-¿Cómo se siente?- preguntó a su cliente, masajes de espalda.
-Bien...- más presión, un poco de dolor pero soportable.
-¿Bien?- más presión, más dolor, mucho dolor.
-¡Oye! ¡Para!- aquel hombre le exclamó.
-No te preocupes, todo está bien- y aplicó más presión.
Ignorando los gritos de aquel hombre, siguió presionando, hasta que aquel característico "pop" se escuchó.
-¡perfecto!- exclamó aquella mujer con una sonrisa.
La espalda de aquel hombre estaba perfectamente doblada a la mitad. Sin ninguna actividad cerebral.
Dios mujeres sonrientes entraron a la habitación y se llevaron al hombre. La mujer soltó una pequeña risa y gritó:
-¡Siguiente!-
ESTÁS LEYENDO
13 Años de Imaginación.
RandomDiversos cuentos ficcionarios de un escritor principiante. Contenido: Thriller. Mención de sangre, muertes y temas parecidos. Misterio