Capitulo 10.

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Los días pasaban y aun así ___ intentaba hablar con Alonso para hacerlo entrar en razón. Había

días en los que parecía que por fin él comenzaba a darse cuenta de que en verdad Zoe estaba

haciéndole daño pero por alguna razón, el velo que Zoe había puesto ante sus ojos, volvía a caer y Alonso dejaba de creer. Era duro, demasiado duro.Alonso le decía demasiadas cosas, cosas que en verdad le dolían en el alma y aunque ella no lo demostrara cuando estaba delante de él o con otras personas, ni bien caía la noche y se encontraba sola en su cuarto, las ganas de llorar aparecían. Le dolía en el alma saber que alguien que había sido su mejor amigo haya sido capaz de dejarse manipular por una chica cualquiera y dejara de lado su amistad de tantos años.

¿Ya era hora de rendirse? No, no lo era… pero dentro de ella sentía que el tiempo se le agotaba y cada día que pasaba era un día menos para recuperar a Alonso. Tenía demasiadas cosas dentro de ella que tenía que liberarlas pero no sabía cómo. No podía decírselas a Jos porque sabía que si lo hacía él podría enloquecer y vaya a saber uno que locura podría hacer. No podía

decírselo a su madre tampoco porque de seguro que ésta se preocuparía y le contaría a los

padres de Alonso y se armaría tremendo escándalo y probablemente si eso sucedía Alonso ya no le hablaría por el resto de su vida. Además no tenía más amigos y necesitaba desprenderse de toda esa carga que sentía. Pensó en escribir en un diario, a algunas personas les funciona pero para ella no. Sentía que si lo escribía en un diario era seguir hablando consigo misma y en verdad

necesitaba descargarse con una persona que no estuviera hecha de papel.

Así que al final hizo una decisión difícil que sabía que podría tener consecuencias pero ya no lo

soportaba más. Los exámenes se acercaban y quería liberarse de todo eso que le quitaba el sueño por las noches porque sabía que en periodos de exámenes le iría muy mal.

___ estaba sentada bajo la sombra de un árbol del parque. Tenía la mirada gacha, pensaba en todos los problemas que se le presentaban cuando de pronto escucho la voz de Jos.

Jos: Hola —dijo sentándose al lado de su amiga.

___: Hola —dijo sin ánimos.

Jos: ¿Qué sucede? ¿Qué tienes? —estaba algo preocupado.

___: Jos, hay algo importante de lo que tengo que hablar contigo —observo a su amigo—. Pero necesito que no actúes como un loco ni bien te lo diga.

Jos: ¿Qué paso? —ahora sí se notaba alterado.

___: ¡Cálmate! —intento calmarlo—. No quiero que te alteres, solo quiero hablarte porque no tengo a nadie para decirle todo esto que siento y

en verdad necesito decírselo a alguien.

Jos: ¿Es sobre Alonso, verdad?

___: Sí.

Jos se mostró molesto, como era obvio, pero rápidamente suspiro y trato de poner su mejor cara de “estoy bien, puedo con esto”.

Jos: Dime.

___: El otro día quiso golpearme —soltó sin más.

Jos: ¡¿Qué él qué?!

___: ¡Tranquilo! no me golpeo… no lo hizo.

Algo lo detuvo y me doy cuenta de que en el fondo… el verdadero Alonso aun existe.

Jos: ¿Y lo puedes traer?

Manipulado. | (Alonso Villalpando y Tu) | CD9 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora