Capítulo 2

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Ha pasado una semana desde que se dio el anuncio del Vasallaje. Cada vez que veo a algún niño o niña de 12 años o más, me pasa por la mente el nombre de ese pequeño siendo votado por el Distrito. El Vasallaje… todavía no puedo sacármelo de la cabeza. Aun sigo oyendo la frase «todos los Distritos celebrarán elecciones y votarán por los tributos que los representarán». Y a todas estas, ¿por quién votare? No pienso votar por Sebastián, y menos por Sean. Prefiero no pensar en eso ahora. ¿La tributo chica? No conozco a muchas, Christine aun no está en edad para la cosecha, pero igual no votaría por ella, sería muy macabro de mi parte.

Hoy me han dado un día libre en el huerto, me lo dan cada mes, es algo bueno, supongo, de todas maneras si nos dan descanso después de trabajar como burros. Sin embargo, mi madre y mi hermano tienen que trabajar hoy, así que mi otra opción es visitar a Clarisa a su casa. Mientras Dylan trabaja en el jardín del Alcalde Fisherman, Clarisa cuida a Sheila y ayuda a algunos hijos de vecinos con sus deberes escolares. Algo como una maestra. Pero como no tenemos clases por la recolecta no tiene a quien ayudar, eso quiere decir que son meses sin trabajo, meses sin un ingreso para su familia. Luego viene la cosecha y por los juegos también suspenden las clases. Son tres meses sin clases. Podría decirse que son vacaciones, pero sin el descanso, porque tenemos que trabajar en el huerto. Finalmente llego a la casa de Clarisa, ella me recibe y más atrás viene Sheila a darme un abrazo.

—Tengo un pequeño apuro —me dice Clarisa—. Me han dicho que tienes buena puntería con los cuchillos ¿Me ayudarías?

—¿Quién te ha dicho eso? —pregunté un tanto inquietada.

—La mitad del Distrito 11 está hablando sobre lo que hiciste con las manzanas en el huerto. Dicen que eres buena. ¿Me ayudarás sí o no?

Me preocupa que medio Distrito sepa lo buena que pude llegar a ser con eso de los cuchillos y no sé por qué. ¿Será bueno exhibir que soy buena en eso? No creo que lo sea en estos momentos.

—Claro —afirmé finalmente dudosa—, dime cual es el problema.

Mi hermana me conduce hasta el patio trasero de su casa. No veo mucho, solo una gallina.

—El alcalde Fisherman recomendó a Dylan y ha hecho muchos trabajos —me explica—. Logró conseguir suficiente dinero para comprar el pato y la gallina. He intentado matarla, pero es muy escurridiza. ¿Crees poder darle?

Observo la gallina y lo pienso mucho. No es lo mismo unas manzanas inmóviles que una gallina moviéndose por todo el lugar. Volteo a ver a mi hermana y tiene un aire de esperanzas. Su rostro me hace difícil decirle que no, así que termino aceptando. Animada, entra rápido a la casa y al cabo de unos minutos regresa con sus mejores cuchillos de cocina, no son lo mejor del mundo, pero para su estatus son grandiosos. Los observo bien antes de empezar, y tomo un gran respiro. Veo a mi hermana por última vez y ella esta sonriéndome, diciéndome con sus ojos «Vamos, hermana, yo se que tu puedes».

Tomo el primer cuchillo e intento acercarme sigilosamente a la gallina, pero esta notó mi presencia y corrió antes de que pudiera realizar cualquier acción. Corro tras ella tal cual niña pequeña, pero noto que es en vano. Cuando me siento lo suficiente ridícula, opto por lanzarle los cuchillos, así como hice para bajar las manzanas.

—Creo que es mejor que entres a la casa —le comento a Clarisa—, no soy tan buena en esto. No quiero herirte.

Con las manos temblando, lanzo el primer cuchillo. Fallo y ocasiono que la gallina corriera nuevamente. Sin embargo, en lugar de correr tras ella, me quedo donde estoy. Respiro hondo y sigo a la gallina con la mirada. Tomo impulso y lanzo el primer cuchillo hacia su dirección, no le doy, pero algunas plumas volaron, eso quiere decir que estuve bastante cerca. Repito el proceso, esperando tener un buen resultado ya que es el último cuchillo. Respiro hondo, tomo impulso, lanzo el cuchillo… y lo logro, le di a la gallina en todo el cuello. Volteo y mi hermana sale de la casa corriendo hacia mi dirección.

Distrito 11: el primer Vasallaje de los 25.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora