el amor antes de la lluvia (Ron Weasley) #1

11-campo de quidditch

capitulo 11: campo de quidditch 

Elizabeth.

empezó noviembre, y con el un tiempo muy frió

—Mira, es hermoso —dijo mientras señala las montañas

—es solo nieve —dije con simpleza

—nunca la había visto...solo en televisión

cuando empezó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío. Las montañas cercanas al colegio se volvieren gigantes helados de un tono gris campo de quidditch, enfundado en un enorme abrigo de piel de topo, guantes de pelo de conejo y enormes.

—¿cuando comienza la temporada de quidditch—pregunto mi amiga.

—el sábado, Harry lo repite cada segundo.

—no sabia que se llevaban tan bien.

—claro que no, sigue siendo un engreído conmigo, pero lo soporto por mi hermano.

pasando un tiempo Snape apareció cogiendo mientras se dirigía a nosotras 

—buenas tardes señoritas —dijo con su característica voz pesada —su ensayo deberá ser de 2 metros y sin ningún espacio en blanco 

—¿que ensayo?

—su castigo por romper las reglas, tratara sobre bestias y se entregara este sábado 

—¿sábado? ¡no hay forma para terminarlo este sábado!

—deberían dejar de meter sus narices donde no les importa

dicho esto el profesor se fue dejándonos totalmente disgustadas.                                                                  tras meditarlo un rato pensé en ir a hablar con Snape, para que nos diera mas tiempo de entregar el trabajo, aunque me encontré a Harry en la puerta de la sala de profesores

—hola —salude a lo que el me hizo una seña de que me callara, curiosa al ver que observaba tras la puerta me acerque y mire... Snape y Filch estaban allí, solos. Snape tenía la túnica levantada y con el una herida 

—Esa cosa maldita... —dijo Snape—. ¿Cómo puede uno vigilar a tres cabezas al mismo tiempo?

—Harry, tenemos que irnos—dije y el asintió, Harry intentó cerrar la puerta sin hacer ruido, pero...

—¡POTTER! —dijo, al parecer solo lo había visto a el 

El rostro de Snape estaba lleno de furia y dejó caer su túnica rápidamente, para ocultar la pierna herida. 

—Me preguntaba si me podía devolver mi libro —dijo.

—yo quería saber si podría... —comencé a decir pero el me interrumpió

—¡FUERA! ¡FUERA DE AQUÍ!

el y yo fuimos corriendo hacia nuestras salas comunes pensando en lo que acababa de pasar, sentía mi corazón acelerado

—ya tengo un castigo, no quiero otro —dije con voz irregular por el cansancio de correr

—bueno, no creo que te valla pero que a mi 

—en eso tienes razón ¡el te odia! —dije, por ahora solo concordamos en eso.

La mañana siguiente amaneció muy brillante, aunque era muy fria. Entre al Gran Comedor que estaba inundado por el delicioso aroma de las salchichas fritas y las alegres charlas de todos, que esperaban un buen partido de quidditch.

—Tienes que comer algo para el desayuno.

—No quiero nada.

—Aunque sea un pedazo de tostada —dijo Hermione.

—No tengo hambre.

—Harry, necesitas fuerza —dijo Seamus Finnigan—. Los únicos que el otro equipo marca son los buscadores.

—Que reconfortante —dijo mi hermano 

—Gracias, Seamus —respondió Harry, observando cómo llenaba de salsa de tomate sus salchichas.

—Elizabeth, recuerda que tienes que estar ahí a las 11 —me recordó Adam.

Llegando las 11 parecía que todo el castillo estaba en el campo de quiddich, yo seguía pensando sobre lo que paso ayer, fingiendo escuchar las quejas de Natalia a Malfoy 

—No y eso no es lo peor, pego un chicle en mi cabello, por suerte solo fue en las puntas —dijo claramente frustrada —¿me estas escuchando?

—Eh si —dije mirándola a los ojos —si claro que si 

—entonces dime que fue lo que te dije —me miro molesta 

—Eh pues... — y como si el cielo me hubiera ayudado un slytherin me hablo para preguntarme algo que no pude escuchar bien ya que el terreno de juego se lleno de aplausos.

La señora Hooch hacía de árbitro. Estaba en el centro del campo, esperando a los dos equipos, con su escoba en la mano.

—Bien, quiero un partido limpio y sin problemas, por parte de todos —dijo cuando estuvieron reunidos a su alrededor. —Montad en vuestras escobas, por favor.

La señora Hooch dio un largo pitido con su silbato de plata.

Quince escobas se elevaron, alto, muy alto en el aire. Y estaban muy lejos.

—Y la quaf le es atrapada de inmediato por Angelina Johnson de Gryffindor... Qué excelente cazadora es esta joven y, a propósito, también es muy guapa...

—¡JORDAN!

—Lo siento, profesora.

—¿Quien es ese tipo? — Pregunto Natalia 

— Es Lee Jordan, el comentarista del partido, —Dije —me dijeron que esta vigilado muy de cerca por la profesora McGonagall.

—Y realmente golpea bien, un buen pase a Alicia Spinnet, el gran descubrimiento de Oliver Wood, ya que el año pasado estaba en reserva... Otra vez Johnson y... No, Slytherin ha cogido la quaf le, el capitán de Slytherin, Marcus Flint se apodera de la quaf le y allá va... Flint vuela como un águila... está a punto de... no, lo detiene una excelente jugada del guardián Wood de Gryffindor y Gryffindor tiene la quaf le... Aquí está la cazadora Katie Bell de Gryffindor, buen vuelo rodeando a Flint, vuelve a elevarse del terreno de juego y... ¡Aaayyyy!, eso ha tenido que dolerle, un golpe de bludger en la nuca... La quaf le en poder de Slytherin... Adrian Pucey cogiendo velocidad hacia los postes de gol, pero lo bloquea otra bludger, enviada por Fred o George Weasley, no sé cuál de los dos... bonita jugada del golpeador de Gryffindor, y Johnson otra vez en posesión de la quaf le, el campo libre y allá va, realmente vuela, evita una bludger, los postes de gol están ahí... vamos, ahora Angelina... el guardián Bletchley se lanza... no llega... ¡GOL DE GRYFFINDOR!

No se en que momento me distraje pero cuando vi, la escoba de Harry se elevaba cada vez mas alto. De pronto, la gente comenzó a señalar hacia Harry por encima de las gradas. Su escoba había comenzado a dar vueltas y él apenas podía sujetarse. Entonces la multitud jadeó.

—¿QUE ESTA PASANDO? —Pregunte a mi amiga que estaba tan confundida como yo 

—no tengo idea —contesto de inmediato.

 La escoba de Harry dio un salto feroz y Harry quedó colgando, sujeto sólo con una mano. De pronto, la gente comenzó a señalar hacia Harry por encima de las gradas. Su escoba había comenzado a dar vueltas y él apenas podía sujetarse. Entonces la multitud jadeó. La escoba de Harry dio un salto feroz y Harry quedó colgando, sujeto sólo con una mano.