual de negro solo que el de ella no es grasoso, su piel es un tono similar y hasta algunos de sus gestos son iguales.

—elizabeth—dijo natalia sacandome de mis pensamientos— escuchaste Lo que te dije ¿Verdad?— pregunto al notar que no me prestaba atención

—no... — respondí temerosa

—llevo hablando como estupida 10 minutos —dijo mirandome enojada —¿sabes a donde vamos?

—¿que?—dije mirando mi alrededor , me di cuenta que no estabamos en el castillo —¿como llegamos...?

—íbamos caminando, yo te estaba contando algo que descubrí y llegamos aqui—respondio confundida

me tome unos segundos en ver donde estábamos y asi me ubique, a lo lejos se veía una cabaña con unas calabazas  supuse que era la del guarda bosques del que me habló mi hermano “Hagrid”, también vi los invernaderos, al sauce boxeador, o creo que así se llamaba y eso significaba que los árboles que teníamos enfrente eran parte del...

—...bosque prohibido— susurré mirándolo

—¿Qué?— pregunto Natalia— si, ese es el bosque prohibido

—tenemos que ir...— empecé a decir pero la chica me interrumpió

—¿Ir al bosque prohibido?— dijo exaltada— creo que no escuchas bien el nombre— continuo exaltada— ¡BOSQUE PROHIBIDO!

—lo se pero mi madre me habló de el— respondí con simpleza— me dijo de extrañas criaturas

—pero eso no significa que tengamos que ir— dijo reprochando aunque siguiéndome el paso

Entramos al bosque, una electricidad inigualable me invadió, era como estar ahí otra vez como tener un deja vu.

—sigo creyendo que no tendríamos que estar aquí, por si las dudas ten tu varita preparada

—¿Varita?— respondí mirándola

—si, tu varita ¿Acaso no eres maga y fuiste a comprarla?

—si pero...—dije mirándola dándole entender que no la tenía

—¿La dejaste? — pregunto enojada— ¡VENIMOS A UN BOSQUE QUE ESTA PROHIBIDO SIN PROTECCIÓN! ¡Y SIN DECIRLE A NADIE, ES NUESTRO FIN!

—perdón, no creo que nada pase— respondí encogiendo mis hombros y continuando el camino entre los árboles

—pirdin, ni crio qui nidi pisi— burlo — patrañas ¡Es nuestro fin!

—cálmate, nada va pasar —dije mientras veía un lugar, aunque con pasto estaba muy bien para sentarme

Era un círculo, parecía que fue modificado o de alguna forma alguien había estado ahí hace mucho tiempo, pude ver algunas hojas de papel

—mira, no creo que esté tan prohibido— dije señalando las hojas desgastadas

—estudiantes que van contra las reglas, justo como nosotras, debemos irnos ¿Que tal si nos matan? No escuchaste el discurso del director

—ven siéntate, ten una cita conmigo— dije en broma ignorando su preocupación

—¡Que lindo! ¡Una cita antes de morir, que romántica! —exclamo sentándose frente a mi

—¿Quieres pastelillos?—pregunte sacándolos de mi capa

—no traes varita siendo maga, pero si comida ¿Estás loca? Pero si quiero— dijo extendiendo sus manos

Pasamos lo que quedaba de la tarde hablando de cosas sin tanta importancia como cual era la mejor casa o de lo poco que sabíamos sobre la magia, muy pronto me di cuenta que no éramos iguales de echo compartíamos muy pocos gustos y ideas pero estaba bien, porque podíamos debatir sobre un tema con diferentes puntos de vistas

—la mejor casa es Slytherin— dije con simpleza

—solo lo dices porque es tu casa—dijo  rodando los ojos mientras se limpiaba los rastros de pastelillos

—la tuya igual ¿Porque defiendes tanto a  la casa de los pájaros esos?

—no la defiendo, bueno si pero...—antes de que pudiera terminar de hablar un sonido llamo nuestra atención, no era un simple sonido era un aullido

—un lobo— dije alerta

—no, es peor— dijo poniéndose de pie— tenemos que irnos ¡Ahora!

—si, si vámonos— tome su mano y seguimos el camino

—¿que fue eso? — pregunté mientras salíamos del espeso bosque

—¿El aullido? Fue un...—empezo a decir pero el aullido la interrumpió otra vez, y se escuchaba más cerca— hombre lobo...

Corrimos lo más rápido que pudimos pero no duramos mucho tiempo ya que tropezamos con una raíz de un árbol

—demonios, creo que el profesor tendrá que curar de nuevo mi tobillo— dijo mientras se levantaba— ¿Que? Si voy a morir que sea riendo

—¿Que es eso?— pregunté señalando algo plateado ¿O blanco? No lo se, estaba oscuro

—agua o ¿Gasolina? ¿Que diablos es eso?

Un sonido llamo nuestra atención, algo grande movió unas hojas de los árboles y paso tan rápido que ni siquiera pude reconocerlo, a los instantes paso una cosa negra al parecer le estaba persiguiendo

—¿Que fue eso?— pregunté a Natalia

—no lo se, pero tenemos que salir lo más rápido de aquí— respondió muy asustada

Seguimos caminando hasta que de nuevo tropezamos pero ahora sentí un gran dolor en mi pie

—¡demonios!— grite tocando mi tobillo

—cállate, entre menos ruido mejor—dijo sin notar que mi pie sangraba

—Creo que ahora sí necesitamos ir a la enfermería— dije mirándola

—oh demonios— dijo mientras se agachaba para mirar mi tobillo—tenemos que salir de aquí ¿Crees poder caminar?

—no lo se, no es como que me rompió un hueso ¿Acaso no quieres que baile?— respondí sarcásticamente

—ven, te ayudaré a caminar, está oscureciendo y es aún más peligroso estar aquí

—¿Cómo sabes?— dije apoyando mi brazo en ella para poder caminar con el pie que no estaba lastimado

—no lo se, talvez porque está ¡PROHIBIDO!  Para aquello que no quieran morir

—solo cállate y camina— dije sin soportar el dolor

La oscuridad no estaba cubriendo, el bosque parecía interminable y íbamos a la mitad de velocidad que teníamos antes por mi pie roto

—buen momento para romperte el tobillo—  dijo Natalia tratando de alivianar el ambiente

—deja de...— empeze a decir pero una voz me interrumpió

—¿Quien anda ahí?— dijo una vos gruesa, de inmediato pude ver una luz y caminamos hacia allí

—necesitamos ayuda— dije llamando la atención de aquella persona

—cállate— me dijo Natalia, pero era demaciado tarde, una gran figura de acercaba a nosotras y no teníamos escapatoria, empece a imaginar mi funeral llevarían rosas ¿Porque nunca le dije a nadie que odio las rosas? Solo cinco lo sabe

Cinco... Mi hermano

¿Lloraría por mi muerte? Claro que sí pero ¡Oh por dios! ¿Ese no es...?



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Hasta aquí el capítulo, recuerden que si quieren saber la vida de Natalia pueden leer mi otra historia disponible en mi perfil.

Con amor

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el amor antes de la lluvia (Ron Weasley) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora