CIEGA 「 ETERNALS」

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El camino a Babilonia se le hizo eterno. Ninguno hablaba y mucho menos hacían algún ruido, en  ocasiones tenían que ayudarla a bajar alguna que otra colina pequeña en donde podría morir por una caída. 

En cuanto mas caminaba, mas escuchaba el sonido de las personas, era lejano y poco entendible, pero convoco una sonrisa por escuchar movimiento. Ya no estaba sola con los otros eternos, pero con forme a su emoción aumentaba también sus nervios, le dio gusto ser ciega ya que se ahorraría la molestia de ver sus caras al saber que ella no podía verlos. 

Una mano que reconoció que era la de Ajak, se apresuro para tomarla de la mano y guiarla.

— Ya llegamos— dijo ella cerca de su oreja. Al parecer ya los estaban esperando, ya que escucho algunos murmullos. — En frente de ti están los demás, Son siete... 

— Si...

Themesi tenia un talento especial, podía sentir a las personas, ella no necesitaba la vista para saber donde estaban cada uno. El movimiento de sus pies, de sus manos, como giraban la cabeza, escuchaba sus respiraciones confundidas... 

— ¿Quién se presenta primero?— pregunto Ajak. 

De repente sintió como uno de ellos movía las manos de forma extraña, era raro y se sentía curiosa por esa persona, ella no emitía ningún sonido conocido. 

— Es ciega— dijo Ikaris. — No puede ver lo que estas diciendo, Makkari. 

— Lo lamento— se disculpo Themesi. — Soy Themesi, pertenecí al grupo de eternos de Zuras. Mi misión original la que tiene ustedes, pero mis compañeros eternos murieron en batalla.

— Lamento escuchar eso— dijo una voz femenina que caminaba hacia ella, pasos pequeños y manos inquietas. — Soy Sersi. 

— Te pido perdón por mi reacción, yo soy Phastos— Se presentí. De ahi todos comenzaron a presentarse y a tomarla de la mano. 

No fue difícil para Themesi recordar sus nombres y sus sonidos. Algunos marcaban pasos mas pesados y otros ligeros, Makkari era de pies muy ligeros, casi imperceptibles para el oído de Themesi.

Los peleadores se habían ido esa mañana y Themesi nunca había despertado y nadie la esperaba en la puerta, Dionis era el que lo hacia para llevarla al comedor. Esta vez tenia que hacerlo sola. A tientas recordó el camino que le hicieron tomar para llegar a su habitación. Al estar en un lugar desconocido le complicaba las cosas. 

La pared era helada y lisa, quería encontrar una voz conocida, cualquier persona que la ayudara a salir del domo. Encontró un lugar abierto y eso la pudo mas nerviosa, la pared se acabo así que termino en un salón circular. Recorrió un par de veces el circulo y no sabia si la entrada que identifico era por donde había entrado o era la salida. 

Dejo de caminar y se recargo en la pared, termino sentada en el suelo cansada de seguir en una misma dirección sin saber a donde ir. Escucho unos pasos en el pasillo, avergonzada se pone de pie.

— Caminar a ciegas debe ser cansado— dijo el eterno. 

— No estoy acostumbrada a este lugar, me perdí muy fácil— dijo riéndose sin todavía reconocer de quien era la voz. — ¿Me puedes ayudar, por favor?

— Claro— contesto tomando su mano y poniéndola en su brazo y así comenzaron a caminar. —Debió ser difícil, cambiar todo por venir...

— Me he acostumbrado a seguir ordenes. Dudo mucho, pero jamás me niego— confeso.  Trato de identificar la voz con mas detalle pero le era imposible, eso nunca le había pasado... tal vez esa persona le provocaba eso. 

Se detuvo de pronto y sonrió confundida... este también ríe pero se escuchaba nervioso. 

— Dime... que le haces a mi cabeza— le pregunto Themesi. —No suelo ser tan torpe... de hecho, soy buena ubicándome— Él no contesto, solo se quedo parado al lado suyo sin decir nada, ¿acaso esperaba algo?  

— Admito que jugué un poco con tus sentidos— confeso algo avergonzado. 

— Que alivio— dijo dando un suspiro de alegría. — En serio pensé que me estaba quedando tonta o algo. 

— ¿No estas molesta?— le pregunto. Ella solo sonreía.

— No, lo que me desconcierta es no saber quien eres— le comento ladeando un poco su cabeza. — Por lo general se a quien le estoy tomando la mano. 

— Soy misterioso, no puedo evitarlo— bromea  retomando el camino. — ¿Como reconocés a alguien sin verlo?— le pregunta.

— No puedo ver, pero puedo escuchar, oler y sentir el viento... escucho sus pasos, y la forma en la que el viento acompaña sus movimientos, todos somos diferentes, nos movemos distinto— explica. — pero me es difícil reconocer a la gente silenciosa. Como tu. 

— Tienes sentidos sensibles— alago. 

— Ya dejemos de hablar de mi— dijo, en eso siente el calor de la luz del sol, ya habían salido. el viento fresco la hicieron sonreír. — Dure mas perdida que tu en encontrarme. ¿Me dirás tu nombre ahora? cuando llegue ni siquiera te me acercaste. 

— Soy Druig, pensé que mi sonido no te agradaría— le dijo iba a soltarla pero esta se aferro a su agarre, todavía no se acostumbraba a caminar sola.

Cuando estaba con Zuras, ella siempre tenia compañia, la llevaban a todas partes y nunca la dejaban sola. 

— ¿Sucede algo?—  le pregunta Druig. 

—  Lo lamento...—  se disculpo y lo suelta, de dio pena y vergüenza, no sabia que iba a hacer pero después, tenia que reunirse con Sersi en los campos agricultores y no sabia como llegar. — Estoy bien... creo que puedo sola desde aquí— dijo sonriendo aunque estaba mintiendo. 

Escucho a Druig irse dejándola sola. Trago saliva y trato de caminar con naturalidad, estaba muy convencida que podía hacerlo hasta que tropieza con una columna, fingió estar bien, se aseguro de parecer normal y volvió a caminar a tientas. Tenia que aprender a ubicar no solo personas sino también objetos, muros y cosas que pudieran estar en su camino. 

Caminaba en lineá abierta, no había cosas con las que pudiera chocar hasta que siente que su pie es interrumpido, había un escalón en frente de ella. Siente un par de manos en su cintura que evitaron que cayera hasta el suelo, este la puso de pie y ella sonríe, sabia quien era. 

— No vi el escalón—  bromeo Themesi.

— Mejor te acompaño—  le propuso ayudándola con el escalón. — Si no lo hago, Arishem habría perdido su tiempo en haberte mantenido con vida todo este tiempo. 

Themesi sonrió avergonzada. Druig la acompaño hasta donde estaba Sersi y observo de primera mano el poder de la eterna. 

Con solo estar ahí, las flores y toda la vegetación estaba mas viva que nunca.  Los agricultores estaban felices de la presencia de Themesi. Debía de ser una vista hermosa si estaban emocionados. Sersi la alagaba mucho y le describió todo lo que estaba a su alrededor, solo podía imaginárselo pero no sabia si la imagen que tenia en su mente era la realidad.