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ALFIE SOLOMONS DESCUBRIÓ a la Shelby y al Italiano, nadie sabía como lo hizo, tampoco daba detalles, amenazo al italiano con decirle a la familia de Eboni, sobre su relación secreta con la hermana de los Shelby.
— Alfie, por favor. — rogó Eboni. — No se lo digas a mis hermanos. Sabes que lo matarán.
— Lo se, odio a los putos espaguetis. Por eso se lo contaré a tu hermano, Tommy. Para que mate al puto espagueti, de mierda.
— ¿Quieres dinero? ¿Más empleados? — Eboni estaba nerviosa y tenía miedo. — Lo que sea, pero no le digas nada a Tommy. Lo amo y no quiero que lo maten.
— Eboni Shelby, rogando por la vida de un puto espagueti, el enemigo de los Peaky Blinders. Estás llenado contra tus hermanos. — Alfie se inclino en la mesa y miró a la Shelby, atentamente.
— No voy contra ellos, pero no soy un Peaky Blinder. Estoy enamorada, Alfie entiéndelo.
— Tu hermano es mi compadre, no le traicionaría al menos que sea por una buena suma de dinero.
Alfie y Eboni hablaron de las cantidades, negociaron y al final llegaron a un acuerdo. Alfie no le diría nada a nadie, e intentaría llevárselo a la tumba.
— ¿Que tal, que dijo el Sr. Solomons? — preguntó Antonio cuando Eboni entró en casa.
— No dirá nada. — dijo suspirando y besando a su amado.
— Te amo, Eboni. — En el beso Eboni sonrió.
— Yo también te amo, Antonio. —
***
Pasaron dos días desde el acuerdo con Solomons, y en esos días Eboni, se sintió mal, estaba casi todo un día en el baño y vomitaba.
— Antonio... nesesito hablar contigo. — Antonio asintió y se sentó en el sofá junto con Eboni. Tommy no estaba pero no tardaría en venir.
— ¿Que pasa? — pregunto agarrando las manos de su pareja.
— Estoy embarazada. — Antonio se levantó y se pasó las manos por el cabello.
— Me matarán, si se enteran que es mi hijo el que esperas. — Antonio suspiro. — Aborta, ocúltalo da igual pero no digas que es mío.
— No voy abortar. Antonio, piénsalo, formaremos una familia como... cómo querías en Italia.
— Mi hijo no nacerá en Birmingham. Volvamos a Italia. — Eboni se levantó y beso a Antonio.
