Twilight Universe ── Red
-"The God's descendants" saga Book 1-
"I get stoned on you. Rubbing my bones on you
Nothing else burns like you" - Stoned on You, Jaymes Young.
El destino es incierto, o eso queremos creer los humanos. Hemos estado estancad...
«When the red eyes shines, it's when the true Alpha rises.»
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Liam cada año (cuando era su cumpleaños) siempre les recordaba que pronto tendrían su transformación. Era su manera de prepararlos para aquello para cuando el día llegase, para que no se sintieran tan histéricos y pudiesen manejarlo tranquilamente.
Gracias a los cielos que su padre constantemente les recordaba, porque si no fuera por él sabía que ella estaría más que desesperada por no saber qué hacer con su propio cuerpo.
El viento golpeaba su cuerpo mientras correteaba en sus cuatro patas. "Que hermosa sensación" pensó saltando un tronco del suelo.
Un calor abrumador le había recorrido por todo su cuerpo cuando se transformó, su piel se rasgó y sus huesos se habían quebrado y agrandado. Había sido doloroso para ella la primera vez, y creía firmemente que tendría que practicar bastante para que no fuese doloroso las próximas veces.
Sus sentidos habían aumentado considerablemente. Su oído, olfato y vista eran diez mejores que antes (considerando que ya eran excelentes antes de su transformación). Algo nuevo era la velocidad y fuerza, y la sensación de correr a toda velocidad por el bosque era tan adictivo que pensó que no sería tan malo ser un cambia formas a pesar de todo.
Se detuvo por un momento y se acercó hacia un pequeño arroyo de aguas cristalinas y con la luna reflejándose en ellas. Tomó el agua refrescando su garganta y se miró por primera vez.
Su pelaje era de color rojizo pero muy oscuro. El pelo era algo - para no decir muy - largo. Sabía que debería cortarse el cabello y aquello la entristecía, amaba su cabello largo. En su rostro el pelaje empezaba a aclararse más y sus ojos brillaron de dorado por un momento antes de volver ese color chocolate.
Sonrío (como lobo) mirándose, era muy bonita.
Un aullido a lo lejos llamó su atención.
«¡Eyra! ¡¿Dónde estás?!» – escuchó a su hermano en su mente.
