Capítulo 13

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Se quedó quieto ahí por varios minutos sintiéndose totalmente incrédulo. No tenía sentido que Seungho le diera una manta de anidamiento.

Aunque hizo una propuesta sexual antes. Pensó mientras cerraba la caja para luego ponerla bajo su brazo. Tendría que volver a casa, no había manera que fuera a los suburbios con esa caja.

Debería sentirse mejor ante el regalo pero solo la confusión lo inundaba, tal vez la manta era una broma en si misma ¿O era un recordatorio de su propuesta? Obviamente Seungho no quería insinuar nada serio: había hecho que le entregaran la manta mientras el alfa estaba en una orgía.

Pasó el portón de su casa aun sintiéndose distraído y casi olvidándose de quitarse los zapatos antes de pisar el pabellón.

Su habitación todavía tenía rastros de la presencia de Mumyeong, el aroma a fresco a bosque, leña recién cortada y a lluvia lo hizo detenerse varios segundos para respirar y disfrutar de la sensación reconfortante. Abrió sus ojos poco después y caminó hacia el centro de la habitación, dejándose caer sentado en el suelo antes de abrir la caja de nuevo.

El aroma a canela no quedaba mal con el resto, pero la esencia de dos alfas al mezclarse siempre dejaba una pequeña sensación incomoda. Tocó la tela, agarrándolo con dos dedos mientras comprobaba su suavidad. Era cara, suave, colorida y bonita. Algo que un alfa noble podía darse el lujo de regalar pero no un plebeyo.

Se mordió la uña del pulgar sin darse cuenta, teniendo sentimientos conflictivos.

⸺Joven amo Jihwa.⸺ Solo respiró con fuerza al escuchar a su sirviente, cerrando la caja despacio tratando de no llamar la atención sobre lo que contenía. ⸺Su padre quiere que lo acompañe a tomar el té.⸺

⸺ ¿Tan temprano?⸺ Jihwa parpadeó sorprendido pero asintió, dejando la caja al lado de su cofre y dejando que el sirviente lo ayudara a peinarse y cambiarse. Si el sirviente notó lo que contenía no lo comentó.

...

Jihwa suspiró cansado mientras se dejaba caer sentado en el suelo, cuando su padre lo llamó a tomar el té no había esperado que hubieran otras personas. Lord Min y otro puñado de amigos de su padre estaban ahí y lo habían hecho el centro de atención.

La palabra matrimonio había salido más diez veces y Jihwa no había tardado en darse cuenta que todos ellos tenían hijos alfas con lo que se podía comprometer. Lord Zeng, tal vez tratando de ser amable, había dicho que lo habían visto cruzar el patio con una caja.

Jihwa había tenido que hablar sobre el regalo de Seungho y todo se había vuelto realmente incómodo. Su padre, viéndose completamente ofendido, había dicho lo horrible y directo que era para un primer regalo de cortejo, que Seungho era un bruto por hacerlo y todos habían estado de acuerdo.

Jihwa no había tenido forma de explicar que en realidad el regalo era más una propuesta sexual sin compromisos que una pedida de matrimonio.

¿Estaba desanimado por eso? ¿Mumyeong tal vez no era la causa y solo se había aferrado a él en un intento de reemplazar lo que significaba Seungho para él?

No creía que fuera posible pero existía la posibilidad. Seungho había sido su primer beso, recordaba como sus propias mejillas se calentaban cuando quedaban demasiado cerca, como le encantaba mirarlo y jugar en compañía de él ¿Un plebeyo había borrado todo eso solo con sexo? No debería ser posible.

Hasta el matrimonio [Mumyeong x Jihwa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora