♡⃕ ﹫𓏲ringry: - ̗̀ 5 dias en detención ˎˊ˗ 🥥ֶָ֢

𓏲𑁍 02.

₍ᐢ˵• ࿁ กᐢ₎︎

—¡Ashoee! — un efímero y espontáneo estornudo emitido por parte de Souya resonó por todo la dirección. Ambos presentes en las salas se quedaron atónitos por el reciente cometido y sólo dedicaron a carraspear.

—Perdón. — módulo el peliazul en un torpe farfullo con un leve rubor rojo que descendía en el pequeño puente de su nariz. Difícil de decodificar si era causado por un resfrío o por la vergüenza del momento.

La directora simplemente resopló para sus adentros y le extendió un trozo de papel higiénico a souya. Seguido acto acomodo con su índice el puente de sus anteojos y volvió a fijar su mirada en ambos aludidos, que ahora se encontraban frente a frente en dos sillas con una leve escasa de distancia sin comprender el motivo de la circunstancia: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Y por qué habían terminado acudiendo a dirección en lugar de sus hermanos?

—Mire directora, me la pueden chupar vos y todos los directivos del colegio. — el rubio hizo énfasis en la última palabra y se impulso con sus manos sobre el escritorio, para luego levantarse. —pero yo no tengo nada que ver con esto y no estoy dispuesto a pagar por un precio por el cual no me involucra a mi.

La directora como acto consecutivo volvió a soltar un bufido.

—Che, vos baja un cambio que estás muy subidito de tono me parece. — Hablo el peliazul. su débil voz pareció distorsionarse en algún segundo. Pero se reincorporó al instante, retomando la seguridad y energía que poseía siempre. Los tendones de su cuello sobresalieron, marcando un camino sobre su cuello irritado y templado.

—¿Que te pasa a vos, te haces el picante? ¿Querés que te rompa todo acá mismo? pero no la agites y después me la dejes picando, plantate de mano.

—¡Basta chicos! — la directora se metió entre ellos divisando una escasa de distancia aún siendo de una complexión el doble de pequeña. — Lo que menos queremos ahora es desatar una segunda pelea y les pido porfavor que corroboren, porfavor.

El menor de los haitani paso por el costado de souya proporcionándole un tosco y intencionado golpe con el hombro. Se volvió a sentar en sepulcral silencio y cerro los ojos dispuesto a escuchar a la directora.

— Bien, es mejor si le dedicamos compresión y perseverancia a la situación. Las cosas ahora están un tanto agitadas pero si aportamos algo, vamos a lograr aclarar las cosas. — tan pronto termino de hablar, se paró y emprendió un camino hacia la puerta de dirección. —Se requiere de mi presencia en un salón, les pido que sean prudentes y no hagan nada indebido, cuando llegue vamos a hablar bien.

Tan pronto cómo la directora cruzo esa puerta un sepulcral silencio no tardó en invadir esa sala. Souya pensó que no tenía nada que contribuir ahora que la directora se había marchado y había quedado en presencia de un pelotudo. Así que se impulso con la palma de sus manos sobre su eje en un movimiento y decidido a irse cruzo el marco de la puerta.

—¿A dónde vas? — acato el rubio con un tono áspero de voz que hizo que una descarga eléctrica recorriera el cuerpo de souya. - En ningún momento dijo que podíamos irnos.

— S...soltame. —Souya intento removerse de su agarre. Tomo un rápido respiro y su cuerpo respondió a la presión, tensandose, al igual que su pecho, que ahora bombeaba la sangre con una prisa semi alterada. Una expresión relajada se apoderó de su rostro, intentando así cubrir toda la presión que alborotaba su organismo.

—¿No era nada más hasta hace un momento que me estabas enfrentando? ¿Que paso?

Los ojos escrutadores de angry lo miraron con un claro tono de sobresalto reflejado en sus pupilas.

—Si algo tienen que ver en esta situación, son solo vos y el monstruo de tu hermano. Que me parece un acto medio cobarde aprovecharse de una persona atacando entre dos.

Souya alzó la voz y con esa audaz valentía con la cual decidía enfrentar a su contrario pareció ser lo último que sacó de las casillas al rubio. Su mirada pareció toparse con la suya por un breve segundo, pero el menor descendió completamente la mirada.

El muchacho retemblo mucho más mientras intentaba liberarse del agarre con mucha ingenua desesperación, que le fue imposible cuando rindou lo aventó hacia la pared más próxima arrinconandolo con una sonrisa algo insinúante.

—Soltame... me estás lastimando. — Susurro con un hilo de voz mientras una serie de temblores lo invadía y oprimía los ojos lo más que podía.

—Es muy admirable de alguna manera, como intentas mostrar una figura autoritaria y demandante. — el rubio se separó para acercarse a su oído, acaparando su lóbulo izquierdo con su boca. —Cuando todos sabemos que siempre estás bajo la sombra de tu hermano.

Su sonrisa duro poco al ver al otro muchacho completamente ruborizado, con la cabeza gacha y los nervios en punta. El rostro completamente dominado por el terror y su esponjoso cabello tapándole los ojos. Haciendo inválidos sus esfuerzos por deshacerse del agarre de rindou, quien se limito a apoyar sus manos a cada lado de su cabeza apresandolo aún más.

—Sos muy interesante de alguna manera. —atinó a soltar mientras una sonrisa con total picardía se bosquejó en su rostro. El kawata menor con el cual alguna vez había dirigido interacción alguna en su vida: ahora se encontraba bajo su dominio, con un tipo de expresión diferente el cual Rindou jamás había visto y una total curiosidad se estímulo sobre él queriendo descubrir más facetas de él.

—Y vos sos muy pelotudo. —aprovecho en desventaja; que el rubio se encontraba totalmente en un estado sosegado manteniendo un contacto visual por las expresiones del menor y pellizco el pezón del contrario.

Una mueca de dolor no tardó en aparecer en el rostro de Rindou y tan pronto como lo hizo, se tambaleó y se desplomó en total agonía y dolor. El peliazul hizo unos cuantos movimientos intentando recuperar acceso a sus muñecas que se encontraban totalmente maltratadas por el agarre de Rindou.

— ¡Chicos! ya llegué, ya tengo decidido lo que van a hacer.... —la directora apareció y tan pronto leyó el ambiente su tono de voz fue disminuyendo y llevo la palma de su mano a la frente.

Continuara.