Coraline y el reino de las pesadillas.

2.- ¿Soy ese tipo de amiga?

"Supongo que soy un fantasma, estoy solo y mis amigos y yo no somos cercanos porque piensan que soy una molestia, así que no demuestro mis sentimientos..."

[Mad Tsai] (2021). That Friend. En Sencillo [Descarga digital y stream] 

[Traducción en español]

El ingresar a lugares llenos de gente no era problema de niña, amaba salir con mis amigos a jugar, hacer planes para cuando ellos me visitaran, cuando creía que ya era seguro vivir en el Palacio Rosa, eso fue hasta que comenzaron las pesadillas constantes, el sentirme observada. 

Creí que cambiándome de domicilio eso podría cambiar, pero no, no fue así. Pero estaban mis amigos, estuvieron ahí mientras crecía, o eso creí de una forma tan ingenua. Con el tiempo, comenzaron a hartarse de que siempre estuviera con miedo, paranoica, con pesadillas. 

Sin darme cuenta, mis amigos dejaron de invitarme a salir, a fiestas, a pijamadas. Mi mejor amiga consiguió unas nuevas amigas, lo mismo con mi mejor amigo. El único que nunca me dejó de lado fue y ha sido Wybie, pero ni así dejo de pensar que también se irá, se alejará, me olvidará, y seré una Coraline fantasma, a quien sus padres ignoran, a quien sus amigos ya no la quieren, alguien miserable que, en el fondo, se pregunta si habría estado mejor irse con la otra madre. 

Como sea, mis "amigos" por costumbre me saludan, con falsas sonrisas, ¿Cómo sé que son falsas? Porque es la misma que uso yo desde hace tiempo, y los he escuchado cuando creen que no lo hago, sé que les molesta mi miedo, creen que trato de llamar la atención, en fin, no es nada que no haya escuchado en estos largos años, además, son cosas que yo misma me digo cada mañana, por mucho que lastime mi orgullo el admitirlo.

- ¡Coraline, amiga! ¿Cómo estás? - Me dijo mi "mejor amiga" con voz dulce, siempre es así al hablar, más ya no sé si es una persona tan dulce como creía que era, no digo que sea grosera, exactamente, pero siento que es falsa, que sus palabras dulces ocultan veneno detrás. 

- ¡Hola, hermosas! - La voz de mi otro amigo evitó que yo contestara, se acercó a nosotras, puso sus brazos alrededor de nuestros hombros, luego nos dio un beso en la cabeza a cada una. Hubo un tiempo en donde esas acciones no me molestaban, pero ahora es todo distinto, me siento incómoda, invadida; es como si sintiera muchas arañas correr por mi cuerpo, es horrible, incómodo, aterrador, y nadie entiende lo que me está ocurriendo. 

- Hola... ¿Todo bien? - Pregunté, alejándome de él y acomodando mi mochila, la cual en verdad no se estaba cayendo ni nada, solo fue para disimular. 

- Todo bien, aunque tengo resaca, la fiesta de ayer fue una locura. Lo pasamos muy bien, es una lástima que no quisieras ir, yo te habría ido a dejar a tu casa luego - Dijo mirándome con tristeza, yo solo lo miré confundida, ¿De qué demonios estaba hablando?

- ¿Qué? No entiendo, ¿De qué fiesta hablas? - Él me miró sin entender tampoco, negó con la cabeza, aún sin entender nada.

- Pues... de la fiesta de anoche, anoche hubo una fiesta, le dije a Vi que te lo dijera, me robaron el teléfono, y soy pésimo memorizando números, así que no me sé el tuyo... - Comenzó a explicar la situación, ahora que recuerdo, no había visto sus estados de whatsapp durante el fin de semana, pero no le tomé asunto alguno. Luego hizo una pausa, su expresión cambió a una de molestia, y entonces yo entendí todo, pero no sentí enojo, me sentí triste. - Un momento, ¿No te dijo nada? Antes de ayer fue a mi casa, le dije lo de mi teléfono, le pedí que te dijera de eso, de la fiesta y que te diera mi número... 

- Pues no, no lo hizo, no me dijo nada... -Contesté, miré por un momento a mi amiga, ella me miraba con enojo, no estaba la dulzura de antes, no había esa calidez. Desvié mi mirada a mi bolso, fingiendo buscar algo, lo que sea, algo que pudiera distraerme del nudo en la garganta que me estaba causando dolor, avisándome así de que estaba a punto de llorar. 

- Violeta, ¡¿Qué demonios contigo?! Te pedí algo muy simple, les dijiste a todos, menos a Coraline, ¿Por qué? -Seguí con mi vista en otro lado, tratando de controlar mis emociones otra vez. No necesitaba levantar la vista para saber como iba la situación. 

- ¡Deja de gritarme! Lo olvidé, ¿Bien? Tengo otras cosas en las que pensar como para preocuparme de esto también -Respondió ella levantando la voz. Luego agregó - Además, de todos modos no habría ido, siempre pone excusas, siempre está en casa, nunca quiere salir, así que por eso no la invité 

- Tú pones excusas ahora, ella es mi amiga...nuestra amiga, y no puedes decidir por ella si va o no a algún lado ¡Pudiste preguntarle por cortesía! -Dijo él y luego suspiró cansado. 

Odio las peleas, que hablen de mi como si no estuviera, como si mi opinión no contara en absoluto, lo mismo pasa con mis padres. Salí de mis pensamientos cuando escuché a unas personas hablar de mi. 

- Ah, esa chica, es siempre tan problemática, pobre Vi, siempre acaba peleando con su novio por esa chica, Coraline es una mosca muerta. - Hijas de... Espera, ¿"novio"? ¿Ella y él son pareja? Ni me lo dijeron, ni eso sabía, ¿Por qué no me dijeron algo tan importante? 

- ¡Oye, deja de tratar mal a tu novia por la loca esa! - Dijo un tipo, más comentarios, tantos que ni les presté atención. 

- ¡¿Y tú por qué diablos te metes?! ¡Coraline es nuestra amiga de toda la vida y ella la aísla, la niega! - Entonces me moví para salir del salón, una clase que me salte, una que no, ¿Qué importa? Por como va mi vida, sé que ni futuro tengo. Carl, mi amigo de la infancia, lo notó, me detuvo. 

- Coraline... Nena, lo siento, no quería que supieras así, yo...este - Me miraba angustiado, buscando una excusa, tenía mis manos en las suyas, yo me solté y lo miré seria. 

- No es a mí a quien debes pedirle disculpas, tu novia está allá. La culpas de no decirme nada de la fiesta, de excluirme, aislarme, pero tú haces lo mismo. Algo tan importante como su relación, creo que todos sabían menos yo, ¿Tienes idea de cómo se siente eso? ¿Acaso creían de que me iba a oponer o algo así a su relación? Son un par de ridículos de mierda. - Al decir esto, todo quedó en silencio, por mucho tiempo me preocupé por no decir algo que lastimara a los demás, de estar ahí, y ahora exploté. Salí del salón, pasando por el lado del profesor que venía llegando, el cual me llamó, pero lo mandé a la mierda igual. 

Quería correr, quería paz, pero ¿A dónde puedo ir? Quiero estar sola, en un lugar donde libremente pueda llorar, gritar, decir lo que siento. Tengo tantas ideas en la cabeza, es tan ruidoso, siento hasta dolor. Estoy como la mierda.