Un nuevo día, una nueva tortura, como diría mi hermano Touya.
Habían pasado dos semanas desde que me había presentado en el castillo. Esos días los usé para adaptarme un poco a este lugar, gracias a esto supe que tengo los recuerdos de Todoroki Shouto y que también tengo sus habilidades.
En cuanto a habilidades, el chico nunca fue bueno en esgrima o era el mejor hablando de política. No lo juzgo, yo soy peor, pero el era extremadamente inteligente y poseía muchos conocimientos para un niño de su edad sumándole que era competente en la magia.
Mis relaciones con los demás no son muy buenas, es más diría que me odian de verdad. Siempre me miran con odio y rencor, es bastante incómodo. Yo, al ser ya una persona adulta, sólo lo veo como algo incómodo, pero para un niño, que siempre fue tratado así, debió ser demasiado agotador y triste.
Las únicas personas con las que me llevaba bien eran Jirou, Kaminari y la cocinera de la mansión, Luna. Ella era joven, pero estaba casada y tenía hijos; era una de las pocas personas que descubrí que le tenían cariño a Shouto. Me enteré de que ella le solía preparar dulces y postres cuando estaba triste o deprimido. Me suele recordar a mi hermana, Fuyumi, hacía lo mismo cuando me encontraba mal, solíamos hablar y me hacía sentir mucho mejor en pocos minutos, era la mejor hermana mayor que se pueda tener.
Hoy me tocaban clases de esgrima, ja para que me de un golpe yo sólo. Soy muy malo cuando se trata de peleas y ahí me encontraba enfrente del capitán de los caballeros, Aizawa Shota. Tenía cara de pocos amigos, es más, parecía que me quería matar.
Me entregó la espada de madera y me dijo que me pusiera en posición de ataque. Hice lo que pude y como dios me dio a entender, sin embargo, a el capitán no le pareció suficiente y me corrigió la postura con varios golpes hasta que por fin estaba en la posición correcta.
Luego me atacó y yo apenas pude esquivar. Volteé a ver a Kaminari, el cual me acompaña siempre al igual que Kyoko, le rogué con la mirada que me ayudara, pero se rio. "Maldito" me dije a mi mismo para luego tirarme al piso y rodar para esquivar el golpe dirigido hacia mí, por parte del capitán.
Y así me la pase dos horas esquivando como podía, aunque algunos golpes pe llegaron a dar y eran bastante dolorosos.
Al final acabó el entrenamiento y justo cuando me iba a largar para nunca más volver a pisar ese lugar el capitán me llamó a lo cual me acerqué.
- Lo hiciste bien hoy o al menos esquivaste más golpes que los días anteriores- Me dijo mientras me despeinaba un poco el pelo- Te veré pasado mañana, espero que ese día te lleves menos moretones- Dicho esto se me dio una pequeña reverencia y se dio la vuelta para seguir caminando en dirección a zona donde se llevaban a cabo los entrenamientos de la caballería plateada.
ESTÁS LEYENDO
El villano casi nunca tiene un final feliz... casi nunca (Bakutodo)
FanfictionCuando mi avión cayó... morí, o eso pensaba. De repente desperté en el mundo del juego otome que le encantaba a mi hermana Fuyumi y que me forzó a jugar. Nunca pensé que después de mi muerte volvería a renacer en este mundo. Lo peor de todo, no reen...