Extra :Felicidades

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Aang estaba molesto, llego al palacio de la Nación del Fuego pisando fuerte, muy diferente a su calmada forma de ser, todas las personas que lo veían se apartaban instintivamente. Las puertas del salón del trono se abrieron con un golpe sordo que sorprendió a Zuko cuyo semblante demacrado cambio de inmediato al verlo, parecía tan aliviado que no noto la tensión en el cuerpo del avatar.

 —Aang, gracias a dios alguien que entiende lo que estoy haciendo.

—Zuko, claro que entiendo — le contesto con el mismo entusiasmo —Felicidades.

Zuko se detuvo, vio como la expresión de Aang cambio por completo, parecía cansado y molesto, pero lo que mas le dolió es que parecía terriblemente decepcionado. Aquella expresión le cayo como un balde de agua fría, Aang no estaba ahí para ayudarlo a corregir sus errores.

—Parece que inventaste un nuevo tipo de estupidez —empezó a hablar cuando vio que Zuko se detuvo frente a él —, como un daño que nunca podrás deshacer. Al nivel de abrir todas las malditas jaulas de un zoológico. En serio no pensaste esto dos veces, así de estúpido. Repasemos: desmentiste un rumor que solo un puñado de personas sabían, lo desmentiste hablando de una aventura de la que nadie te culpo. Pareces tan preocupado por lo que otros podrían hacerte pero tu mismo eres el único enemigo al que no puedes vencer.  Así que si, felicidades, ya redefiniste tu legado. Espero que estés satisfecho.

—Todos debemos sacrificar algo. Fue un sacrificio necesario —Zuko tomo sus brazos para mirarlo a los ojos, esperaba transmitirle un poco de lo que sentía y termino acortando la distancia entre ellos.

—¿Sacrificio? — Aang bajo la cabeza, Zuko lo tomo como una señal para seguir hablando.

—Si, se que no fue lo mas maduro pero debía hacer algo. No podían pensar que estaba siguiendo los pasos de mi padre...

—No me hables de "sacrificios". Me condene a mi mismo a un matrimonio sin amor—interrumpió Aang — , porque era lo que todos querían de mi. Hubo momentos en los que solo vivía para leer tus cartas, deje mis propios sueños de lado porque era lo que el mundo necesitaba.  Y ahora solo me pregunto ¿Por qué deje que todo terminara así? —Aang retrocedió un par de pasos queriendo poner distancia con Zuko quien parecía tener la intención de consolarlo—. Pero luego de años no vine a lamentarme por cosas del pasado, y ¿sabes por qué regrese?

Aang vio como un brillo de esperanza aparecía en la mirada de Zuko, pero una risa sin nada de humor salió desde lo profundo de su pecho, como si llevara mucho conteniendo aquello.

—No estoy aquí por ti. La conozco como a mi propia mente. Amo a Katara más que a nada en esta vida. Tanto para poner su felicidad por sobre la mía todo el tiempo, como para apartarme aun a pesar de todo y ella es lo mejor que nos pasó en la vida. Así que, si se te ocurre hacer algún otro sacrificio estúpido más te vale que sea pensando en ella y en su felicidad.

—¿Y quien piensa en mi felicidad?

—Te casaste con la persona mas maravillosa del mundo—dijo Aang entre dientes —. No hay nadie mas amable, confiable o mas leal, tu felicidad esta con ella porque así lo decidiste. Fuiste bendecido con la mejor esposa y así lo agradeces.

—Yo no lo decidí así.

—No puedes decir eso, lo recuerdo perfectamente. Estaban tan enamorados que no podían vivir lejos del otro, era como el típico romance de cuento de hadas.

—Es que ni siquiera me mirabas—Zuko  lo interrumpió —.Lo intente, pensé que podría hacer para que algo pasara pero a penas me mirabas. Eras tan distante que no sabia que hacer, todo el mundo esperaba tanto de mi y yo solo...

—No puedes atreverte a decir todo esto luego de tanto tiempo —grito para callarlo, no quería escucharlo, tampoco quería hablar de eso, su corazón terminaría de romperse si volvía a escucharlo—. No puedes tratar de justificar tu infidelidad de mierda conmigo, no me culpes porque yo no te obligue a nada.

—¿Cómo se supone que lidie con todo esto? 

—Claramente no en la cama de alguien mas.

—¿Cómo se supone que siga como si nada luego de lo que dijiste?

—Justo como ha sido hasta ahora —dijo bajando la cabeza, hacia mucho tiempo que había encerrado sus sentimientos en lo mas profundo de su corazón; hizo hasta lo imposible para no pensar en aquellos. Incluso parte de su enojo inicial se había evaporado tras las palabras de Zuko, en su lugar aquel punzante dolor en su pecho regresaba cortándole la respiración.

—No es justo.

—No lo es, sobre todo tu queriendo sacarte la responsabilidad de tus acciones conmigo. No vengo por una segunda oportunidad, es muy tarde para eso.

—Supongo que es verdad, nunca estaré satisfecho.

—Tal vez nunca lo estemos.

Dijo antes de salir de la sala del trono dando por terminada aquella extraña conversación, Aang apenas pudo avanzar unos metros cuando sus piernas fallaron haciendo que cayera de rodillas al suelo donde no pudo seguir conteniendo sus lagrimas, no podía creer que su vida se había convertido en eso, un triste pozo de arrepentimientos y sueños rotos.

satisfecho (zukaang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora